Detenido un albalateño implicado en una red de fraude de IVA en coches de lujo
01/10/2010 - 09:45
Un albalateño se encuentra entre los ocho detenidos por su implicación en una trama que había defraudado 60 millones de euros en el IVA por la adquisición en el territorio de la UE de vehículos de lujo procedentes de Alemania, Holanda y Bélgica. Entre los efectos incautados se encuentran 37 coches de gama alta, relojes de prestigiosas marcas, casi 170.000 euros en efectivo, 49 viviendas, 27 plazas de garaje, 10 fincas rústicas, una embarcación de 16 metros de eslora y 81 cuentas bancarias bloqueadas.
Agentes de la Policía Nacional, en colaboración con la Agencia Tributaria, han descubierto una trama que había defraudado 60 millones de euros en el IVA por la adquisición intracomunitaria de vehículos de lujo procedentes de Alemania, Holanda y Bélgica, y ha detenido a ocho personas, en las provincias de Alicante, Madrid, Valencia y Guadalajara, una de ellas en Albalate de Zorita, implicadas en delitos contra la Hacienda Pública, falsedad documental mercantil y blanqueo de capitales. Para sus fines, utilizaron al menos 23 empresas instrumentales que en cuatro años habían manejado unos 365 millones de euros y cuyo IVA nunca fue ingresado en las arcas públicas.
El esquema clásico de la trama era el siguiente: un operador fraudulento -conocido como trucha era situado en el primer escalón de la importación y simulaba realizar operaciones de compra de productos en la Unión Europea que, al tratarse de operaciones intracomunitarias, están exentas de IVA. Normalmente suele ser una sociedad limitada, con poco o nulo capital y tiene como administradores o apoderados a sujetos insolventes. Esta primera sociedad transmite los vehículos en facturas con IVA a otras sociedades pantalla, que actúan como parachoques ante la acción de la Justicia y el fisco, aunque el impuesto repercutido no es declarado ni ingresado en la Hacienda Pública.
El único propósito que persigue la organización con este tipo de entidades es el de servir de cortafuegos: cuantas más entidades de este tipo se colocan, más dificultades se generan para su descubrimiento.
El esquema concluye cuando los automóviles pasan a un empresario de la distribución que previamente los ha encargado, quien los vende a clientes finales.
El IVA no pagado se reparte entre todos los escalones de la cadena delictiva e incluso, se destina al abaratamiento de los precios de los automóviles, lo que supone una competencia desleal para las empresas que sí cumplen con sus obligaciones fiscales.
El esquema clásico de la trama era el siguiente: un operador fraudulento -conocido como trucha era situado en el primer escalón de la importación y simulaba realizar operaciones de compra de productos en la Unión Europea que, al tratarse de operaciones intracomunitarias, están exentas de IVA. Normalmente suele ser una sociedad limitada, con poco o nulo capital y tiene como administradores o apoderados a sujetos insolventes. Esta primera sociedad transmite los vehículos en facturas con IVA a otras sociedades pantalla, que actúan como parachoques ante la acción de la Justicia y el fisco, aunque el impuesto repercutido no es declarado ni ingresado en la Hacienda Pública.
El único propósito que persigue la organización con este tipo de entidades es el de servir de cortafuegos: cuantas más entidades de este tipo se colocan, más dificultades se generan para su descubrimiento.
El esquema concluye cuando los automóviles pasan a un empresario de la distribución que previamente los ha encargado, quien los vende a clientes finales.
El IVA no pagado se reparte entre todos los escalones de la cadena delictiva e incluso, se destina al abaratamiento de los precios de los automóviles, lo que supone una competencia desleal para las empresas que sí cumplen con sus obligaciones fiscales.