El lince podría convertise en "el primer felino en extinguirse en un país desarrollado"

28/01/2011 - 12:05 E.P.


El estudio 'Evaluación de los esfuerzos de Conservación para evitar la extinción del lince ibérico', realizado por un grupo de investigadores del Departamento de Biología de la Conservación de la Estación Biológica de Doñana, instituto de investigación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), señala que el lince "puede ser el primer felino que se extinga en un país desarrollado pues lo sucedido en la especie desde hace 25 años hasta el momento, en los que han desaparecido ocho de las diez poblaciones que existían en la península, así lo indican".

Francisco Palomares, uno de los autores del artículo, ha asegurado a Europa Press que de todos los felinos que existen en la actualidad es la especie que está "en mayor peligro de extinción". Asimismo, el artículo, publicado recientemente en la revista Conservation Biology, "la mejor publicación científica especializada en conservación", se basa en la revisión de la situación de las poblaciones de lince desde hace mas de 40 años y en el trabajo durante 20 años con la realidad de la conservación del lince. "La historia de lo que ha sucedido hasta ahora indica que se va a extinguir, pues han desaparecido en ocho de las diez poblaciones en las que existía hace 25 años, y de las otras dos, en una de ellas el número de ejemplares ha disminuido mas del 80 por ciento", ha asegurado.

Palomares, que ha elaborado este estudio junto a los investigadores Alejandro Rodríguez, Eloy Revilla, José Vicente López y Javier Calzada, ha recordado que hace 25 años la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) consideró que el lince ibérico era la especie de felino "en mayor riesgo de extinción del mundo". Entonces, según ha precisado, se estimaban que quedaban más de 1.100 ejemplares repartidos en diez poblaciones distintas distribuidas por el cuadrante suroccidental de la Península Ibérica.

En este sentido, ha apuntado que esa situación disparó las alarmas regionales, nacionales e internacionales, si bien, 16 años después, en el periodo entre 1985 y 2001, la distribución y abundancia general de linces han decrecido entre "un 86 y un 93 por ciento, y ocho de las diez poblaciones que había se han extinguido". Además, ha subrayado que en la actualidad "solo quedan sobre 200 individuos en libertad en esas dos poblaciones supervivientes".

Asimismo, ha señalado que el tamaño de la población de linces en el Espacio Natural de Doñana "se ha mantenido alrededor de los 50 ejemplares durante los últimos 25 años, y su persistencia a lo largo del tiempo depende principalmente de la situación del número de territorios que existe en el interior del parque nacional". Entre 1985 y 2005, el número de territorios en el interior del parque "se redujo de once a cinco, lo que aumenta la probabilidad de extinción de esta población de un 34 por ciento al 95 por ciento", ha indicado.

No obstante, ha resaltado que "modelos espacialmente explícitos basados en el individuo muestran que la extinción de la población de Doñana podría evitarse si diez nuevos territorios se establecieran en el parque y se liberaran 14 ejemplares, preferentemente de la población de Sierra Morena, durante un periodo de 5 años". Por otro lado, los datos disponibles "no permiten cuantificar la probabilidad de extinción de la población de linces en la población jiennense, si bien entre 1985 y 2005 esta población mostró un patrón de contracción similar al de otras poblaciones que ya se han extinguido, reduciéndose en más del 80 por ciento", ha informado.

Por otro lado, Palomares ha indicado se han hecho esfuerzos "claros" de conservación en al menos cuatro de las diez poblaciones de lince identificadas hace 25 años. Sin embargo, en dos de estas poblaciones, en concreto Malcata (Portugal) y Montes de Toledo los linces se han extinguido, y en las otras dos andaluzas, "sus probabilidades de extinción aumentaron entre los años 1985 y 2005".

"Importantes esfuerzos en Doñana"
Los esfuerzos de conservación más importantes se han realizado en las poblaciones de linces de Doñana, donde desde 1986 se han realizado más de 19 proyectos destinados a la conservación de la especie por parte de la Administración central y la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, "gracias a los que el número de ejemplares no ha disminuido aún más", a y otros organismos, que han supuesto una inversión en España de más de 60 millones de euros en los últimos 30 años.

No obstante, ha señalado a Europa Press que a pesar de que existe abundante información científica y se han hecho notables esfuerzos de conservación, "el lince ibérico se extingue". En este sentido, ha manifestado que el estudio apunta a cuatro aspectos que podrían explicar el "limitado" éxito de conservación. Así, indica que con frecuencia las medidas de conservación se han aplicado en superficies "muy pequeñas, a pesar de que para albergar una población con pocas probabilidad de que se extinga "se necesitaría una superficie con calidad del hábitat de al menos 500 kilómetros cuadrados".

Además, apunta que se han destinado "pocos recursos al seguimiento científico de la eficacia de las acciones de conservación, lo que no ha permitido realizar una gestión adaptativa basada en la evidencia científica". El tercer punto es "la falta de continuidad en los esfuerzos de recuperación debido, entre otras cosa, a la limitación a 4 o 5 años de los cargos de los responsables políticos, y a la rigidez de los planes de conservación que no permiten el manejo adaptativo mencionado con anterioridad".

Palomares ha indicado además que los responsables de la conservación tienen "poca confianza" en los conocimientos científicos, a veces solo siendo tenidos en cuenta "cuando ya es demasiado tarde para actuar". En este sentido, ha comentado que la necesidad de realizar programas de reintroducción del lince en áreas donde se habían extinguido se recomendó hace más de 10 años, pero ha habido que esperar hasta el 2009 para que se lleven acabo las primeras sueltas de linces.

Asimismo, el investigador de la Estación Biológica de Doñana indica que las razones que lo hacen desaparece son varias, si bien en la situación actual la principal es que "hay muy pocos ejemplares y poblaciones, además de la falta de conejos y la perdida de hábitat", entre otras.

Palomares ha precisado que el artículo "no plantea soluciones para su recuperación, sino sugerencias para que los esfuerzos de conservación que se están haciendo sean realmente efectivos". En conclusión, asegura que la conservación de especies como "el lince ibérico debe estar basada en el conocimiento científico y en planes de conservación a gran escala tanto espacial como temporal que incluyan un seguimiento de las actuaciones realizado por agentes externos a las agencias que realizan las actuaciones de gestión".

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