El consumo moderado de cerveza no modifica el peso
17/09/2010 - 00:00
El consumo moderado de cerveza, tanto tradicional como sin alcohol, no provoca un aumento del peso ni modificaciones en la composición corporal, según el estudio Asociación entre el consumo moderado de cerveza tradicional y sin alcohol y la composición corporal realizado por la investigadora en el Instituto del Frío-ICTAN del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) Ana María Veses Alcobendas.
De esta manera, la autora del estudio señaló en el transcurso de la presentación en el Colegio de Médicos León que, pese al mito de que el consumo de cerveza produce distensión abdominal, las conclusiones del estudio indican que un consumo moderado de esta bebida fermentada de baja graduación alcohólica no provoca aumento de peso, ni modificaciones en la composición corporal.
La investigación se realizó en un grupo de voluntarios, según un diseño de intervención cruzado y el periodo experimental duró 10 semanas, durante las cuales todos los voluntarios mantuvieron sus hábitos de vida y alimentación. La única modificación introducida fue referente al consumo de bebidas habituales y a la ingesta de cerveza tradicional o sin alcohol en los periodos determinados según el diseño experimental.
Durante la primera semana todos los sujetos tuvieron que abstenerse de cualquier consumo de bebidas con alcohol. Las cuatro semanas siguientes y de forma aleatoria, en función del grupo al que habían sido asignados, incorporaron a su dieta habitual cerveza tradicional o sin alcohol, en la cantidad correspondiente a un consumo moderado de alcohol, es decir, dos latas de 330 mililitros para los varones y una lata para las mujeres.
Entre otros parámetros, el estudio analizó la ausencia de variación en el peso, el índice de masa grasa y masa corporal. Igualmente, se llevó a cabo un análisis dietético y de la actividad física realizada por los sujetos en el periodo de las investigaciones y se realizaron mediciones de los pliegues cutáneos y de las circunferencias corporales.
Así, las mediciones antropométricas determinaron que el consumo moderado de cerveza, tanto tradicional como sin alcohol, no modifica la circunferencia del brazo, cadera o cintura y tampoco registraron alteraciones significativas en los pliegues cutáneos. Alimentación saludable En el transcurso de la presentación del estudio, el presidente de la Sociedad Española de Dietética y Ciencias de la Alimentación, Jesús Román Martínez, recordó que el consumo moderado de la cerveza en general, con unas 45 kilocalorías por cada 100 mililitros y 17 kilocalorías en el caso de la cerveza sin alcohol, así como el del resto de bebidas fermentadas de muy baja graduación, puede formar parte de una alimentación saludable, siempre que se trate de adultos sanos, debido a las propiedades que les confieren tanto su baja graduación como las materias primas con las que está elaborada.
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Además, explicó que está demostrado que el consumo moderado de cerveza, un máximo de tres cañas para los hombres y dos para las mujeres, puede tener efectos positivos para el organismo, siempre que se trate de individuos adultos y sanos.
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La investigación Asociación entre el consumo moderado de cerveza tradicional y sin alcohol y la composición corporal se llevó a cabo a partir de la concesión en 2008 de una beca Manuel de Oya Cerveza, Salud y Nutrición, promovida por del Centro de Información Cerveza y Salud (CICS) y ha estado dirigida por la profesora de Investigación y directora del Grupo de Inmunonutrición del Departamento de Metabolismo y Nutrición del Instituto del Frío-ICTAN del CSIC, Ascensión Marcos.
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Además, contó con la colaboración de los doctores Ángela García, Eduardo Iglesias y Ana Montero, profesores en el departamento de Ciencias Farmacéuticas y de la Alimentación, de la Facultad de Farmacia en la Universidad CEU San Pablo.
La investigación se realizó en un grupo de voluntarios, según un diseño de intervención cruzado y el periodo experimental duró 10 semanas, durante las cuales todos los voluntarios mantuvieron sus hábitos de vida y alimentación. La única modificación introducida fue referente al consumo de bebidas habituales y a la ingesta de cerveza tradicional o sin alcohol en los periodos determinados según el diseño experimental.
Durante la primera semana todos los sujetos tuvieron que abstenerse de cualquier consumo de bebidas con alcohol. Las cuatro semanas siguientes y de forma aleatoria, en función del grupo al que habían sido asignados, incorporaron a su dieta habitual cerveza tradicional o sin alcohol, en la cantidad correspondiente a un consumo moderado de alcohol, es decir, dos latas de 330 mililitros para los varones y una lata para las mujeres.
Entre otros parámetros, el estudio analizó la ausencia de variación en el peso, el índice de masa grasa y masa corporal. Igualmente, se llevó a cabo un análisis dietético y de la actividad física realizada por los sujetos en el periodo de las investigaciones y se realizaron mediciones de los pliegues cutáneos y de las circunferencias corporales.
Así, las mediciones antropométricas determinaron que el consumo moderado de cerveza, tanto tradicional como sin alcohol, no modifica la circunferencia del brazo, cadera o cintura y tampoco registraron alteraciones significativas en los pliegues cutáneos. Alimentación saludable En el transcurso de la presentación del estudio, el presidente de la Sociedad Española de Dietética y Ciencias de la Alimentación, Jesús Román Martínez, recordó que el consumo moderado de la cerveza en general, con unas 45 kilocalorías por cada 100 mililitros y 17 kilocalorías en el caso de la cerveza sin alcohol, así como el del resto de bebidas fermentadas de muy baja graduación, puede formar parte de una alimentación saludable, siempre que se trate de adultos sanos, debido a las propiedades que les confieren tanto su baja graduación como las materias primas con las que está elaborada.
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Además, explicó que está demostrado que el consumo moderado de cerveza, un máximo de tres cañas para los hombres y dos para las mujeres, puede tener efectos positivos para el organismo, siempre que se trate de individuos adultos y sanos.
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La investigación Asociación entre el consumo moderado de cerveza tradicional y sin alcohol y la composición corporal se llevó a cabo a partir de la concesión en 2008 de una beca Manuel de Oya Cerveza, Salud y Nutrición, promovida por del Centro de Información Cerveza y Salud (CICS) y ha estado dirigida por la profesora de Investigación y directora del Grupo de Inmunonutrición del Departamento de Metabolismo y Nutrición del Instituto del Frío-ICTAN del CSIC, Ascensión Marcos.
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Además, contó con la colaboración de los doctores Ángela García, Eduardo Iglesias y Ana Montero, profesores en el departamento de Ciencias Farmacéuticas y de la Alimentación, de la Facultad de Farmacia en la Universidad CEU San Pablo.