El 25% de la población sufrirá al menos una enfermedad mental a lo largo de su vida

29/12/2016 - 17:09 Redacción

Las que más afectan a los españoles son la depresión y la ansiedad.

El 25 por ciento de la población española sufrirá al menos una enfermedad mental a lo largo de su vida, tal y como ha recordado el presidente de la Sociedad Española de Psiquiatría Biológica (SEPB), Miguel Bernardo, con motivo de la celebración del XIX Congreso Nacional de Psiquiatría, organizado por la Sociedad Española de Psiquiatría (SEP), SEPB y la Fundación Española de Psiquiatría y Salud Mental (FESPM). “Las enfermedades que más afectan a la población española son la depresión y la ansiedad, tras las cuales aparecen otros trastornos graves como son la esquizofrenia, el trastorno bipolar o el trastorno obsesivo-compulsivo”, explicó Bernardo.
    Ahora bien, en este sentido los expertos reunidos han comentado que la Psiquiatría española se encuentra con retos presentes pero sobre todo futuros, ligados a los nuevos estilos de vida que están provocando en los últimos años cambios en el perfil de las conductas adictivas, apareciendo nuevas adicciones o nuevos patrones de consumo, que repercuten tanto en el estado de salud como en la aparición de nuevas patologías.
    “Los psiquiatras vamos muy perdidos, porque es una realidad que está cambiando mucho y muy rápido. Un ejemplo son las nuevas sustancias psicoactivas: de origen sintético, elaboradas en laboratorios clandestinos, que imitan los efectos de las drogas clásicas, y que dependiendo de la sustancia se venden como incienso, especias, fertilizantes o abonos para plantas, sales de baño, limpiadores o mezclas de plantas”,  enfatiza la directora de adicciones del Hospital de Mar (Barcelona), Marta Torrens.
    De hecho, prosigue, hay “muy pocos” estudios farmacológicos que digan qué es lo que hacen en el cuerpo. “Tenemos más información de los efectos que observamos. El primer contacto con las personas que consumen estas drogas es en el ámbito médico de urgencias. Aparecen con agitación, ansiedad, cuadros de depresión grave o psicóticos agudos como alucinaciones”, ha apostillado.
    Por otra parte, los adolescentes tienen mayor riesgo de implicarse en conductas adictivas con las nuevas tecnologías, en especial los pacientes con trastorno por déficit de atención e hiperactividad. La dificultad de adaptación interpersonal, de rendimiento académico y laboral, de autoestima, es un campo propicio para la búsqueda de distracciones con las nuevas tecnologías.
    “Hablamos de adicciones a videojuegos, juego on line, consumo de determinados contenidos de la red, chatear. Las características son las propias de una adicción, como pérdida de control respecto a la conducta y consecuencias negativas en diversos aspectos de la vida, ya que abandonan sus amigos físicos, solo se relacionan vía on line, modifican sus actividades de ocio y con la familia, debido al tiempo que pasan en la red, aislándose”, ha recalcado la psiquiatra del Hospital Ramón y Cajal y del Programa de Adolescentes y Familias de Proyecto Hombre Madrid, Enriqueta Ochoa.
    Actualmente los psiquiatras abordan estas conductas con los instrumentos de terapia cognitiva-conductual como otras adicciones, adaptándolas a la realidad de los pacientes. “Solo si hay importante sintomatología afectiva o ansiosa utilizamos tratamiento específico para ello”, aseveró.