Casi la mitad de los anuncios que se emiten en programas infantiles son de alimentos poco saludables, según la OCU

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

Por: EUROPA PRESS
Casi la mitad de los anuncios que se emiten en programas infantiles a nivel nacional o autonómico son de alimentos poco saludables, es decir, ricos en grasa, sal o azúcar, según se desprende de un estudio realizado por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU).
En su estudio, la OCU analizó el tipo de publicidad emitida durante una semana por 19 cadenas de televisión y descubrió que cuatro de cada diez anuncios emitidos en horario infantil corresponden a alimentos "no demasiado recomendables" para la dieta de los más pequeños, como pastelería, yogures azucarados, postres frescos o productos de cacao.

La OCU subraya que un niño de entre 4 y 12 años pasa cerca de dos horas y media diarias frente al televisor, lo que supone una media de seis minutos y 30 segundos de publicidad de productos alimentarios cada día, es decir 22 anuncios. Por ello, recomienda a los padres que limiten el tiempo que sus hijos ven la tele, y que les transmitan buenos hábitos de alimentación y les animen a la práctica de ejercicio físico.

Además, ante los resultados de este estudio, la OCU insiste en la importancia de una dieta sana, compuesta prioritariamente por alimentos como el arroz, la pasta, el pan, las frutas, las verduras y las legumbres, productos que sólo ocupan un 6 por ciento del espacio publicitario, lo que contribuye a la obesidad infantil de los niños españoles.

CODIGO DE REGULACION

Por otro lado, la OCU ha enviado este informe a la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, y a la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), a los que reclama la incorporación a la legislación española del código elaborado por 'Consumers Internacional'.

Entre otras propuestas, el código aboga por prohibir la emisión de anuncios de alimentos poco saludables entre las 6:00 de las mañana y las 9:00 de la noche; no promocionar estos alimentos en los nuevos medios de comunicación ni en las escuelas; no incluir regalos, juguetes o artículos coleccionables que inciten a los niños a comer estos productos; ni utilizar personajes famosos, dibujos animados o concursos en la comercialización de los mismos.