Descubierta la cueva de una secta en Rusia
01/10/2010 - 09:45
Por: EUROPA PRESS
Todos los miembros de la secta religiosa que permanecían desde el pasado mes de noviembre encerrados en una cueva subterránea cerca de Nikolskoye, en la provincia rusa de Penza (centro), a la espera del fin de mundo, salieron ayer por la mañana a la superficie, según informó el jefe de distrito, Vladimir Provotorov, citado por la agencia rusa de noticias RIA Novosti.
Los ermitaños se decidieron a salir en el mismo momento en que los socorristas y los agentes de la Policía habían empezado a subir a la superficie los cadáveres de dos sectarias fallecidas hace cinco meses dentro de la cueva. "Les propusieron salir y aceptaron", dijo Provotorov.
Los cuerpos de ambas difuntas, cuyos nombres siguen sin precisarse, fueron recuperados en esta pasada noche. Un representante de la Fiscalía regional afirmó que se va a efectuar una prueba forense para averiguar las causas de estas muertes, pero los propios anacoretas aseguraron que una de sus compañeras falleció debido a "un estricto ayuno de cuaresma", y la otra, a causa de una enfermedad. "Todo esto tendrá que aclararse", advirtió Provotorov. Treinta y cinco miembros de la secta de los "auténticos creyentes ortodoxos", entre ellos, varios menores de edad, se encerraron en la cueva en noviembre y amenazaron con quemarse a lo bonzo si alguien intentaba sacarles por la fuerza.
Los cuerpos de ambas difuntas, cuyos nombres siguen sin precisarse, fueron recuperados en esta pasada noche. Un representante de la Fiscalía regional afirmó que se va a efectuar una prueba forense para averiguar las causas de estas muertes, pero los propios anacoretas aseguraron que una de sus compañeras falleció debido a "un estricto ayuno de cuaresma", y la otra, a causa de una enfermedad. "Todo esto tendrá que aclararse", advirtió Provotorov. Treinta y cinco miembros de la secta de los "auténticos creyentes ortodoxos", entre ellos, varios menores de edad, se encerraron en la cueva en noviembre y amenazaron con quemarse a lo bonzo si alguien intentaba sacarles por la fuerza.