Cantalamessa pide perdón por sus comparaciones con los judíos
01/10/2010 - 09:45
Por: EUROPA PRESS
El predicador de la Casa Pontificia, Raniero Cantalamessa, pidió ayer perdón por las palabras que pronunció en la homilía del Viernes Santo y en las que comparó los ataques que está sufriendo el Papa a causa de los escándalos de pedofilia con el antisemitismo. Si contrariamente a mi intención he herido la sensibilidad de los hebreos y de las víctimas de la pedofilia, lo lamento sinceramente y pido perdón, reafirmando mi solidaridad con unos y con otros, declaró Cantalamessa en una entrevista al diario italiano Corriere della Sera.
Asimismo, el predicador aseguró que el Papa no sólo no inspiró sus palabras sino que como todos los demás, las escuchó por primera vez durante la liturgia, en la Basílica de San Pedro, explicó.
En realidad, Cantalamessa no planteó su comparación de modo directo sino que lo hizo a través de la carta que le había mandado un amigo judío. Ésta, explicó en declaraciones al Corriere della Sera parecía un testimonio de solidaridad con el Papa.
Mi intención era amistosa, todo lo contrario que hostil, puntualizó. No creo que se pueda comparar el antisemitismo a los ataques contra la Iglesia de estos días y creo que tampoco lo quería hacer mi amigo judío. Él no se refiere al antisemitismo de la Shoah sino al antisemitismo como hecho de cultura más que como efectiva persecución, agregó.
En la carta citada por Cantalamessa durante la liturgia del Viernes Santo, su amigo judío decía: Estoy siguiendo con disgusto el ataque violento y concéntrico contra la Iglesia, el Papa y todos los fieles de parte del mundo entero. La utilización del estereotipo, el pasaje de la responsabilidad y la culpa personal a la colectiva me recuerdan a los aspectos más vergonzosos del antisemitismo.
En realidad, Cantalamessa no planteó su comparación de modo directo sino que lo hizo a través de la carta que le había mandado un amigo judío. Ésta, explicó en declaraciones al Corriere della Sera parecía un testimonio de solidaridad con el Papa.
Mi intención era amistosa, todo lo contrario que hostil, puntualizó. No creo que se pueda comparar el antisemitismo a los ataques contra la Iglesia de estos días y creo que tampoco lo quería hacer mi amigo judío. Él no se refiere al antisemitismo de la Shoah sino al antisemitismo como hecho de cultura más que como efectiva persecución, agregó.
En la carta citada por Cantalamessa durante la liturgia del Viernes Santo, su amigo judío decía: Estoy siguiendo con disgusto el ataque violento y concéntrico contra la Iglesia, el Papa y todos los fieles de parte del mundo entero. La utilización del estereotipo, el pasaje de la responsabilidad y la culpa personal a la colectiva me recuerdan a los aspectos más vergonzosos del antisemitismo.