El Balneario de Caldelas de Tui en el Bajo Miño
30/11/2011 - 10:58
La pequeña localidad de Tui es un auténtico tesoro en la provincia de Pontevedra. No sólo en ella están las iglesias más bonitas de Galicia, sino que pasear por sus calles es un verdadero deleite para la vista. En Tui se puede disfrutar de construcciones monumentales, tradicionalmente gallegas, y muy bien conservadas. Pero el turismo no es la única actividad que se desarrolla en Tui ya que la villa es mundialmente conocida por la calidad de sus aguas termales.
En Tui, se encuentra el Balneario de Caldelas de Tui. Los datos que recogen la bondad de las aguas de la zona se remontan al año 1675, fecha en la que aparece el primer escrito que menciona la calidad de sus aguas. En el siglo XIX se comenzó a explotar el balneario de forma rudimentaria. Ya a finales de ese siglo, cuando estaba probada de sobra la rentabilidad de utilizar dichas aguas con fines terapéuticos, el secretario de Alfonso XII compró las tierras y en 1880 se inaugura oficialmente el balneario.
Seis años más tarde, le toca el turno al hotel del balneario y en 1928 se da a conocer la utilidad pública de las aguas. La etapa más oscura que vivió el balneario abarcó los años de la Guerra Civil, cuando estuvo cerrado. En 1989 se llevó a cabo la remodelación total del Hotel y en 1992 se inauguró el nuevo establecimiento. Históricamente, la situación del balneario, en la Ribera del Miño, propiciaba que los pastores llevaran a las burras a pastar a la explanada. Los convalecientes que pasaban los días en el balneario acudían en numerosas ocasiones a comprar vasos de leche de burra.
El Balneario de Caldelas de Tui está formado por dos edificios de piedra, con estilos totalmente distintos. El primero de ellos, que había sido el emplazamiento del viejo hotel fue construido en el XIX en piedra de costa y con tres alturas. El segundo es conocido como el nuevo hotel y es de granito con cuatro alturas. Los dos edificios recuerdan el pasado y el presente del balneario, simbiosis única de la comunidad de dos épocas unidas por las aguas termales beneficiosas para la salud del hombre.
Aguas para afecciones respiratorias, reumatismos, artrosis o artritis
Las aguas tienen como característica que son hipertermales, clorurado-sódicas y sulfhídrico-azoadas, ventajosas para aquellas personas que tienen problemas de salud que afecten al aparato respiratorio, reumatismo, artrosis o artritis.
Este balneario está destinado, exclusivamente, al uso terapéutico, en sus instalaciones no se realizan curas antiestrés. Son tres las grandes técnicas que aplica, teniendo en cuenta la dolencia, y van desde la balneoterapia, que consiste en todas las vertientes de baños, desde los generales, con burbujas o las duchas subacuáticas, las aplicaciones a chorro, hasta las técnicas destinadas a solucionar problemas respiratorios como inhalaciones o duchas nasales.
El balneario ofrece también otros servicios complementarios como los masajes terapéuticos y las saunas. A pesar de que esta agua tiene ventajas para la salud, está contraindicada para casos de cáncer, tuberculosis y cardiopatías tanto antiguas como recientes.
El balneario está situado en un lugar encantador ya que permite combinar la tarea del cuidado de la salud con el descanso y los largos paseos disfrutando del entorno. No hay que olvidarse tampoco de degustar las especialidades culinarias de la zona entre las que destacan las angulas, la lamprea o el salmón del Miño, todo regado con los caldos de la tierra.
Seis años más tarde, le toca el turno al hotel del balneario y en 1928 se da a conocer la utilidad pública de las aguas. La etapa más oscura que vivió el balneario abarcó los años de la Guerra Civil, cuando estuvo cerrado. En 1989 se llevó a cabo la remodelación total del Hotel y en 1992 se inauguró el nuevo establecimiento. Históricamente, la situación del balneario, en la Ribera del Miño, propiciaba que los pastores llevaran a las burras a pastar a la explanada. Los convalecientes que pasaban los días en el balneario acudían en numerosas ocasiones a comprar vasos de leche de burra.
El Balneario de Caldelas de Tui está formado por dos edificios de piedra, con estilos totalmente distintos. El primero de ellos, que había sido el emplazamiento del viejo hotel fue construido en el XIX en piedra de costa y con tres alturas. El segundo es conocido como el nuevo hotel y es de granito con cuatro alturas. Los dos edificios recuerdan el pasado y el presente del balneario, simbiosis única de la comunidad de dos épocas unidas por las aguas termales beneficiosas para la salud del hombre.
Aguas para afecciones respiratorias, reumatismos, artrosis o artritis
Las aguas tienen como característica que son hipertermales, clorurado-sódicas y sulfhídrico-azoadas, ventajosas para aquellas personas que tienen problemas de salud que afecten al aparato respiratorio, reumatismo, artrosis o artritis.
Este balneario está destinado, exclusivamente, al uso terapéutico, en sus instalaciones no se realizan curas antiestrés. Son tres las grandes técnicas que aplica, teniendo en cuenta la dolencia, y van desde la balneoterapia, que consiste en todas las vertientes de baños, desde los generales, con burbujas o las duchas subacuáticas, las aplicaciones a chorro, hasta las técnicas destinadas a solucionar problemas respiratorios como inhalaciones o duchas nasales.
El balneario ofrece también otros servicios complementarios como los masajes terapéuticos y las saunas. A pesar de que esta agua tiene ventajas para la salud, está contraindicada para casos de cáncer, tuberculosis y cardiopatías tanto antiguas como recientes.
El balneario está situado en un lugar encantador ya que permite combinar la tarea del cuidado de la salud con el descanso y los largos paseos disfrutando del entorno. No hay que olvidarse tampoco de degustar las especialidades culinarias de la zona entre las que destacan las angulas, la lamprea o el salmón del Miño, todo regado con los caldos de la tierra.