El cine japonés y palestino se gana un aplauso cerrado en San Sebastián

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

Jornada de transición la del miércoles en el 56 Festival de Cine de San Sebastián con dos películas agridulces sobre la complejidad de la vida y con la familia como tema común. El cine japonés fue ayer el gran triunfador con Aruitemo, Aruitemo.
La japonesa Aruitemo, aruitemo, que se podría traducir como Todavía paseo y la producción palestina El cumpleaños de Laila, han dejado un buen sabor de boca, aunque sin ser esa obra maestra que todo festival espera descubrir y que aquí se resiste a aparecer.
Aruitemo, aruitemo es un drama familiar que se desarrolla a lo largo de un día de verano. La película muestra como unos hijos ya adultos visitan a sus ancianos padres en la residencia familiar. El hijo y la hija vuelven, junto con sus respectivas familias, para una reunión inusual, con el fin de conmemorar la trágica muerte del hermano mayor, que falleció en un accidente quince años atrás. Aunque el caserón y el menú de la madre apenas hayan cambiado con el paso de los años, se aprecian ligeros cambios en cada miembro de la familia. La película está dirigida por japonés Hirokazu Kore-eda, conocido por los espectadores españoles por su película Hana, que también fue presentada en el certamen donostiarra hace un par de años.
Acogida con grandes aplausos, Aruitemo, aruitemo es una película sencilla, de gran belleza plástica pero de hondo contenido emocional. Mezclando el humor y la melancolía, el director Kore-eda va sumergiendo lentamente al espectador en la vida y las relaciones de esta familia, con los padres anclados en las tradiciones y con unos hijos que a veces chocan con ellos, mostrando los pequeños detalles, los gestos, indicando que la vida familiar, aunque sea durante sólo 24 horas, puede ser agradable pero también bastante engorrosa. Kore-eda aparece aquí como un discípulo de uno de los grandes maestros del cine japonés, Yasuhiro Ozu, y ha llenado la narración de recuerdos personales para recrear los problemas de comunicación entre hijos y padres.

La vida en Ramala
El cumpleaños de Laila también se desarrolla a lo largo de un día. Es una película Palestina, coproducida con capital holandés, ambientada en Ramala. El protagonista es un juez al que para sobrevivir no le queda más remedio que trabajar como taxista con el vehículo de su cuñado.