El desorden alimentario es lo que más engorda
11/02/2011 - 12:32
Así lo ha señalado en la presentación de una encuesta realizada por ICM para la GSK a más de 12.000 personas en 22 países, entre ellos España, que revela que los españoles son, con los italianos, los europeos que más se proponen perder peso a principios de año. En concreto, quiere adelgazar el 87 por ciento de la población.
Sin embargo, el 64 por ciento desconoce qué es la peligrosa grasa visceral.
Según explica la doctora Monereo, la obesidad no sólo merma la autoestima, sino que aumenta 2,4 veces las posibilidades de desarrollar diabetes tipo 2, tres veces el riesgo de hipertensión, 2,8 el de sufrir dislipemia y 1,8 veces las opciones de tener un cáncer de mama. Además, partir de los 40, las mujeres con problemas de obesidad tiene 7 años menos de esperanza de vida que el resto y los hombres 5,8.
La clave está en la denominada grasa visceral, aquella que se acumula en el abdomen, entre las vísceras, y que hace aumentar el volumen de la tripa. Esta grasa genera sustancias tóxicas que dañan los órganos, dando lugar al conocido como síndrome metabólico, caracterizado por la aparición de todas estas enfermedades. Este síndrome lo sufren el 45 por ciento de los mayores de 60 años y es más frecuente en hombres, aunque a partir de los 60 los porcentajes se igualan.
Monereo dice que, aunque no hay que abusar de productos como las grasas saturadas, el azúcar o el alcohol, las dietas desequilibradas, en las que se dejan de consumir ciertos alimentos para perder peso rápido, además de provocar el famoso 'efecto yo-yo', hacen que aumente la grasa abdominal.
Alimentos que aumentan la grasa visceral
Aunque su acumulación tiene "un componente genético" --que afecta más a los hombres-- aumenta con el consumo de alimentos como el alcohol, los dulces y las grasas, sobre todo saturadas y trans. "También las dietas pobres en fibra o calcio favorecen la acumulación de grasa visceral", advierte esta experta.
"Todos sabemos que las dietas sin hidratos de carbono, que se conocen tanto, las dietas proteínicas adelgazan mucho, pero al cabo de tres, seis meses, de un año, de dos, la mayoría ha recuperado el peso y además se les ha alterado la conducta alimentaria y con mucha frecuencia, el efecto rebote", explica.
El efecto rebote, dice, "acaba convirtiéndose en un trastorno de conducta y así empiezan los 'picoteos' y, con muchísima frecuencia, los atracones, atracones de hidratos de carbono, que no has comido durante un tiempo y el cerebro los necesita, pide y nunca los pide con orden (...) sino de forma exigente, con ansiedad".
A su juicio, perder peso debe plantearse como una carrera de fondo con objetivos realistas. Considera "factible" intentar perder de medio a un kilo a la semana --lo que equivaldría a un centímetro de cintura a la semana--, pues "cuando se pierde más lo que se reducen son otros elementos, como agua, músculo o masa ósea".
El 15 por ciento de los adultos y el 12 por ciento de los niños en España son obesos. Este problema tiene mayor presencia en el sur que en el norte del país --siendo más grave en la zona mediterránea-- y "sigue creciendo", según Monereo. A estas cifras se pueden sumar las del sobrepeso, con lo que estaríamos hablando de que el 60 por ciento de la población española tiene exceso de peso", apunta.
"Perdiendo entre un cinco y un diez por ciento de peso, se reduce un 53 por ciento el riesgo de diabetes y un 15 por ciento las posibilidades de aumentar el colesterol", apunta esta experta, quien propone para lograrlo dieta sana, ejercicio y la ayuda, cuando sea necesario, de fármacos para adelgazar como 'Allí', de GSK.
Según explica la doctora Monereo, la obesidad no sólo merma la autoestima, sino que aumenta 2,4 veces las posibilidades de desarrollar diabetes tipo 2, tres veces el riesgo de hipertensión, 2,8 el de sufrir dislipemia y 1,8 veces las opciones de tener un cáncer de mama. Además, partir de los 40, las mujeres con problemas de obesidad tiene 7 años menos de esperanza de vida que el resto y los hombres 5,8.
La clave está en la denominada grasa visceral, aquella que se acumula en el abdomen, entre las vísceras, y que hace aumentar el volumen de la tripa. Esta grasa genera sustancias tóxicas que dañan los órganos, dando lugar al conocido como síndrome metabólico, caracterizado por la aparición de todas estas enfermedades. Este síndrome lo sufren el 45 por ciento de los mayores de 60 años y es más frecuente en hombres, aunque a partir de los 60 los porcentajes se igualan.
Monereo dice que, aunque no hay que abusar de productos como las grasas saturadas, el azúcar o el alcohol, las dietas desequilibradas, en las que se dejan de consumir ciertos alimentos para perder peso rápido, además de provocar el famoso 'efecto yo-yo', hacen que aumente la grasa abdominal.
Alimentos que aumentan la grasa visceral
Aunque su acumulación tiene "un componente genético" --que afecta más a los hombres-- aumenta con el consumo de alimentos como el alcohol, los dulces y las grasas, sobre todo saturadas y trans. "También las dietas pobres en fibra o calcio favorecen la acumulación de grasa visceral", advierte esta experta.
"Todos sabemos que las dietas sin hidratos de carbono, que se conocen tanto, las dietas proteínicas adelgazan mucho, pero al cabo de tres, seis meses, de un año, de dos, la mayoría ha recuperado el peso y además se les ha alterado la conducta alimentaria y con mucha frecuencia, el efecto rebote", explica.
El efecto rebote, dice, "acaba convirtiéndose en un trastorno de conducta y así empiezan los 'picoteos' y, con muchísima frecuencia, los atracones, atracones de hidratos de carbono, que no has comido durante un tiempo y el cerebro los necesita, pide y nunca los pide con orden (...) sino de forma exigente, con ansiedad".
A su juicio, perder peso debe plantearse como una carrera de fondo con objetivos realistas. Considera "factible" intentar perder de medio a un kilo a la semana --lo que equivaldría a un centímetro de cintura a la semana--, pues "cuando se pierde más lo que se reducen son otros elementos, como agua, músculo o masa ósea".
El 15 por ciento de los adultos y el 12 por ciento de los niños en España son obesos. Este problema tiene mayor presencia en el sur que en el norte del país --siendo más grave en la zona mediterránea-- y "sigue creciendo", según Monereo. A estas cifras se pueden sumar las del sobrepeso, con lo que estaríamos hablando de que el 60 por ciento de la población española tiene exceso de peso", apunta.
"Perdiendo entre un cinco y un diez por ciento de peso, se reduce un 53 por ciento el riesgo de diabetes y un 15 por ciento las posibilidades de aumentar el colesterol", apunta esta experta, quien propone para lograrlo dieta sana, ejercicio y la ayuda, cuando sea necesario, de fármacos para adelgazar como 'Allí', de GSK.
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