Clinton y Obama volvieron a verse la caras en un debate tenso pero edulcorado
01/10/2010 - 09:45
Por: COLPISA
Ninguno de los dos contrincantes se darán por vencidos. Ármense de paciencia porque los candidatos demócrata Hillary Clinton y Barack Obama esperaran hasta la convención demócrata del próximo agosto para decidir quién cede el puesto al otro.
Al menos así lo afirmó el senador de Illinois quien añadió que para ese entonces el partido se mostrará unido.
Buena parte del encuentro estuvo dedicado exclusivamente a resolver rencillas entre ambos. Clinton criticó con entusiasmo el comentario que hizo Obama recientemente sobre que, en tiempos difíciles, la clase obrera se aferra a las armas y la religión por "amargura". La senadora no dudó en calificar el comentario de "insultante" mientras Obama se defendió diciendo que fue sacado de contexto. Por su parte el joven senador recordó a Clinto que ella también había sido malinterpretada en el pasado, en referencia a su visita a Bosnia en 1996, donde la ex primera dama dijo haber sido amenazada por francotiradores.
Sin embargo, los dos candidato comenzaron el debate organizado por la cadena ABC exigiendo una simple petición, no contestar quién de los dos podría ser nombrado vicepresidente si el otro se hace la Casa Blanca. A una semana de las primarias en Pennsylvania, la senadora de Nueva York dejó claro que pese a la multitud de diferencias que mantiene con Obama, hay que destacar que estas son mínimas si las comparamos con las del senador republicano, John McCain, el nominado del partido conservador para luchar por la presidencia de EE.UU.
Durante su intercambio lingüístico en el escenario del Centro de Constitución Nacional, en la ciudad de Philadelphia, la ex primera dama de Estados Unidos aseguró que hará todo lo que esté en sus manos para que alguno de los dos nos hagamos con la Casa Blanca el próximo enero. En medio de este rifirafe, moderado por los periodistas Charles Gibson y George Stephanopoulos, los dos contrincantes jugaron el papel de darse palmaditas en la espalda.
Al ser preguntada si sinceramente creía que Obama sería capaz de derrotar a McCain de cara a las generales, la mujer del ex presidente Bill Clinton, sentenció sí, sí, sí. Por su parte el joven senador de Illinois mostró absoluta confianza de que su contrincante podría adelantarse a los republicanos en caso de ser la elegida para hacerse con el Despacho Oval. En su primer encuentro televisado desde el pasado 26 de febrero, ambos candidatos se hermanaron aparentemente para no dar señal alguna de la división que presuntamente se vive dentro del partido liberal norteamericano.
Al final del debate, las encuestas sobre quién había ganado el encuentro se inclinaban ligeramente por el senador de Illinois, pero las diferencias no fueron abismales.
De momento, una encuesta realizada por el diario Los Angeles Times indicó que la ex primera dama solo aventaja a Obama por cinco puntos en Pensylvania.
Buena parte del encuentro estuvo dedicado exclusivamente a resolver rencillas entre ambos. Clinton criticó con entusiasmo el comentario que hizo Obama recientemente sobre que, en tiempos difíciles, la clase obrera se aferra a las armas y la religión por "amargura". La senadora no dudó en calificar el comentario de "insultante" mientras Obama se defendió diciendo que fue sacado de contexto. Por su parte el joven senador recordó a Clinto que ella también había sido malinterpretada en el pasado, en referencia a su visita a Bosnia en 1996, donde la ex primera dama dijo haber sido amenazada por francotiradores.
Sin embargo, los dos candidato comenzaron el debate organizado por la cadena ABC exigiendo una simple petición, no contestar quién de los dos podría ser nombrado vicepresidente si el otro se hace la Casa Blanca. A una semana de las primarias en Pennsylvania, la senadora de Nueva York dejó claro que pese a la multitud de diferencias que mantiene con Obama, hay que destacar que estas son mínimas si las comparamos con las del senador republicano, John McCain, el nominado del partido conservador para luchar por la presidencia de EE.UU.
Durante su intercambio lingüístico en el escenario del Centro de Constitución Nacional, en la ciudad de Philadelphia, la ex primera dama de Estados Unidos aseguró que hará todo lo que esté en sus manos para que alguno de los dos nos hagamos con la Casa Blanca el próximo enero. En medio de este rifirafe, moderado por los periodistas Charles Gibson y George Stephanopoulos, los dos contrincantes jugaron el papel de darse palmaditas en la espalda.
Al ser preguntada si sinceramente creía que Obama sería capaz de derrotar a McCain de cara a las generales, la mujer del ex presidente Bill Clinton, sentenció sí, sí, sí. Por su parte el joven senador de Illinois mostró absoluta confianza de que su contrincante podría adelantarse a los republicanos en caso de ser la elegida para hacerse con el Despacho Oval. En su primer encuentro televisado desde el pasado 26 de febrero, ambos candidatos se hermanaron aparentemente para no dar señal alguna de la división que presuntamente se vive dentro del partido liberal norteamericano.
Al final del debate, las encuestas sobre quién había ganado el encuentro se inclinaban ligeramente por el senador de Illinois, pero las diferencias no fueron abismales.
De momento, una encuesta realizada por el diario Los Angeles Times indicó que la ex primera dama solo aventaja a Obama por cinco puntos en Pensylvania.