Denuncian el riesgo para las motos de los llamados ‘cojines berlineses’
Son unos realces para reducir la velocidad; hay más de 60 en la capital
La seguridad vial es cosa de todos y esto es lo que precisamente echan más en falta desde la Unión Internacional para la Defensa de los Motociclistas (IMU), desde donde se advierte de la extensión incontrolada e ilícita de los elementos reductores de velocidad conocidos como cojín berlinés.
El cojín berlinés, cuyo origen se remonta a la misma ciudad que le da nombre, es sistema de reducción de velocidad, consistente en una plataforma prefabricada y sobre elevada, de forma cuadrada o rectangular, con abatimiento por los cuatro lados y que se ubica en el carril de la calzada. Pero, lo más importante de todo es que puede afectar a la estabilidad de una motocicleta, tal y como denuncian desde la IMU.
Tan sólo en Guadalajara, la organización ya ha detectado la existencia de 63 plataformas de este tipo, distribuidas a lo largo de una decena de calles, como la calle Laguna Grande, donde hay ocho cojines berlineses; los mismos que en la calle Ricardo Velázquez Bosco, seis en la avenida Santa María Micaela o los 14 de la Avenida Juan Pablo II.
La organización ha interpuesto una denuncia administrativa al Ayuntamiento de Guadalajara –ya lo han hecho en otras localidades españolas– por “instalar en la calzada elementos ilegales de alto riesgo para ciclistas y motociclistas, no permitidos por la ley de tráfico y su reglamento”, según informan desde la propia IMU. La plataforma ha presentado la denuncia ante “el máximo representante del Ayuntamiento, que es quien tiene la competencia sancionadora”, detallan.
“Lo cierto es que es un sistema que en determinadas ocasiones a lo mejor podría funcionar pero realmente es muy ineficaz”, advierte Juan Carlos Toribio , responsable de Seguridad Vial de la IMU. “Todos los reductores de velocidad son peligrosos para ciclistas y motoristas, pero el cojín berlinés (que debe considerarse un obstáculo ilegal) es mucho más peligroso”, avisa.
Obstáculos
Entre las alegaciones, la plataforma destaca la prohibición de crear obstáculos o peligros de cara a la circulación así como la modificación de las circunstancias apropiadas para circular, la existencia de resaltos en pasos de peatones o bandas transversales siempre y cuando se garantice la seguridad vial de los usuarios y, en particular, de los ciclistas, normativa recogida en la Ley de Tráfico.
Desde la IMU ponen de manifiesto que la Orden FOM/3053/2008, por la que se aprueba la Instrucción Técnica para la instalación de reductores de velocidad y bandas transversales de alerta en carreteras del Estado “en ningún caso la norma trata al cojín berlinés como reductor de velocidad o banda transversal dealerta”.
Entre las principales razones por las que los cojines berlineses entrañan un considerable riesgo para los motociclistas se encuentra, en primer lugar, “el efecto esquiva” o maniobra evasiva, tal y como explica Toribio. “Si las motos esquivan por su derecha se encuentran con la acera o la zona de estacionamiento y una posible apertura de puertas de los turismos, que hace mucho daño”, asegura. “Por la izquierda, nos encontramos con el carril de circulación en sentido contrario”, objeta añadiendo que “nos pone en peligro porque nos aproxima y reducimos las distancias laterales de seguridad”.
Por otro lado, la trayectoria de un vehículo de dos ruedas puede verse afectada también de forma involuntaria hacia sus laterales, generando salida de vía o invasiones de carril contrario. “El plano inclinado te puede redireccionar hacia un lado o hacia otro”, denuncia Toribio.
Por último, otro de los grandes riesgos es la pérdida de adherencia, especialmente frecuente en condiciones de humedad -con la lluvia-que puede ocasionar deslizamientos.
Desde la IMU solicitan la instalación de otras soluciones técnicas, como los pasos peatonales sobreelevados, el lomo de asno o las bandas transversales de alerta, que también cumplen con la función de alertar a los conductores de cara a una posible acción preventiva.