El ciclón Nargis causó en Myanmar 22.500 muertos
01/10/2010 - 09:45
Por: COLPISA
Los nuevos cálculos del Gobierno de Myanmar estiman que aproximadamente han fallecido 22.500 personas y han desaparecido más de 41.000 con consecuencia del ciclón Nargis que azotó el país durante el pasado fin de semana.
La Junta Militar que dirige el país ha sido objetivo de numerosas críticas, sobre todo por parte de Naciones Unidas, por no haber evacuado las zonas de más riesgo, a pesar de que estaba avisada por los informes meteorológicos.
Más de 22.500 muertos y 41.000 desaparecidos causó el ciclón Nargis a su paso por Myanmar (antigua Birmania) el pasado fin de semana, según las últimas cifras oficiales del Gobierno. La Junta Militar que gobierna el país fue blanco de numerosas críticas, especialmente de la ONU, por no haber evacuado las zonas de más riesgo, a pesar de que estaba avisada por los informes meteorológicos del desastre que se avecinaba.
"Según informaciones obtenidas hasta este mediodía, han muerto 21.793 personas y 40.695 se dan por desaparecidas en la región de Irrawaddy", indicó ayer la televisión estatal. Este último anuncio significa un espectacular incremento con respecto a la anterior información, que cifraba el número de defunciones en 15.000.
La agencia de la ONU para la prevención de catástrofes deploró la falta de una alerta anticipada que habría salvado muchas vidas humanas tras el paso del ciclón. "El número de muertos hace pensar que no se puso en marcha un sistema de alerta", explicó Brigitte Leoni, portavoz de la Estrategia Internacional para la Prevención de Catástrofes (SIPC), organismo de la ONU.
"Mucha gente no tuvo tiempo de ser evacuada y de refugiarse en lugares seguros", comentó antes de subrayar que "los sistemas de alerta temprana son muy importantes y pueden salvar muchas vidas".
India avisó
El servicio de meteorología india indicó que previno a su vecino, Myanmar, dos días antes de la llegada del ciclón. "Cuarenta y ocho horas antes de que Nargis golpeara Myanmar, suministramos a las agencias birmanas el punto de impacto (del ciclón), su gravedad y todos los asuntos implicados", declaró el portavoz del departamento indio de Meteorología, B.P.Yadav, organismo público dependiente de la Organización Meteorológica Mundial (OMM).
En un gesto inusual, la esposa del presidente estadounidense, Laura Bush, arremetió contra el régimen birmano por no haber advertido a la población de la llegada del ciclón, al tiempo que prometió que Estados Unidos aportará más ayuda, además de los 250.000 dólares que ya ha enviado. Mientras, la comunidad internacional se movilizaba para enviar ayuda a las víctimas, cuyas autoridades pusieron condiciones a la entrada de los equipos humanitarios.
El secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, afirmó que la ONU hará todo lo necesario para llevar ayuda de urgencia a Myanmar, uno de los países más pobres de Asia. "Los equipos de expertos extranjeros que vengan al país tendrán que negociar con el Ministerio de Relaciones Exteriores y las más altas instancias" para que se les permita el acceso, declaró Maung Maung Swe, ministro de Protección Social. Cuatro días después de que el ciclón devastase el país, los equipos de las organizaciones de ayuda humanitaria de la ONU seguían esperando visados para poder transportar ayuda a la antigua Birmania. "Esperamos que nos entreguen los visados", indicó Veronique Taveau, portavoz de UNICEF en Ginebra.
El presidente Bush urgió a la Junta Militar a "permitir que Estados Unidos" envíe ayuda a la población afectada. Por su parte, China, Noruega, Canadá, Holanda, Suecia, Alemania, Francia, República Checa, Gran Bretaña y la Comisión Europea informaron de que enviarán ayuda. Otros países como Tailandia e India movilizarán a sus ejércitos para hacer llegar medicamentos y alimentos. Nueva Zelanda se ofreció a auxiliar a Birmania, pero a condición de que la ayuda no pase por manos del régimen.
