El cambio climático puede invertir la circulación de las corrientes atlánticas

04/11/2010 - 17:29 Europa Press


El cambio climático que vivió la Tierra hace unos 20.000 años durante la época glacial invirtió el sentido de las corrientes marítimas en el Océano Atlántico, una situación que se podría reproducir en el próximo siglo de forma similar, según una investigación liderada por científicos de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB).


La investigación demuestra que la circulación meridional de retorno --nombre que recibe el desplazamiento de las corrientes en el Atlántico-- fue en el pasado "muy sensible" a los cambios en el balance de la salinidad de las corrientes, algo que presumiblemente pasará en las zonas próximas a los casquetes polares con el deshielo ocasionado por el calentamiento global.


El estudio, que publica la revista 'Nature', revela detalles sobre los modelos de inversión de la circulación profunda, que ya han sido simulados, y son relevantes porque permiten mejorar la capacidad predictiva de los mismos de forma más fiable, según un comunicado de la UAB.


La investigación, realizadA por un equipo internacional de científicos, ha contado con la participación de las universidades de Sevilla, Oxford y Cardiff (Gran Bretaña), y ha estado liderada por los miembros del Instituto de Ciencia y Tecnología Ambientales (Icta) y del Departamento de Física de la UAB, Rainer Zahn y Pere Masqué.


Las indagaciones parten de la premisa de que las corrientes marinas calientes transportan enormes cantidades de energía desde los trópicos hasta la región subpolar del Atlántico Norte e influyen en los patrones climáticos regionales. Una vez en el norte, las corrientes se enfrían, sus aguas se hunden, y con ellas transfieren carbono desde la atmósfera a la zona abisal.


La investigación se ha centrado en la distribución en el Atlántico de ciertos isótopos que se generan a partir de la desintegración natural del uranio en el agua del mar, y que se dispersan en la cuenca atlántica por la circulación de las corrientes.


De este modo, se demuestra que la circulación oceánica fue muy diferente en el pasado, y que hubo un periodo durante el que se invirtió el régimen de circulación de las aguas profundas del Atlántico, lo que sucedió cuando el clima era más frío en el norte y se alteró el equilibrio de densidades.