Brad Pitt: Si no es por el cine, sería una estrella de rock
01/10/2010 - 09:45
Quemar después de leer es la primera comedia idiota que Brad Pitt hace con los hermanos Coen. Arropado por su buen amigo George Clooney, presenta esta ácida y corrosiva historia en la que también están presentes John Malkovich, Tilda Swinton y Frances McDormand.
Pitt, que en diciembre cumple 45 años, da en diana en el papel de entrenador personal de pocas luces, adicto al chicle y al iPod y que bebe Gatorade. Además, Joel y Ethan Coen no jugaron sólo con el peinado de Javier Bardem en No es país para viejos, también se apuntan un tanto al presentar al nuevo Pitt con tupé.
¿Cómo están sus mellizos Vivienne Marcheline y Knox Leon?
Muy bien, muchas gracias. Están saludables y estupendos.
Ahora que tienen seis hijos en común ¿piensa rodar de nuevo con su pareja?
Ahora mismo sólo pienso en trabajar con George Clooney, tenemos algo preparado para este otoño. Angie y yo trabajamos juntos cada día.
Se rumorea que Angelina Jolie sufre depresión post parto.
No es cierto. Angie está cansada pero feliz con nuestros hijos. Afortunadamente todos están muy bien, aunque no dormimos nada.
¿En quién se inspiró para crear el personaje de Quemar después de leer?
Me lo inventé yo solito en un día. Creo que la interpretación no se puede medir, es muy difícil explicar cómo construyes un papel, incluso para mí es un misterio. De hecho, me sorprende de donde nace la interpretación en mí. A Angelina le pasa lo mismo. La idea de asumir o presumir ciertas situaciones que supuestamente van en un camino distinto no es algo que se entienda como una posibilidad real, por eso es complicado verbalizarlo.
Sí podrá decir cómo se prepara.
Siempre de la misma forma, da igual que sea comedia, drama o aventuras. Lo primero que hago es estudiar el personaje, tratar de estrechar los lazos entre la realidad y la idea que yo me he formado del papel que tengo que representar. Las primeras semanas son de búsqueda, de ir corrigiendo errores. La interpretación no es una ciencia exacta, pero tiene su técnica. Los personajes empiezas a entenderlos como la aritmética, tienes que conocer su mundo, sus puntos de vista, sus situaciones, y cómo responden a lo que viven.
Sí, pero en Quemar... hace un rol muy distinto y, además, ha recibido órdenes de los deseados Coen.
Fue toda una sorpresa. Llevo varios años llamando a la puerta de los Coen y nada. Su llamada me hizo muy feliz y cuando leí el guión me enfadé por el personaje que me habían escrito (risas).
Es de las estrellas que mejor pisa la alfombra roja. ¿Ha pensado alguna vez que hubiera sido de usted si no llega a triunfar en el cine?
Me habría convertido en una estrella de rock. Todos los hombres tenemos la fantasía de tocar en el escenario delante de mucha gente. No soy bueno, pero toco la guitarra porque me fascina la música. Confieso que ya me he despertado de ese sueño.
¿Cómo están sus mellizos Vivienne Marcheline y Knox Leon?
Muy bien, muchas gracias. Están saludables y estupendos.
Ahora que tienen seis hijos en común ¿piensa rodar de nuevo con su pareja?
Ahora mismo sólo pienso en trabajar con George Clooney, tenemos algo preparado para este otoño. Angie y yo trabajamos juntos cada día.
Se rumorea que Angelina Jolie sufre depresión post parto.
No es cierto. Angie está cansada pero feliz con nuestros hijos. Afortunadamente todos están muy bien, aunque no dormimos nada.
¿En quién se inspiró para crear el personaje de Quemar después de leer?
Me lo inventé yo solito en un día. Creo que la interpretación no se puede medir, es muy difícil explicar cómo construyes un papel, incluso para mí es un misterio. De hecho, me sorprende de donde nace la interpretación en mí. A Angelina le pasa lo mismo. La idea de asumir o presumir ciertas situaciones que supuestamente van en un camino distinto no es algo que se entienda como una posibilidad real, por eso es complicado verbalizarlo.
Sí podrá decir cómo se prepara.
Siempre de la misma forma, da igual que sea comedia, drama o aventuras. Lo primero que hago es estudiar el personaje, tratar de estrechar los lazos entre la realidad y la idea que yo me he formado del papel que tengo que representar. Las primeras semanas son de búsqueda, de ir corrigiendo errores. La interpretación no es una ciencia exacta, pero tiene su técnica. Los personajes empiezas a entenderlos como la aritmética, tienes que conocer su mundo, sus puntos de vista, sus situaciones, y cómo responden a lo que viven.
Sí, pero en Quemar... hace un rol muy distinto y, además, ha recibido órdenes de los deseados Coen.
Fue toda una sorpresa. Llevo varios años llamando a la puerta de los Coen y nada. Su llamada me hizo muy feliz y cuando leí el guión me enfadé por el personaje que me habían escrito (risas).
Es de las estrellas que mejor pisa la alfombra roja. ¿Ha pensado alguna vez que hubiera sido de usted si no llega a triunfar en el cine?
Me habría convertido en una estrella de rock. Todos los hombres tenemos la fantasía de tocar en el escenario delante de mucha gente. No soy bueno, pero toco la guitarra porque me fascina la música. Confieso que ya me he despertado de ese sueño.