D. Pedro Zaragoza Orts, exgobernador de Guadalajara y fundador del Benidorm moderno

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

Necrológica
El 11 de noviembre de 2002, en cumplimiento de una moción presentada por el grupo socialista y votada por unanimidad del Pleno del Ayuntamiento de Benidorm el 27 de diciembre del año anterior, miles de personas, según la prensa local de aquellos días, participaron en el descubrimiento de una placa que daba el nombre de una céntrica alameda de la ciudad de Benidorm al alcalde Pedro Zaragoza Orts.
Aquel día también fue nombrado Hijo Predilecto y se institucionalizó un premio anual sobre Turismo denominado ‘Pedro Zaragoza Orts’. La moción de los socialistas recordaba que Zaragoza “tomó las decisiones más importantes en la historia de Benidorm, algunas de ellas trascendentes para el desarrollo del futuro de este municipio y otras más anecdóticas y dignas de la mejor empresa de marketing de nuestros días para promocionar las playas de Benidorm".
El 1 de abril de 2008, las banderas de este mismo ayuntamiento ondearon a media asta cumpliendo el primero de los dos días de luto oficial por el fallecimiento del ex alcalde y el salón de plenos del Consistorio abría sus puertas como capilla ardiente. La misa de funeral en la iglesia de San Jaime, muy cerca de la alameda que lleva su nombre y también de la calle Tomás Ortuño, donde había nacido casi ochenta y seis años antes- el 22 de mayo de 1928- y tenía su despacho de abogados (ubicado en la misma habitación en la que nació), constituyó este martes el homenaje póstumo de una ciudad a la figura más importante de su historia, al alcalde que convirtió un pueblo pesquero de 1.700 habitantes en la ciudad turística más importante de España y referente internacional, gracias a la aprobación de un Plan General de Ordenación Urbana que hiló varios planes parciales.
“Cuando me muera quiero que digan que ha muerto el periodista Pedro Zaragoza”, bromeaba con su agudo sentido del humor. Y es que este abogado de profesión y graduado en Turismo por la Universidad de Alicante cuando tenía ya 82 años, había superado con éxito tres cursos de periodismo. Autor de varios libros; colaborador habitual de algunos medios de comunicación locales; conferenciante del tema que le apasionaba: El urbanismo, materia en la que están especializados sus despachos de Madrid y Benidorm; cofundador del club Siglo XXI, son muchos los reconocimientos, los cargos que ha tenido o ha ocupado a lo largo de una intensa e interesante vida Pedro Zaragoza, un hombre que mantuvo lúcido y activo- siempre pendientes de las cosas de su despacho y de los suyos- hasta el final de su vida, acaecido este martes.
Fue alcalde de Benidorm entre 1950 y 1967 convirtiéndola de pueblo pesquero a ciudad de los rascacielos.gracias a un concepto de urbanismo en el que había espacio para las zonas verdes y de servicios que compensasen la altura de los edificios.Tuvo don Pedro una visión modernista impropia de su vida que le llevó a protagonizar uno de los episodios más rocambolescos de su vida, que le gustaba recordar. Fue cuando aprobó un decreto por el que permitía el uso del bikini en las playas de la localidad en la España del año 62. La Iglesia Católica le amenazó con la excomunión si no lo retiraba y el régimen franquista le increpó. Don Pedro, con lo puesto, y con una moto Vespa viajó desde Benidorm hasta el Palacio del Pardo para visitar a Franco, que aunque en principio fue reticente, algo debió de ver en aquel atrevido alcalde de pueblo que le quería hacer comprender la importancia del turismo para la débil economía española. Zaragoza volvió con su decreto validado en el bolsillo y con la amistad ganada del entonces jefe de Estado, que contó también entre sus amigos con el presidente chileno, Salvador Allende, el general Perón o el escritor Azorín, entre otras y muy variadas personalidades, tanto de derechas como de izquierdas. Entre sus amigos, Salvador Embid.
Además de ser estudiante para marino en Barcelona; maletero en la estación de Atocha, su primer trabajo; minero en Cáceres; empleado de la Caja de Ahorros del Mediterráneo en Villajoyosa; alcalde de Benidorm y presidente de la Diputación Provincial de Alicante, Pedro Zaragoza fue gobernador civil de la provincia de Guadalajara entre 1974 y 1976, no dejando indiferente su paso por nuestra tierra a la que siempre mantuvo el cariño y el contacto con los que él llamaba “mis amigos de Guadalajara”, por los que cada verano nos preguntaba.
Fue un hombre de profundas convicciones que siempre defendió sin importarle las consecuencias y muchas de éstas no le fueron favorables. Sus dos grandes amores fueron Benidorm y su familia. Adoraba a su mujer María Ivars, a sus cuatro hijos y a sus ocho nietos, que colmaron de felicidad su casa en los últimos años y que eran su vida y su pasión. A cuanto tuvimos la suerte de conocerle y de contar con él como amigo, su muerte nos ha causado gran pena. Su figura siempre permanecerá en nuestras cabezas y nuestros corazones. Descanse en paz.