Cannes acoge con frialdad Ceguera, de Meirelles
01/10/2010 - 09:45
Cannes recibirá en días sucesivos a Harrison Ford, Clint Eastwood, Quentin Tarantino, Bruce Willis, Scarlett Johanson, Joachim Phoenix, Angelina Jolie, Benicio del Toro, Woody Allen, Gwyneth Paltrow, Isabella Rossellini, Lou Reed, Patti Smith, John Turturro, John Malkovich, Robert De Niro y Penélope Cruz. Por no faltar, no lo faltará ni Maradona.
Ceguera, título que recibirá en España la adaptación al cine de la novela de Saramago Elogio de la ceguera, ha sido recibida con división de opiniones. La acción de este thriller filosófico coproducido por Canadá, Brasil, Estados Unidos y Japón y que protagonizan Julianne Moore, Danny Glover, Gael García Bernal y Mark Ruffalo tiene lugar en una gran capital indeterminada en la que progresivamente una serie de personas van perdiendo repentinamente la vista. Lo que parece una epidemia provoca que las autoridades aíslen a los ciegos en un viejo hospital en el que tendrán que valerse por si mismos para sobrevivir. Entre ellos, la esposa de uno de los afectados que, aunque no ha perdido la visión, se hace pasar por invidente para estar junto a su marido, convirtiéndose en la buena samaritana del grupo. En este microcosmos, sin poder salir al exterior, se desatan las peores pasiones humanas. Meirelles se sirve de una voz en off para ir relatando los acontecimientos, recurso narrativo que quita fuerza al filme, al no saber explicar con imágenes lo que la voz va relatando. Esta circunstancia queda en evidencia sobre todo en el desenlace. La película fue acogida con frialdad y, sin desdeñarla por completo, resulta bastante inferior a las anteriores obras del cineasta brasileño, Ciudad de Dios y El jardinero fiel.
Para Meirelles, la película es una producción completamente independiente que habla de la fragilidad de la civilización, cuando desaparece toda la sofisticación que nos envuelve, pero añadió que existen otros niveles de lectura. Se puede encontrar una parábola sobre el poder, una metáfora sobre los peligros del mundo futuro, un comentario sobre como reflejamos sin ver todo aquello que nos rodea e incluso una meditación sobre como afloran nuestros instintos primitivos.
Moore anuncia en el festival la secuela de Fahrenheit 9/11
Ni siquiera los documentales escapan a la fiebre de las secuelas. El polémico cineasta Michael Moore ya prepara la segunda parte de Fahrenheit 9/11, la cinta en que cargaba sin piedad contra el proceso de elección del Presidente George W. Bush, su Administración y su política antiterrorista. Una película que con una recaudación 119 millones de dólares en las taquillas estadounidenses se convirtió en el documental político más exitoso de todos los tiempos.
El anuncio de la segunda entrega de realizó en el Festival de Cannes, donde en 2004 se alzó con la Palma de Oro. La cinta, que todavía no tiene título está co-financiada y distribuida por dos pequeños estudios: Overture Films, subsidiaria de Liberty Media Corp y Paramount Vantage, sello artístico de Viacom Inc's de Paramount Pictures.
Fiel al secretismo que suele envolver todos los trabajos de Moore, Danny Rosett, dirigente de Overture no quiso revelar muchos detalles sobre el contenido de la cinta, en la que el director lleva ya trabajando unos meses y cuyo estreno está previsto para el año que viene. Lo que Rosett sí confirmó es que en el nuevo documental de Moore se abordará la forma en la que Estados Unidos se ha posicionado en el mundo tras los ataques del 11 de septiembre del 2001, volviendo por tanto inevitablemente a tocar el tema de la guerra en Irak, pero vinculando todos estos factores a los problemas internos del país.
Para Meirelles, la película es una producción completamente independiente que habla de la fragilidad de la civilización, cuando desaparece toda la sofisticación que nos envuelve, pero añadió que existen otros niveles de lectura. Se puede encontrar una parábola sobre el poder, una metáfora sobre los peligros del mundo futuro, un comentario sobre como reflejamos sin ver todo aquello que nos rodea e incluso una meditación sobre como afloran nuestros instintos primitivos.
Moore anuncia en el festival la secuela de Fahrenheit 9/11
Ni siquiera los documentales escapan a la fiebre de las secuelas. El polémico cineasta Michael Moore ya prepara la segunda parte de Fahrenheit 9/11, la cinta en que cargaba sin piedad contra el proceso de elección del Presidente George W. Bush, su Administración y su política antiterrorista. Una película que con una recaudación 119 millones de dólares en las taquillas estadounidenses se convirtió en el documental político más exitoso de todos los tiempos.
El anuncio de la segunda entrega de realizó en el Festival de Cannes, donde en 2004 se alzó con la Palma de Oro. La cinta, que todavía no tiene título está co-financiada y distribuida por dos pequeños estudios: Overture Films, subsidiaria de Liberty Media Corp y Paramount Vantage, sello artístico de Viacom Inc's de Paramount Pictures.
Fiel al secretismo que suele envolver todos los trabajos de Moore, Danny Rosett, dirigente de Overture no quiso revelar muchos detalles sobre el contenido de la cinta, en la que el director lleva ya trabajando unos meses y cuyo estreno está previsto para el año que viene. Lo que Rosett sí confirmó es que en el nuevo documental de Moore se abordará la forma en la que Estados Unidos se ha posicionado en el mundo tras los ataques del 11 de septiembre del 2001, volviendo por tanto inevitablemente a tocar el tema de la guerra en Irak, pero vinculando todos estos factores a los problemas internos del país.