El Depor planta cara a un Primera como el Valladolid en la edición 2008 del Alcarria
01/10/2010 - 09:45
El Valladolid conquistó el Trofeo Alcarria, que han conseguido otros tantos equipos de renombre como el Nottingham Forest, en el año que se alzó con la Copa de Europa, Queen´s Park Rangers o conjuntos de Primera como Valencia, Numancia o Atlético. El Valladolid se impuso a un Deportivo que plantó cara, a pesar de la diferencia de categoría. Sólo en cinco minutos fatídicos para el Depor, con sendos errores defensivos, los vallisoletanos pudieron dar la vuelta a un partido que se les complicó en exceso. Carrillo aprovechó para dar minutos a los menos habituales. El Depor gustó a la afición, pero se llevó una derrota algo abultada y otros dos lesionados más, Cabanillas y Garde.
Ambos equipos aprovecharon el encuentro como preparación para sus respectivos encuentros de Liga. En el Valladolid, Mendilíbar ofreció un equipo en el que combinó jugadores menos habituales del primer equipo con tres del filial en el once inicial.
En el Deportivo, Rafael Carrillo no convocó a Núñez, Rubén Cuesta y Dupi, lesionados, pero en el once que puso en liza se vislumbró que pensaba más en el importante encuentro liguero del próximo sábado frente al Portuense. Así, en la portería debutó Rafa, el joven guardameta del filial que ha entrado en las últimas convocatorias ligueras tras las lesiones de Núñez y Sanmiguel. Además, para otros jugadores del filial como Pablo, Andrés o Jesús, la noche de ayer no se les olvidará, al estar presentes en el campo ante todo equipo un Primera División.
De igual forma, Cabanillas fue la referencia ofensiva de los morados, incisivo y con ganas de demostrar que puede competir en la delantera con hombres como Álex, Villa o Lambarri hasta que pudo porque la mala suerte le sigue persiguiendo al delantero alcarreño, ya que tan sólo duró 18 minutos en el campo, al tener que retirarse lesionado tras un golpe fortuito. Minutos más tarde Garde corrió la misma suerte y también se retiró por lesión.
Sin miedo y con valentía
Ambos equipos saltaron al campo sin la presión habitual de los partidos oficiales. Tanto Deportivo como Valladolid ofrecieron un buen espectáculo, pero sin chispa. El Depor tuteó al conjunto vallisoletano, a priori superior por la diferencia de categoría. Llevó la iniciativa durante todo el encuentro, utilizando las bandas, como le gusta a Carrillo. Calleja se mostró como el jugador más peligroso durante la primera mitad, con ganas de agradar y de hacerse un hueco en los onces de la Liga.
Mientras, el Valladolid se limitaba a tocar el balón en el centro del campo y ahí se acababa todo para los de Mendilíbar porque al Depor, con la pareja titular de centrales -Jorge y Quesada-, se le notaba muy seguro atrás.
Sólo la ausencia de gol, algo repetitivo en esta temporada, impidió al Depor marcharse con ventaja al descanso, algo que hubiera merecido.
El Valladolid disparó por primera vez a puerta en el minuto 32 en un buen lanzamiento desde la frontal de Pedro León, que intentó sorprender a Rafa con una vaselina, pero el joven meta alcarreño metió una buena mano como para desviar a corner en la ocasión más clara del Valladolid. Con todo, el Depor estaba aguantando el tipo.
Del todo a la nada
Tras el descanso, llegó el carrusel de cambios por parte de Carrillo, pero que no hicieron más que aumentar el nivel del equipo que estaba sobre el césped. Carrillo fue valiente en la segunda mitad, jugando con tres delanteros natos como Álex, Villa y Lambarri y dos jugadores con llegada por las bandas como Iván Moreno e Higinio. Así, el Depor dispuso de ocasiones claras con disparos de Iván Moreno, a los pocos instantes de la reanudación, y de Álex, en el minuto 51. Después de tanto insistir llegó el premio al dominio morado en forma de gol. Era el minuto 54 y Richi remataba de cabeza y en el primer palo un mini córner botado desde la derecha por Higinio tras una falta lateral.
