El año hidrológico finaliza en Guadalajara con 11 derivaciones desde los embalses de cabecera

El pasado 30 de septiembre finalizó el año hidrológico 2015-2016, que se saldaba en la provincia de Guadalajara con 11 trasvases aprobados. Desde el Gobienro regional, la consejera, Elena de la Cruz, destacó que a dos de ellos se les había dado luz verde midiendo los datos con dos meses de antelación, lo que sirvió para aprobar un nivel de trasvases basado frecuentemente en cuantías de máximos. Por ello, De la Cruz consideró que ha sido un año “nefasto”.
Por su parte, el presidente de la Asociación de Municipios Ribereños, Francisco Pérez Torrecilla, señala que en lo tocante a las aportaciones hidrológicas, el año  “ha sido mas o menos como el  anterior. Hemos mantenido un poco más de agua porque, al final, la primavera vino un poco más lluviosa”. Esto ha servido para acabar con unos “80 o 90 hectómetros cúbicos más”. Sin embargo, no quiere decir que sea optimista respecto al futuro.  “La esperanza de ver los pantanos recuperados ha ido a peor. Al final parece que están esperando que caigan cuatro gotas para llevarse cinco”. 
En la última medición realizada, el pasado día 3 de octubre, la Confederación Hidrográfica del Tajo confirmaba la existencia de 179 hectómetros cúbicos en Entrepeñas de sus 835 máximos. En cuanto a Buendía, almacena 259 de 1.630 que podría llegar a guardar. Entre los dos suman 438 hectómetros cúbicos, lo que supone un 17 por ciento de los 2.474 hectómetros cúbicos en el que se encuentra establecido su tope máximo. Con todo, la cifra es superior a la que se registró al final del pasado ciclo hidrólogico, cuando Entrepeñas y Buendía sumaban 331 hectómetros, 13, 3 por ciento de su capacidad total. 
Torrecilla apunta que, gracias a las lluvias que llegaron al final de la primavera, “este año ha sido más caluroso, pero no más seco. No hubo muchas temporadas de lluvias, pero el final de la primavera fue muy lluvioso. Se ha salvado por eso”. 

Un futuro desalado
Tanto De la Cruz como Torrecilla se muestran escépticos respecto al futuro. El presidente de los ribereños considera que es fundamental que se produzca un cambio en las políticas del Gobierno nacional. “Si no cambia de política, el año que viene volverá a ser un año perdido para la comarca ribereña, de nuevos problemas económicos y pésimas reservar hídricas en los embalses”. Lo que espera que no se produzcan son problemas de abastecimiento en los municipios, ya que eso significará que las obras de Morillejo están concluidas.  
Para la consejera es preciso que se plasme en realidades la negociación multilateral en este sentido mediante “un pacto nacional del agua real y no un pacto regional con Murcia” que el Ejecutivo que preside Mariano Rajoy persiste en escenificar con continuas visitas, reuniones unilaterales y anuncios de “inversiones millonarias que también necesitamos otras regiones, porque la sequía es para todos”. La consejera invitó de nuevo al Gobierno de España a abrir un amplio diálogo que acomode y satisfaga a todos los territorios, “y no sólo a unos”.
Elena de la Cruz recordó que las previsiones de otoño seco son también “para todos”, por lo que exhortó al Gobierno de España a impulsar la desalación de manera permanente y estructural para aportar agua a la agricultura próxima a la costa, a terminar de construir las infraestructuras pendientes que “permitan dejar de esquilmar el Tajo” y a trabajar en la fijación de precios equilibrados definitivos entre el agua del trasvase y la que procede de dulcificar el mar, ya que “los avances de la tecnología solar permiten un gran ahorro energético en el funcionamiento de las plantas”. 
No obstante, la consejera considera las últimas inversiones anunciadas en el desarrollo del sistema de desalación como la “única noticia positiva” dentro de la gestión hídrica del Ministerio de Agricultura, aunque espera que el Gobierno continúe apostando por “una generalización de los sistemas alternativos” más allá de la temporalidad de las medidas debidas a la sequía. La consejera indicó que mientras no se produzca ese cambio de orientación basado en la modificación de las fuentes prioritarias de provisión de agua y con una equiparación de precios, “continuaremos igual”.