El Infantado rinde pleitesía a Ramón Masats y aposenta a sus ‘Contactos’ hasta agosto

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

Por: MAR GATO. MADRID
Tras su inauguración en la Real Fábrica de Tapices de Madrid en 2006, y tras un periodo itinerante que le ha llevado hasta ocho localizaciones distintas, donde ha sido visitada por más de 37.000 personas, la exposición ‘Contactos’ de Ramón Masats recala en el Museo provincial de Guadalajara. En ella el fotógrafo, presente durante la inauguración de la misma en la noche de ayer, muestra a través de la contraposición del blanco y negro y el color la transformación social de España durante la segunda mitad del siglo XX.
Tras cuatro largos años de periplo viajero, Contactos, la exposición fotográfica de un grande de la imagen, Ramón Masats, recaló ayer en Guadalajara para quedarse hasta finales del mes de agosto. A la feliz circunstancia de poder disfrutar por cerca de un mes de esta exposición en el Museo de Guadalajara, se sumó además la inestimable presencia del propio autor en la inauguración, que pese a “su avanzada edad”, como repitió en varias ocasiones a los presentes, no quiso perderse la apertura de su muestra. En esta labor no se encontró solo, sino que estuvo fielmente arropado por su amigo a la vez que comisario de la exposición, Chema Conesa, además de un nutrido grupo de autoridades, entre las que se encontraba la directora general de Bellas Artes del Ministerio de Cultura, Ángeles Albert; y la consejera de Educación, Ciencia y Cultura, María Ángeles García, ambas como representantes de las instituciones que han hecho posible, gracias a su estrecha colaboración, que la exposición haga un alto en su camino para venir a Guadalajara, a la que ahora se le brinda la oportunidad de acercarse a unas instantáneas “que son parte de la memoria de España” , puntualizó García.

Juegos de contraposición
La exposición Contactos reúne a la vez que contrapone dos etapas de la producción de Ramón Masats separadas por más de 30 años. Mientras que las imágenes en blanco y negro, en su mayoría inéditas, corresponden a sus primeros años como fotógrafo, renovando en los años 50 el panorama fotográfico español; las de color corresponden a los trabajos editoriales realizados desde los años 80 y hasta 2006. Para vincular ambos periodos se han reunido cerca de 60 dípticos en los que se enfrentan fotografías de cada ciclo; un juego virtual en el que nada se ha dejado al azar, sino que a pesar de las presumibles diferencias que pueda haber entre ellas, se vislumbran elementos comunes, bien basados en las geometrías o en los contenidos.
En una temporal interrupción del quehacer fotográfico Masats probó suerte con trabajos de realizador para el cine y la televisión, donde tendría contacto directo con la desaparecida Pilar Miró. Es a esta faceta a la que se dedica la última parte de la exposición, completada con una proyección caleidoscópica que reúne varios de sus trabajos como realizador y una reconstrucción en 20 imágenes de la obra más conocida de Masats.