CaixaForum rescata la mirada de Maurice de Vlaminck
01/10/2010 - 09:45
Por: EUROPA PRESS
CaixaForum Madrid ha rescatado la mirada colorista de Maurice de Vlaminck (1876-1958), uno de los artistas claves del movimiento fovista, con una primera retrospectiva en España que se inaugura mañana y que permanecerá abierta hasta el 7 de junio.
Maurice de Vlaminck, un instinto fauve. Pinturas de 1900 a 1915 es el título de esta exposición, comisariada por Maïthe Vallès-Bled, en la que se da cuenta, a través de 80 obras del artista francés procedentes de museos y colecciones de todo el mundo, de su particular estilo pictórico.
La comisaria explicó ayer los detalles de la personalidad de Vlaminck, el único de los artistas fovistas que no vivió en el sur de Francia y para los que la luz mediterránea fue fundamental. Por el contrario, Maurice de Vlaminck realizó una nueva interpretación del color al borde del Sena, en las inmediaciones de París, recalcó recordando que el artista comenzó a pintar a los 17 años aunque no vivió holgadamente de su pintura hasta 1906.
La muestra incide en el periodo vanguardista de principios del siglo XX hasta el estallido de la I Guerra Mundial y aunque no se conocen muchas de sus primeras obras, esta muestra cuenta con dos de sus más antiguos retratos, fechados en 1900, época en la que conoció a André Derain, una de sus mayores influencias y compañero de taller al pie del puente de Chatou. Por aquel entonces entabló amistad con Matisse y Picasso.
La exposición, según la comisaria, muestra la importancia que tenía para el artista francés el paisaje de los alrededores del París, en el valle del Sena. Pero también se muestran naturalezas muertas y retratos así como un conjunto de cerámicas que Vlaminck pintó a partir de 1906 y una selección de esculturas africanas y oceánicas que pertenecían a la colección particular del pintor y que influyeron en su obra, como lo demuestra su óleo Las bañistas de 1907.
Maïthe Vallès-Bled señaló que buena parte de la producción del artista, que siempre se presentó como autodidacta, estaba compuesta por paisajes, que recorría en su bicicleta, y en los que no puede evitar recurrir al color puro más virulento.
La comisaria explicó ayer los detalles de la personalidad de Vlaminck, el único de los artistas fovistas que no vivió en el sur de Francia y para los que la luz mediterránea fue fundamental. Por el contrario, Maurice de Vlaminck realizó una nueva interpretación del color al borde del Sena, en las inmediaciones de París, recalcó recordando que el artista comenzó a pintar a los 17 años aunque no vivió holgadamente de su pintura hasta 1906.
La muestra incide en el periodo vanguardista de principios del siglo XX hasta el estallido de la I Guerra Mundial y aunque no se conocen muchas de sus primeras obras, esta muestra cuenta con dos de sus más antiguos retratos, fechados en 1900, época en la que conoció a André Derain, una de sus mayores influencias y compañero de taller al pie del puente de Chatou. Por aquel entonces entabló amistad con Matisse y Picasso.
La exposición, según la comisaria, muestra la importancia que tenía para el artista francés el paisaje de los alrededores del París, en el valle del Sena. Pero también se muestran naturalezas muertas y retratos así como un conjunto de cerámicas que Vlaminck pintó a partir de 1906 y una selección de esculturas africanas y oceánicas que pertenecían a la colección particular del pintor y que influyeron en su obra, como lo demuestra su óleo Las bañistas de 1907.
Maïthe Vallès-Bled señaló que buena parte de la producción del artista, que siempre se presentó como autodidacta, estaba compuesta por paisajes, que recorría en su bicicleta, y en los que no puede evitar recurrir al color puro más virulento.