Condenada López Resina a 19 años por el atentado con coche-bomba en Barcelona en 1993
01/10/2010 - 09:45

La sección primera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional ha condenado a 19 años de prisión a la etarra Dolores López Resina por su participación en un atentado con coche-bomba en la estación de Sants de Barcelona en 1993 en el que no hubo víctimas.
En su sentencia, considera probado que López Resina, "Lola", junto a sus compañeros del "comando Barcelona" Felipe San Epifanio, Rosario Ezquerra y Gregorio Vicario Setién, ya condenados por estos hechos, sustrajeron un vehículo el 28 de octubre de 1993 "a fin de adecuarlo para obtener de él un coche-bomba al que hacer explosionar".
Tras robar el coche en Hospitalet de Llobregat, forzando las puertas "con un sacacorchos y un taladro", le cambiaron las placas de matrícula por otras previamente sustraídas, le introdujeron en el maletero un artefacto explosivo compuesto por unos 10 kilos de Amosal y lo dejaron aparcado en la zona de la estación de Sants.
Sobre las 15.50 horas, prosigue la sentencia, se recibió una llamada en el diario "Egin", "mediante la que se comunicaba las características del vehículo y lugar donde estaba aparcado, advirtiendo de que explosionaría entre las 16.30 horas y las 16.45 horas".
Las Fuerzas de Seguridad, localizaron el vehículo y procedieron "al rápido desalojo de la estación -muy concurrida ese día al coincidir con un puente-, así como al del hotel situado encima del aparcamiento".
Minutos después estalló el artefacto, "saliendo disparadas en todas direcciones diversas partes del vehículo, sin que los técnicos en desactivación de explosivos, que de forma inmediata se personaron en el lugar de los hechos, pudieran neutralizarlo".
La explosión causó daños en el citado hotel (27.346,87 euros), en la estación de Renfe (1.389,24) y a bienes de una decena de particulares, valorados entre 177 y 2.584 euros.
Para condenar a López Resina -que suma ya más de 250 años de cárcel desde su entrega desde Francia el pasado julio-, el tribunal se basa en la confesión que prestó en dependencias policiales Felipe San Epifanio, ya que la acusada se negó a declarar en el juicio y sólo dijo que era "catalana", que pertenecía a ETA y gritó "gora ETA".
San Epifanio incriminó entonces a la etarra en estos hechos y la reconoció fotográficamente "como el cuarto miembro del comando al que menciona como 'Lola' o 'la catalana'".
Cuando fue preguntado acerca de esta confesión en el juicio a su compañera de "comando", San Epifanio aseguró que lo que dijo fue bajo torturas, alegatos que para la sala "quedan desvirtuados por los razonamientos" que figuran en la sentencia por la que fue condenado por este atentado.
Tras robar el coche en Hospitalet de Llobregat, forzando las puertas "con un sacacorchos y un taladro", le cambiaron las placas de matrícula por otras previamente sustraídas, le introdujeron en el maletero un artefacto explosivo compuesto por unos 10 kilos de Amosal y lo dejaron aparcado en la zona de la estación de Sants.
Sobre las 15.50 horas, prosigue la sentencia, se recibió una llamada en el diario "Egin", "mediante la que se comunicaba las características del vehículo y lugar donde estaba aparcado, advirtiendo de que explosionaría entre las 16.30 horas y las 16.45 horas".
Las Fuerzas de Seguridad, localizaron el vehículo y procedieron "al rápido desalojo de la estación -muy concurrida ese día al coincidir con un puente-, así como al del hotel situado encima del aparcamiento".
Minutos después estalló el artefacto, "saliendo disparadas en todas direcciones diversas partes del vehículo, sin que los técnicos en desactivación de explosivos, que de forma inmediata se personaron en el lugar de los hechos, pudieran neutralizarlo".
La explosión causó daños en el citado hotel (27.346,87 euros), en la estación de Renfe (1.389,24) y a bienes de una decena de particulares, valorados entre 177 y 2.584 euros.
Para condenar a López Resina -que suma ya más de 250 años de cárcel desde su entrega desde Francia el pasado julio-, el tribunal se basa en la confesión que prestó en dependencias policiales Felipe San Epifanio, ya que la acusada se negó a declarar en el juicio y sólo dijo que era "catalana", que pertenecía a ETA y gritó "gora ETA".
San Epifanio incriminó entonces a la etarra en estos hechos y la reconoció fotográficamente "como el cuarto miembro del comando al que menciona como 'Lola' o 'la catalana'".
Cuando fue preguntado acerca de esta confesión en el juicio a su compañera de "comando", San Epifanio aseguró que lo que dijo fue bajo torturas, alegatos que para la sala "quedan desvirtuados por los razonamientos" que figuran en la sentencia por la que fue condenado por este atentado.