Bruselas propondrá que los países tengan más libertad para vetar los cultivos transgénicos en su territorio
01/10/2010 - 09:45
Por: EUROPA PRESS
La Comisión Europea propondrá el próximo martes que los gobiernos nacionales tengan más libertad a la hora de vetar en su territorio el cultivo de organismos genéticamente modificados (OGM), pese a que sí estén autorizados en el resto de la Unión Europea. Una posibilidad que España rechaza porque pide una norma común a todos.
El comisario de Salud y Protección del Consumidor, John Dalli, presentará en detalle una propuesta que ha ido anunciando desde el mes de marzo, cuando por primera vez en 12 años Bruselas autorizó un cultivo transgénico en la UE, el de una patata producida por la alemana BASF y de nombre Amflora.
El objetivo de Dalli es dar más flexibilidad a países que como Austria, Hungría o Luxemburgo, que se oponen al cultivo de transgénicos, porque quieren proteger y potenciar la agricultura ecológica y tradicional. Otros países, como Países Bajos, son defensores del cultivo de OGM.
Además, la situación del cultivo de transgénicos en la UE "no está clara" y es necesario un "marco" normativo que cubra estas lagunas, según explicaron fuentes diplomáticas.
Así, el planteamiento de Bruselas gustaría tanto a las corrientes representadas por países como Países Bajos o Austria que, pese a tener posiciones enfrentadas, verían una respuesta que ampara a las dos posiciones.
Sin embargo, dar a cada Estado miembro la libertad de autorizar o no un cultivo transgénico es una idea que no convence a países como Francia y España por distintos motivos.
Para el primero, es necesario reforzar el análisis científico sobre el impacto de estos productos, mientras que para España hace falta un enfoque "europeo" que permita normas comunes para la coexistencia de productos transgénicos, tradicionales y ecológicos.
"El irnos a autorizaciones que puedan hacer cada uno de los países nos podría llevar al inicio de una renacionalización, cosa que nunca compartimos desde España", afirmó la ministra española de Medio Ambiente, Elena Espinosa, a su llegada a la última reunión de ministros europeos del ramo presidida por España.
El 80% del espacio dedicado al cultivo de transgénicos en toda la Unión Europea está en España, que dedica cerca de unas 90.000 hectáreas de sus campos a sembrar el maíz transgénico MON 810. Sólo cinco países (República Checa, Rumanía, Portugal y Eslovaquia, además de España) autorizan este cultivo, según datos de 2009.
El comisario presentará su propuesta al resto del colegio de comisarios el próximo martes y el objetivo es que el dossier se lleve a los consejos de ministros de la UE de Agricultura y de Medio Ambiente que tendrán lugar en el mes de septiembre.
El objetivo de Dalli es dar más flexibilidad a países que como Austria, Hungría o Luxemburgo, que se oponen al cultivo de transgénicos, porque quieren proteger y potenciar la agricultura ecológica y tradicional. Otros países, como Países Bajos, son defensores del cultivo de OGM.
Además, la situación del cultivo de transgénicos en la UE "no está clara" y es necesario un "marco" normativo que cubra estas lagunas, según explicaron fuentes diplomáticas.
Así, el planteamiento de Bruselas gustaría tanto a las corrientes representadas por países como Países Bajos o Austria que, pese a tener posiciones enfrentadas, verían una respuesta que ampara a las dos posiciones.
Sin embargo, dar a cada Estado miembro la libertad de autorizar o no un cultivo transgénico es una idea que no convence a países como Francia y España por distintos motivos.
Para el primero, es necesario reforzar el análisis científico sobre el impacto de estos productos, mientras que para España hace falta un enfoque "europeo" que permita normas comunes para la coexistencia de productos transgénicos, tradicionales y ecológicos.
"El irnos a autorizaciones que puedan hacer cada uno de los países nos podría llevar al inicio de una renacionalización, cosa que nunca compartimos desde España", afirmó la ministra española de Medio Ambiente, Elena Espinosa, a su llegada a la última reunión de ministros europeos del ramo presidida por España.
El 80% del espacio dedicado al cultivo de transgénicos en toda la Unión Europea está en España, que dedica cerca de unas 90.000 hectáreas de sus campos a sembrar el maíz transgénico MON 810. Sólo cinco países (República Checa, Rumanía, Portugal y Eslovaquia, además de España) autorizan este cultivo, según datos de 2009.
El comisario presentará su propuesta al resto del colegio de comisarios el próximo martes y el objetivo es que el dossier se lleve a los consejos de ministros de la UE de Agricultura y de Medio Ambiente que tendrán lugar en el mes de septiembre.