El gol encajado espoleó al Valladolid, que despertó de su letargo. En uno de los pocos errores defensivos del Depor, Kike López aprovechó una contra para igualar el marcador en el minuto 66. En tan sólo cinco minutos, el Valladolid le dio la vuelta al encuentro después de que Nano aprovechara otro error defensivo morado y hacer el 1-2 en el 71. Con el Depor roto por el esfuerzo realizado, otra vez Nano remató de cabeza y libre de marca un saque de esquina en el 82 que terminó por sentenciar el encuentro. Fue lo único que hizo el Valladolid anoche, lo único pero suficiente para derrotar a un Deportivo que no perdió la cara y que intentó agradar a su afición.
En el Deportivo, Rafael Carrillo no convocó a Núñez, Rubén Cuesta y Dupi, lesionados, pero en el once que puso en liza se vislumbró que pensaba más en el importante encuentro liguero del próximo sábado frente al Portuense. Así, en la portería debutó Rafa, el joven guardameta del filial que ha entrado en las últimas convocatorias ligueras tras las lesiones de Núñez y Sanmiguel. Además, para otros jugadores del filial como Pablo, Andrés o Jesús, la noche de ayer no se les olvidará, al estar presentes en el campo ante todo equipo un Primera División.
De igual forma, Cabanillas fue la referencia ofensiva de los morados, incisivo y con ganas de demostrar que puede competir en la delantera con hombres como Álex, Villa o Lambarri hasta que pudo porque la mala suerte le sigue persiguiendo al delantero alcarreño, ya que tan sólo duró 18 minutos en el campo, al tener que retirarse lesionado tras un golpe fortuito. Minutos más tarde Garde corrió la misma suerte y también se retiró por lesión.
Sin miedo y con valentía
Ambos equipos saltaron al campo sin la presión habitual de los partidos oficiales. Tanto Deportivo como Valladolid ofrecieron un buen espectáculo, pero sin chispa. El Depor tuteó al conjunto vallisoletano, a priori superior por la diferencia de categoría. Llevó la iniciativa durante todo el encuentro, utilizando las bandas, como le gusta a Carrillo. Calleja se mostró como el jugador más peligroso durante la primera mitad, con ganas de agradar y de hacerse un hueco en los onces de la Liga.
Mientras, el Valladolid se limitaba a tocar el balón en el centro del campo y ahí se acababa todo para los de Mendilíbar porque al Depor, con la pareja titular de centrales -Jorge y Quesada-, se le notaba muy seguro atrás.
Sólo la ausencia de gol, algo repetitivo en esta temporada, impidió al Depor marcharse con ventaja al descanso, algo que hubiera merecido.
El Valladolid disparó por primera vez a puerta en el minuto 32 en un buen lanzamiento desde la frontal de Pedro León, que intentó sorprender a Rafa con una vaselina, pero el joven meta alcarreño metió una buena mano como para desviar a corner en la ocasión más clara del Valladolid. Con todo, el Depor estaba aguantando el tipo.
Del todo a la nada
Tras el descanso, llegó el carrusel de cambios por parte de Carrillo, pero que no hicieron más que aumentar el nivel del equipo que estaba sobre el césped. Carrillo fue valiente en la segunda mitad, jugando con tres delanteros natos como Álex, Villa y Lambarri y dos jugadores con llegada por las bandas como Iván Moreno e Higinio. Así, el Depor dispuso de ocasiones claras con disparos de Iván Moreno, a los pocos instantes de la reanudación, y de Álex, en el minuto 51. Después de tanto insistir llegó el premio al dominio morado en forma de gol. Era el minuto 54 y Richi remataba de cabeza y en el primer palo un mini córner botado desde la derecha por Higinio tras una falta lateral.
El gol encajado espoleó al Valladolid, que despertó de su letargo. En uno de los pocos errores defensivos del Depor, Kike López aprovechó una contra para igualar el marcador en el minuto 66. En tan sólo cinco minutos, el Valladolid le dio la vuelta al encuentro después de que Nano aprovechara otro error defensivo morado y hacer el 1-2 en el 71. Con el Depor roto por el esfuerzo realizado, otra vez Nano remató de cabeza y libre de marca un saque de esquina en el 82 que terminó por sentenciar el encuentro. Fue lo único que hizo el Valladolid anoche, lo único pero suficiente para derrotar a un Deportivo que no perdió la cara y que intentó agradar a su afición.