El ‘mea culpa’ a medias del presidente Nicolás Sarkozy

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

El presidente francés, Nicolas Sarkozy, se refirió ayer al calificativo de "gilipollas" proferido el sábado contra un ciudadano que rehusó saludarle. Lo hizo sin disculparse y defendiéndose, ya que a su juicio "es difícil, incluso siendo presidente, no responder a un insulto". Lo cierto es que entre estas salidas de tono y su aireada vida privada su popularidad se resiente.
Nicolas Sarkozy ha entonado un ‘mea culpa’ forzado, con la boca pequeña y a regañadientes. Pero no se ha disculpado ni mucho menos retirado el insulto de “pobre gilipollas” lanzado a un ciudadano que le negó el saludo. Al contrario, el presidente francés se presenta como el ofendido por el comentario de su detractor, que se negó a estrecharle la mano para que no le manchara.
-“No me toques”.
-“Entonces, lárgate”.
-“Me ensucias”.
-“Lárgate, pobre gilipollas”.

Más de tres millones de internautas ya han visto la secuencia del ‘por-qué-no-te-callas’ a la francesa. El episodio ocurrió el sábado en el Salón de la Agricultura entre vacas, cabras, cerdos y otros animales. El anónimo autor del desaire al presidente es la pieza más codiciada de los periodistas. A falta de localizar al grosero mayor de la república, un maleducado de edad avanzada, los informadores han tenido que conformarse con las explicaciones del presidente de dinamismo insultante.
“"Hubiera sido mejor no haberle respondido", titulaba este martes a toda plana el diario ‘Le Parisien’ una entrevista de Sarkozy con ocho de sus lectores. El problema es que esa frase no fue pronunciada en las más de dos horas de reunión en el palacio del Elíseo. El comentario fue añadido a última hora por el servicio de prensa presidencial cuando la edición estaba prácticamente cerrada. En el texto original, que el rotativo va a publicar este jueves con una explicación de lo ocurrido, el presidente señalaba: “No hubiera debido decirle ‘lárgate’”. Pero sobre lo de “pobre gilipollas”, nada de nada.

El insultado
En la versión publicada, Sarkozy se arroga el papel de insultado. “Es difícil, incluso cuando se es presidente, no responder a un insulto”, expone. “Por ser presidente no te conviertes en alguien en quien puedes limpiarte los pies”, añade. Punto y seguido viene la frase del arrepentimiento a medias: por no haberse callado, no por haber insultado.
El director de Le Parisien, Dominique de Montvalon, que asistió a la entrevista del Elíseo, aseguró que Sarkozy “no había expresado el más mínimo pesar”. “En sustancia, se presentó como víctima de una verdadera provocación y que cuando le buscan, le encuentran”, reveló el periodista quien explicó que es normal someter el texto de las conversaciones con personalidades a su aprobación antes de ser publicadas. Antes de empezar la reunión con los lectores del ‘Parisien’, Sarkozy les presentó a Carla Bruni, su actual y tercera esposa, “a la que llama tiernamente Carlita” contaba el diario. “Esta es la habitación en la que tomo las grandes decisiones y en la que nos casamos”, les explicó el anfitrión.
Luego les invitó a pasar a su despacho donde todavía no hay ninguna foto de la cantante y ex-modelo italiana pero sí figura un retrato de familia recompuesta con Cecilia Ciganer-Albéniz, su anterior mujer, de la que se divorció hace sólo cuatro meses. La policía va a interrogarla próximamente para saber si recibió un mensaje de Sarkozy en el que le decía que si volvía con él anulaba la boda con Bruni.

Caída en los sondeos
A Sarkozy, su relación y posterior matrimonio con la modelo y cantante Carla Bruni, que ya ejerce de primera dama, le está pasando factura en su imagen pública. Las encuestas de opinión así lo reflejan, especialmente relevantes ante las cada vez más cercanas elecciones municipales, en las que los socialistas ganan terreno. Sarkozy apuesta por observar estas valoraciones negativas "con lucidez y con calma", ya que "para llegar a ser presidente, hay que pasar colinas, valles y montañas". "No hay que creer, cuando los sondeos son buenos, que todo va bien, ni cuando los sondeos son malos, que todo va mal", agregó, al tiempo que aseguró que "si se reacciona no se llega jamás al final de un proyecto" que aspira a cumplir durante todo su mandato. Por otra parte, en la entrevista se le pregunta por su supuesta "hiperactividad" y su consecuente perfil de presidente "hipermediatizado".