Casa de comidas A la Finca, un innovador y sabroso concepto de gastronomía manchega
Situada en Villaviciosa de Tajuña, utiliza ingredientes de calidad y de proximidad
La preciosa casa de comidas A la Finca, en Villaviciosa de Tajuña, no puede entenderse sin el espíritu inconformista y luchador de su propietario y gerente, Fernando Oviedo, ni, por supuesto, sin “la cocina de Irene Letón”, esposa de Fernando y dueña de los fogones del establecimiento, tal y como reconoce el propio Oviedo.
Todo empezó hace un par de años en plena pandemia, cuando este matrimonio de alma y vocación hostelera decidió “crear un proyecto familiar, algo para nosotros”, recuerda el propietario de A la Finca. “Mi esposa lleva muchos años trabajando en cocina y yo en sala”, explica.
En un primer momento, contactaron con la Federación Provincial de Asociaciones de Comercio y Servicios de Guadalajara (FCG), desde donde les animaron a presentar este proyecto a la Federación de Asociaciones para El Desarrollo Territorial Del Tajo-Tajuña (Fadeta). “Sabíamos que la burocracia es muy lenta pero al final nos animamos y la verdad es que tuvo muy buena aceptación por parte de Fadeta”, reconoce agradecido Oviedo. Tras varios estudios de mercado “vimos que no había nada en concepto de casa de comidas por la zona ni por la provincia”, manifiesta el hostelero. “Vimos una luz para poderlo llevar a cabo y más desde que Fadeta trabaja con los fondos Leader, con acciones para trabajar la despoblación en el medio rural”. La subvención aprobada por Fadeta ha ascendido a una cuantía de 17.400 euros, que a estos emprendedores les ha servido para la adquisición de “mobiliario, instalación del aire acondicionado o la adecuación del baño con acceso para personas con discapacidad”, detalla Oviedo de entre todas las actuaciones que están llevando a cabo.
El concepto de casa de comidas nada tiene que ver con un restaurante ni con un bar, tal y como explica el hostelero. “No hay raciones, ni tapas, ni bocadillos”, advierte. Lo que el cliente sí se va a encontrar es “un menú degustación cerrado, de cuatro platos, incluyendo el postre”, detalla Oviedo.
Unos ingredientes de calidad, adquiridos a proveedores de la zona de Brihuega (de la cual es pedanía Villaviciosa) sientan las bases de esta magnífica cocina basada en recetas manchegas tradicionales, en las que no faltan los más emblemáticos de la tierra como la famosa miel de la Alcarria, con el toque de innovación que le da la experta mano de Irene Letón. Bizcocho de calabacín, gazpacho de remolacha o migas al curry son algunas de las sorpresas con que deleita a sus clientes.
“Hace poco preparó una tarta con seis tipos de queso diferentes, uno de ellos de Brihuega, acompañada de colmenas de la zona y quedó fenomenal”, comenta con orgullo el dueño de A la Finca. Sobre éstas últimas, Oviedo destaca que “es un acompañamiento que hay que traer, de la cultura de la miel” y de las que reseña su “efecto chicle”, a la hora de ingerirlas.
En el establecimiento es posible comer en su interior -donde cuenta con una capacidad para unas 24 personas- o bien, en su coqueta terraza; muy demandada por el aire provenzal que le otorgan pequeños detalles como cestillos de lavanda o una llamativa bicicleta de color malva, en el centro del patio, salpicado también de árboles frutales. La terraza puede albergar hasta 40 comensales, cumpliendo, eso sí, con todas las medidas anti-Covid reglamentarias.
La calma y sosiego del entorno, “no tenemos cobertura de móvil y queremos mantener esa tranquilidad”, tal y como indica el dueño de A la Finca, hacen de éste un lugar ideal para disfrutar y dejarse sorprender por la variedad y la “intriga” que ocasionan con sus platos. Sí es posible efectuar reserva previa por WhatsApp, a través del 918778094.
Campos de lavanda
En apenas mes y medio de funcionamiento que llevan abiertos al público -la inauguración tuvo lugar el pasado 4 de julio-, desde la casa de comidas ya han tenido una acogida “bastante mejor de lo esperado”. Salvo los miércoles -día de descanso del personal- abren todos los días de la semana durante la temporada de verano y, de cara al invierno, la idea es “abrir únicamente los fines de semana, con cenas viernes y sábados y comidas sábados y domingos”, detalla Oviedo.
No obstante, el boca a boca por su buena cocina y la cercanía a los famosos campos de lavanda “son más de Villaviciosa que de Brihuega; ya que muchos están a un kilómetro de aquí y a seis de Brihuega”, afirma el hostelero, están consiguiendo atraer a una clientela no sólo de la provincia, sino también de la vecina Madrid. Otra de las grandes ventajas de la casa de comidas es haber dado “vidilla” a la localidad y haber conseguido “poder ubicar en Google nuestra zona”, afirma.