Carmen Barbas nos invita a dar un paseo pictórico por los campos de Castilla
01/10/2010 - 09:45
Horizontes de Castilla. Así se titula la nueva exposición que la sala de arte de Caja de Guadalajara acogerá hasta el próximo 7 de noviembre. La artífice de tan bella muestra, Carmen Barba, quien con una delicadeza infinita ha sabido plasmar la cotidaneidad de nuestro entorno predominado por los campos de cultivo. Un paseo ensimismado por la Campiña baja, olvidada en los tiempos actuales por la prisa, que nos hará revivir y contemplar, incluso por primera vez, la riqueza de nuestra tierra.
Esta vez serán los paisajes y no los bodegones los protagonistas de la exposición de pintura de la campiñera Carmen Barba, que bajo el título Horizontes de Castilla, tiene a bien acoger la sala de exposiciones de Caja de Guadalajara de la calle Amparo hasta el próximo 7 de noviembre. Se trata de 25 cuadros donde toman relevancia los campos de Castilla, aunque muy especialmente los de la Campiña baja alcarreña, aquellos repletos de cultivos como el cereal, vallas o chopos. Un entorno de espacios abiertos y fondos infinitos que satisfacen su gusto por la horizontalidad, de ahí que en su mayoría los cuadros se presenten en formatos apaisados. Es la solución ideal de la artista para ahondar en la profundidad de los paisajes y en su sensación de extensión junto con el uso del acrílico, esencialmente sobre lienzo o tabla.
En sus paisajes toma vida la timidez de los colores ocres, rojizos, marrones y amarillos, tenues, quizás, pero vivo reflejo de unos campos donde los verdes brillan por su ausencia. Con ellos, simplemente, intenta transmitir todo aquello que no vemos a diario, esos bellos paisajes de Castilla en los que no reparamos por las prisas de los nuevos tiempos. Es por ello que esta exposición es una manera de pararse a mirar lo que tenemos alrededor, expresa la pintora, residente en la actualidad en la localidad de Mohernando.
Para contemplar esos paisajes castellanos, para deleite de nuestros sentidos, se presenta esta exposición paisajística, aunque con dos espléndidas muestras de bodegonones, sus dos grandes debilidades en el género pictórico, y que le han valido engrosar una trayectoria en la que los premios y reconocimientos han formado parte de ella. De ellos, también proceden las numerosas exposiciones individuales y colectivas, la cosecha de una afición por la pintura de la que intenta vivir de manera profesional. Una actitud remontada a tiempo inmemorial, cuando quizá contara con tan sólo unos pocos de años.
La delicadeza y belleza velada de los paisajes castellanos podrá visitarse en la sala de arte de Caja de Guadalajara durante algo más de una semana con un horario de 19.00 a 21.00 horas excepto los festivos, el tiempo suficiente para sumergirnos en la riqueza paisajística de nuestras tierras.
En sus paisajes toma vida la timidez de los colores ocres, rojizos, marrones y amarillos, tenues, quizás, pero vivo reflejo de unos campos donde los verdes brillan por su ausencia. Con ellos, simplemente, intenta transmitir todo aquello que no vemos a diario, esos bellos paisajes de Castilla en los que no reparamos por las prisas de los nuevos tiempos. Es por ello que esta exposición es una manera de pararse a mirar lo que tenemos alrededor, expresa la pintora, residente en la actualidad en la localidad de Mohernando.
Para contemplar esos paisajes castellanos, para deleite de nuestros sentidos, se presenta esta exposición paisajística, aunque con dos espléndidas muestras de bodegonones, sus dos grandes debilidades en el género pictórico, y que le han valido engrosar una trayectoria en la que los premios y reconocimientos han formado parte de ella. De ellos, también proceden las numerosas exposiciones individuales y colectivas, la cosecha de una afición por la pintura de la que intenta vivir de manera profesional. Una actitud remontada a tiempo inmemorial, cuando quizá contara con tan sólo unos pocos de años.
La delicadeza y belleza velada de los paisajes castellanos podrá visitarse en la sala de arte de Caja de Guadalajara durante algo más de una semana con un horario de 19.00 a 21.00 horas excepto los festivos, el tiempo suficiente para sumergirnos en la riqueza paisajística de nuestras tierras.