El libro ‘Sigüenza, comidas populares de nuestras peñas’ recoge lo mejor de la tradición gastronómica festiva de San Roque

12/08/2011 - 12:46 Redacción

En la tarde de ayer fue presentado el libro “Sigüenza, comidas populares de nuestras peñas”, que recoge en su 73 páginas multitud de recetas de las comidas y cenas típicas de las peñas seguntinas durante las fiestas de San Roque que han puesto por escrito dieciséis peñas y dos asociaciones seguntinas, lideradas por la iniciativa de la Peña El Golpe.  Caldereta, patatas con costillas, caldo, migas, codillo, pollo escabechado, perdices, congrio o paella desfilan en el glosario, salpimentados por anécdotas y fotografías recientes y lejanas en el tiempo, todas ilustrativas de la tradición culinaria peñista de San Roque, como por ejemplo ésta que cuentan desde la Peña El Mendrugo: “El Mendrugo siempre fue peña de iniciativas. Una vez se nos ocurrió rifar un cordero e hicimos 500 papeletas, a no se sabe quien se le ocurrió hacer otras 500. Nos juntamos con 1000 papeletas y tuvimos que comprar otro cordero”, o como esta otra que refieren en la Peña El Tropezón sobre el origen de la costumbre de comer y cenar de peñas en Sigüenza: “Muchos son los peñistas que hoy en día disfrutan de las comidas y cenas que se organizan en sus peñas durante las fiestas de San Roque haciendo tradición de lo que surgió en la peña El Tropezón un día a finales de los años setenta”.
En la presentación del libro estuvo presente su prologuista, Sara López Calle, el hijo adoptivo de la ciudad, José Jiménez Blas, la cronista oficial de Sigüenza, Pilar Martínez Taboada, y el alcalde de Sigüenza, José Manuel Latre, encabezando al resto de miembros de la Corporación Municipal, además de numerosos peñistas.  Latre dio la enhorabuena “a la Peña El Golpe por su iniciativa, a las peñas y a los cocineros, alma Mater de las recetas que se glosan en el libro”. Sara López Calle recordó, como hace en el prólogo, el origen de la idea. “Hace años, cuando apretaba la gazuza en fiestas a horas intempestivas, nos sabíamos las peñas a las que había que ir: al Mendrugo a pro sardinas, al Trope a por caldo o al Regate a por perdices escabechadas, e incluso los más hambrientos eran capaces de ir hasta la Rampa a por chorizos, justo antes del encierro. Y siempre nos daban. Y esa es la clave de las fiestas de Sigüenza, esa es la singularidad y el acierto: dar con ganas, con generosidad, con alegría y coger con discreción, con agradecimiento y con alegría también, la que otorgan las visitas”.
José Jiménez Blas también intervino rememorando cómo se fue construyendo la tradición peñista de comer y cenar en las peñas. “El libro que presentamos hoy lleva implícito un mensaje de paz y de unidad entre peñas. Es muy bonito ver por nuestras calles a peñistas que con sus distintos colores se divierten juntos”, terminaba el restaurador. Después de la presentación, y a partir de las 22:30 comenzaba la cena de hermandad de peñas que consistió en una paella multitudinaria de la que disfrutaron 1100 personas en el entorno del Centro Cultural de Los Arcos.