La Junta Militar en el poder anunció que mantiene la celebración de un referéndum constitucional en gran parte del país para el sábado 10 de mayo. Inmediatamente, el partido de la líder opositora birmana, Aung San Suu Kyi, calificó esa decisión de "totalmente inaceptable".
Bush subrayo que ha aprobado una ley para otorgar la más alta condecoración del Congreso de Estados Unidos a Aung San Suu Kyi, a quien calificó de "poderosa voz" de la libertad.
Sin casa
Miles de supervivientes sin techo y sin nada que comer o beber, cadáveres esparcidos por los campos. Es el paisaje que describen los testigos del paso del ciclón Nargis, que el sábado causó 22.000 muertos y 41.000 desaparecidos en Myanmar. Pocos extranjeros están autorizados a trabajar en el país y muy pocos han podido alcanzar la región del delta del Irrawaddy, al sur del país, la más afectada por el desastre en este país de 51 millones de habitantes.
La organización cristiana World Vision, una de las pocas instituciones internacionales autorizadas a trabajar bajo el régimen militar, indicó que sus equipos pudieron sobrevolar las regiones más golpeadas y presenciaron escenas de desesperación. "Desde sus helicópteros vieron cuerpos diseminados; era una escena espeluznante incluso desde esa altura", afirma Kyi Minn, de la oficina de World Vision de Rangún, principal ciudad y antigua capital de Birmania.
"Los testigos nos dijeron que hay miles de personas que carecen de agua y alimentos y en algunos lugares de cualquier refugio. Ahora que el tiempo está volviendo a ser caluroso, la gente está bastante desesperada", alega Kyi Minn. "No tienen ni comida ni agua y tienen que quedarse a la intemperie sin techo. Es desesperante", insiste.
World Vision está distribuyendo sus limitados recursos en el país, incluida agua potable, ropa y arroz. El responsable de la ONG apela a la comunidad internacional. "Necesitamos ayuda internacional de urgencia", asevera. "Sin agua potable pueden desencadenarse enfermedades contagiosas", apunta.La organización francesa Médicos sin Fronteras (MSF) informó de que sus equipos están intentando evaluar los daños en regiones alejadas de Rangún. Por ello, Médicos Sin Fronteras reclama al Gobierno permiso para desplazarse allí.
Más de 22.500 muertos y 41.000 desaparecidos causó el ciclón Nargis a su paso por Myanmar (antigua Birmania) el pasado fin de semana, según las últimas cifras oficiales del Gobierno. La Junta Militar que gobierna el país fue blanco de numerosas críticas, especialmente de la ONU, por no haber evacuado las zonas de más riesgo, a pesar de que estaba avisada por los informes meteorológicos del desastre que se avecinaba.
"Según informaciones obtenidas hasta este mediodía, han muerto 21.793 personas y 40.695 se dan por desaparecidas en la región de Irrawaddy", indicó ayer la televisión estatal. Este último anuncio significa un espectacular incremento con respecto a la anterior información, que cifraba el número de defunciones en 15.000.
La agencia de la ONU para la prevención de catástrofes deploró la falta de una alerta anticipada que habría salvado muchas vidas humanas tras el paso del ciclón. "El número de muertos hace pensar que no se puso en marcha un sistema de alerta", explicó Brigitte Leoni, portavoz de la Estrategia Internacional para la Prevención de Catástrofes (SIPC), organismo de la ONU.
"Mucha gente no tuvo tiempo de ser evacuada y de refugiarse en lugares seguros", comentó antes de subrayar que "los sistemas de alerta temprana son muy importantes y pueden salvar muchas vidas".
India avisó
El servicio de meteorología india indicó que previno a su vecino, Myanmar, dos días antes de la llegada del ciclón. "Cuarenta y ocho horas antes de que Nargis golpeara Myanmar, suministramos a las agencias birmanas el punto de impacto (del ciclón), su gravedad y todos los asuntos implicados", declaró el portavoz del departamento indio de Meteorología, B.P.Yadav, organismo público dependiente de la Organización Meteorológica Mundial (OMM).
