El esposo de Betancourt afirma que Chávez es el único al que la guerrilla oye y respeta
01/10/2010 - 09:45
Juan Carlos Lecompte, marido de la ex candidata presidencial de Colombia secuestrada por las FARC, Ingrid Betancourt, confía en un reencuentro gracias a la mediación del presidente venezolano, Hugo Chávez, al que ve como "la única persona a la que la guerrilla oye, admira y respeta"
Lecompte, que mañana dará una conferencia en Palma, -la capital de la isla de Mallorca (archipiélago mediterráneo español)- invitado por el diario "El Mundo. El Día de Baleares", destacó hoy la importancia de las gestiones de Brasil, Argentina y, sobre todo, de Venezuela para que las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) devuelvan la libertad a algunos de los secuestrados.
En rueda de prensa, el marido de Betancourt sumó a los últimos signos esperanzadores el anuncio de la liberación "en estos días" de los ex congresistas Gloria Polanco, Orlando Beltrán y Luis Eladio Pérez, éste último compañero de cautiverio de su mujer, del que espera información directa sobre su estado físico y anímico.
"Tengo muchas ganas de hablar con él", según Lecompte, quien recordó que el próximo día 23 se cumple el sexto aniversario del secuestro de su esposa, una de los casi 60 rehenes políticos de las FARC, que en total retienen a unas 800 personas.
Esta situación se produce en un país que sufre "un guerra silenciosa a cuentagotas" y donde en total hay, al menos, 3.000 secuestrados en manos de grupos guerrilleros, paramilitares y delincuentes comunes, añadió.
Lecompte manifestó que "internamente, el problema no se va a resolver", sobre todo porque el presidente de Colombia, Álvaro Uribe, "apuesta por la vía militar" y aboga por realizar operaciones de combate en la selva para liberar a secuestrados, lo cual es "condenarlos a muerte" porque las FARC los ejecuta ante cualquier asalto del ejército.
"Con otro presidente, Ingrid estaría hace tiempo en la casa, y los demás secuestrados también", dijo.
Respecto a la pretensión de Hugo Chávez de favorecer el cambio de actitud de las FARC con su exclusión de la lista internacional de grupos terroristas, Lecompte admitió que si esta guerrilla fuese considerada sólo una "fuerza beligerante" insurgente tendría que someterse a la Convención de Ginebra y aceptar acuerdos humanitarios como los que los familiares de secuestrados demandan.
"Para mí, una organización que tiene secuestrados civiles no puede ser un grupo beligerante", según el marido de Betancourt, quien destacó también el apoyo que su causa recibe por parte del Gobierno francés (su esposa tiene nacionalidad gala) y, en menor medida, de España y Suiza.
El marido de Betancourt considera vital para el mantenimiento de la atención pública las intervenciones de gobiernos extranjeros tras años de "angustia" por el silencio informativo y la falta de "pruebas de vida", ya que entre agosto de 2003 y la difusión de imágenes de Ingrid el pasado 30 de noviembre la familia no había recibido noticias sobre la situación de la secuestrada.
En su opinión, las imágenes de su esposa y los relatos sobre las humillaciones que padecen los secuestrados divulgados tras la liberación de Clara Rojas y Consuelo González de Perdomo el pasado 10 de enero han hecho despertar a la sociedad colombiana, que salió masivamente a las calles hace una semana para expresar su rechazo a la guerrilla y al terrorismo.
No obstante, Lecompte recordó que ningún familiar de secuestrado participó en las marchas celebradas en Colombia porque en la convocatoria no se respaldaba directamente el "acuerdo humanitario" por el que abogan.
En rueda de prensa, el marido de Betancourt sumó a los últimos signos esperanzadores el anuncio de la liberación "en estos días" de los ex congresistas Gloria Polanco, Orlando Beltrán y Luis Eladio Pérez, éste último compañero de cautiverio de su mujer, del que espera información directa sobre su estado físico y anímico.
"Tengo muchas ganas de hablar con él", según Lecompte, quien recordó que el próximo día 23 se cumple el sexto aniversario del secuestro de su esposa, una de los casi 60 rehenes políticos de las FARC, que en total retienen a unas 800 personas.
Esta situación se produce en un país que sufre "un guerra silenciosa a cuentagotas" y donde en total hay, al menos, 3.000 secuestrados en manos de grupos guerrilleros, paramilitares y delincuentes comunes, añadió.
Lecompte manifestó que "internamente, el problema no se va a resolver", sobre todo porque el presidente de Colombia, Álvaro Uribe, "apuesta por la vía militar" y aboga por realizar operaciones de combate en la selva para liberar a secuestrados, lo cual es "condenarlos a muerte" porque las FARC los ejecuta ante cualquier asalto del ejército.
"Con otro presidente, Ingrid estaría hace tiempo en la casa, y los demás secuestrados también", dijo.
Respecto a la pretensión de Hugo Chávez de favorecer el cambio de actitud de las FARC con su exclusión de la lista internacional de grupos terroristas, Lecompte admitió que si esta guerrilla fuese considerada sólo una "fuerza beligerante" insurgente tendría que someterse a la Convención de Ginebra y aceptar acuerdos humanitarios como los que los familiares de secuestrados demandan.
"Para mí, una organización que tiene secuestrados civiles no puede ser un grupo beligerante", según el marido de Betancourt, quien destacó también el apoyo que su causa recibe por parte del Gobierno francés (su esposa tiene nacionalidad gala) y, en menor medida, de España y Suiza.
El marido de Betancourt considera vital para el mantenimiento de la atención pública las intervenciones de gobiernos extranjeros tras años de "angustia" por el silencio informativo y la falta de "pruebas de vida", ya que entre agosto de 2003 y la difusión de imágenes de Ingrid el pasado 30 de noviembre la familia no había recibido noticias sobre la situación de la secuestrada.
En su opinión, las imágenes de su esposa y los relatos sobre las humillaciones que padecen los secuestrados divulgados tras la liberación de Clara Rojas y Consuelo González de Perdomo el pasado 10 de enero han hecho despertar a la sociedad colombiana, que salió masivamente a las calles hace una semana para expresar su rechazo a la guerrilla y al terrorismo.
No obstante, Lecompte recordó que ningún familiar de secuestrado participó en las marchas celebradas en Colombia porque en la convocatoria no se respaldaba directamente el "acuerdo humanitario" por el que abogan.