El Centro Apícola de Marchamalo busca la excelencia de la miel a través de un programa europeo
01/10/2010 - 09:45
Por: DIANA PIZARRO
EDUCACIÓN Y CIENCIA
Lidera una investigación que reportará beneficios directos a los apicultores
La consejera de Educación, Ciencia y Cultura, María Ángeles García, conoció ayer de primera mano el último trabajo de investigación que se está desarrollando en el Centro Regional Apícola, en Marchamalo, con fondos del VII Programa Marco de la Unión Europea.
En el proyecto, Apifresh, está trabajando un equipo internacional con presencia tanto de investigaciones españoles como alemanes, italianos y turcos. Todo ello con el objetivo de establecer una norma de calidad y autenticidad para el polen y la jalea real.
Este proyecto, liderado por la doctora Amelia Virginia González Porto, es una referencia a nivel europeo, y comparte el objetivo del Gobierno regional de internacionalizar nuestra I+D y realizar una transferencia entre la generación de conocimiento y el día a día de nuestras empresas apícolas. La consejera hizo especial hincapié en este hecho, ya que ante problemas y situaciones que surgen en una explotación apícola, este centro aparece como referencia, pues aquí encuentran amparo. Por ello, García calificó de sobresaliente la actuación del Centro Regional Apícola.
La responsable incidió en que el proyecto, que comenzó el pasado 1 de julio y tendrá una duración de tres años, está encauzado a satisfacer las necesidades del sector. Nosotros actuamos en respuesta a ello, por ejemplo, a nivel de etiquetado, para que el consumidor conozca realmente los componentes nutritivos y saludables del producto. Para ello se pretende establecer un protocolo y unos estándares para el control de calidad, pues la miel es un producto alimenticio cada vez más reconocido como tal. Asimismo, esta identificación supone igualmente un apoyo económico a los apicultores, ante la entrada de productos que no llevan el mismo control sanitario.
Apifresh está dividido en tres grupos de investigación. Uno de jalea real, otro de polen apícola, y el tercero que intentará establecer los medios de ayuda a los apicultores. También participan en este proyecto a nivel europeo tres pymes, que colaboran en la explotación de los resultados, pues por la envergadura del proyecto debemos divulgarlo al máximo, señaló González Porto. Por último, tienen presencia en Apifresh un grupo de asociaciones de apicultores, que serían los principales beneficiarios. Queremos diferencias los pólenes europeos y los de fuera de Europa, conocer sus componentes, cualidades... en definitiva, qué nos pueden aportar a la salud, explicó la responsable del proyecto, quien añadió que existe un pre-estudio normativo a nivel nacional que sirve como fuente, al haber registrado ciertos parámetros como el ph, la humedad, la acidez, la conductividad y las proteínas y vitaminas, entre otras cosas.
Dentro de este nuevo estudio también se atenderá a características más visibles para el consumidor, como el color de la miel y otros productos de la colmena. Estos diferentes tonos corresponden a especies de plantas determinadas. Así, la mayoría de los componentes les dan estas cualidades, y nosotros lo que queremos es separar y conocer qué especie en particular aporta esa característica, y si varía cuando hay cambios en la climatología, en la diversidad de vegetación que tiene la abeja...
La financiación de este proyecto europeo procede en su mayor parte de la Unión Europea, aunque se complementa a través de un modelo de subcontratación, a través del cual las asociaciones y las pymes participantes subcontratan la investigación a los centros (Marchamalo, Madrid y Turquía). Posteriormente, el trabajo de diseminación de resultados y gestión del proyecto corre a cargo de las propias empresas y los centros. A pesar de que son unos tiempos muy complicados, en Castilla-La Mancha hemos decidido que el mejor camino para salir de esta crisis es cambiando el modelo productivo, convencidos de que hay que apostar por la formación y el conocimiento, y transferirlo al mundo productivo.
Este proyecto, liderado por la doctora Amelia Virginia González Porto, es una referencia a nivel europeo, y comparte el objetivo del Gobierno regional de internacionalizar nuestra I+D y realizar una transferencia entre la generación de conocimiento y el día a día de nuestras empresas apícolas. La consejera hizo especial hincapié en este hecho, ya que ante problemas y situaciones que surgen en una explotación apícola, este centro aparece como referencia, pues aquí encuentran amparo. Por ello, García calificó de sobresaliente la actuación del Centro Regional Apícola.
La responsable incidió en que el proyecto, que comenzó el pasado 1 de julio y tendrá una duración de tres años, está encauzado a satisfacer las necesidades del sector. Nosotros actuamos en respuesta a ello, por ejemplo, a nivel de etiquetado, para que el consumidor conozca realmente los componentes nutritivos y saludables del producto. Para ello se pretende establecer un protocolo y unos estándares para el control de calidad, pues la miel es un producto alimenticio cada vez más reconocido como tal. Asimismo, esta identificación supone igualmente un apoyo económico a los apicultores, ante la entrada de productos que no llevan el mismo control sanitario.
Apifresh está dividido en tres grupos de investigación. Uno de jalea real, otro de polen apícola, y el tercero que intentará establecer los medios de ayuda a los apicultores. También participan en este proyecto a nivel europeo tres pymes, que colaboran en la explotación de los resultados, pues por la envergadura del proyecto debemos divulgarlo al máximo, señaló González Porto. Por último, tienen presencia en Apifresh un grupo de asociaciones de apicultores, que serían los principales beneficiarios. Queremos diferencias los pólenes europeos y los de fuera de Europa, conocer sus componentes, cualidades... en definitiva, qué nos pueden aportar a la salud, explicó la responsable del proyecto, quien añadió que existe un pre-estudio normativo a nivel nacional que sirve como fuente, al haber registrado ciertos parámetros como el ph, la humedad, la acidez, la conductividad y las proteínas y vitaminas, entre otras cosas.
Dentro de este nuevo estudio también se atenderá a características más visibles para el consumidor, como el color de la miel y otros productos de la colmena. Estos diferentes tonos corresponden a especies de plantas determinadas. Así, la mayoría de los componentes les dan estas cualidades, y nosotros lo que queremos es separar y conocer qué especie en particular aporta esa característica, y si varía cuando hay cambios en la climatología, en la diversidad de vegetación que tiene la abeja...
La financiación de este proyecto europeo procede en su mayor parte de la Unión Europea, aunque se complementa a través de un modelo de subcontratación, a través del cual las asociaciones y las pymes participantes subcontratan la investigación a los centros (Marchamalo, Madrid y Turquía). Posteriormente, el trabajo de diseminación de resultados y gestión del proyecto corre a cargo de las propias empresas y los centros. A pesar de que son unos tiempos muy complicados, en Castilla-La Mancha hemos decidido que el mejor camino para salir de esta crisis es cambiando el modelo productivo, convencidos de que hay que apostar por la formación y el conocimiento, y transferirlo al mundo productivo.