En un gesto inusual, la esposa del presidente estadounidense, Laura Bush, arremetió contra el régimen birmano por no haber advertido a la población de la llegada del ciclón, al tiempo que prometió que Estados Unidos aportará más ayuda, además de los 250.000 dólares que ya ha enviado. Mientras, la comunidad internacional se movilizaba para enviar ayuda a las víctimas, cuyas autoridades pusieron condiciones a la entrada de los equipos humanitarios.
El secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, afirmó que la ONU hará todo lo necesario para llevar ayuda de urgencia a Myanmar, uno de los países más pobres de Asia. "Los equipos de expertos extranjeros que vengan al país tendrán que negociar con el Ministerio de Relaciones Exteriores y las más altas instancias" para que se les permita el acceso, declaró Maung Maung Swe, ministro de Protección Social. Cuatro días después de que el ciclón devastase el país, los equipos de las organizaciones de ayuda humanitaria de la ONU seguían esperando visados para poder transportar ayuda a la antigua Birmania. "Esperamos que nos entreguen los visados", indicó Veronique Taveau, portavoz de UNICEF en Ginebra.
El presidente Bush urgió a la Junta Militar a "permitir que Estados Unidos" envíe ayuda a la población afectada. Por su parte, China, Noruega, Canadá, Holanda, Suecia, Alemania, Francia, República Checa, Gran Bretaña y la Comisión Europea informaron de que enviarán ayuda. Otros países como Tailandia e India movilizarán a sus ejércitos para hacer llegar medicamentos y alimentos. Nueva Zelanda se ofreció a auxiliar a Birmania, pero a condición de que la ayuda no pase por manos del régimen.
La Junta Militar en el poder anunció que mantiene la celebración de un referéndum constitucional en gran parte del país para el sábado 10 de mayo. Inmediatamente, el partido de la líder opositora birmana, Aung San Suu Kyi, calificó esa decisión de "totalmente inaceptable".
Bush subrayo que ha aprobado una ley para otorgar la más alta condecoración del Congreso de Estados Unidos a Aung San Suu Kyi, a quien calificó de "poderosa voz" de la libertad.
Sin casa
Miles de supervivientes sin techo y sin nada que comer o beber, cadáveres esparcidos por los campos. Es el paisaje que describen los testigos del paso del ciclón Nargis, que el sábado causó 22.000 muertos y 41.000 desaparecidos en Myanmar. Pocos extranjeros están autorizados a trabajar en el país y muy pocos han podido alcanzar la región del delta del Irrawaddy, al sur del país, la más afectada por el desastre en este país de 51 millones de habitantes.
La organización cristiana World Vision, una de las pocas instituciones internacionales autorizadas a trabajar bajo el régimen militar, indicó que sus equipos pudieron sobrevolar las regiones más golpeadas y presenciaron escenas de desesperación. "Desde sus helicópteros vieron cuerpos diseminados; era una escena espeluznante incluso desde esa altura", afirma Kyi Minn, de la oficina de World Vision de Rangún, principal ciudad y antigua capital de Birmania.
"Los testigos nos dijeron que hay miles de personas que carecen de agua y alimentos y en algunos lugares de cualquier refugio. Ahora que el tiempo está volviendo a ser caluroso, la gente está bastante desesperada", alega Kyi Minn. "No tienen ni comida ni agua y tienen que quedarse a la intemperie sin techo. Es desesperante", insiste.
World Vision está distribuyendo sus limitados recursos en el país, incluida agua potable, ropa y arroz. El responsable de la ONG apela a la comunidad internacional. "Necesitamos ayuda internacional de urgencia", asevera. "Sin agua potable pueden desencadenarse enfermedades contagiosas", apunta.La organización francesa Médicos sin Fronteras (MSF) informó de que sus equipos están intentando evaluar los daños en regiones alejadas de Rangún. Por ello, Médicos Sin Fronteras reclama al Gobierno permiso para desplazarse allí.