El miércoles terminan las declaraciones de los acusados en el juicio por el incendio de Chiloeches
El encargado del pesaje de los camiones de residuos que llegaban a la planta que Layna alquiló a Kuk Medioambiental en Chiloeches, Alejandro B.M., ha sido uno de los últimos acusados en declarar en la vista oral por el incendio en una planta de residuos peligrosos.
El miércoles se darán por finalizadas las declaraciones de los 21 investigados en este proceso y el jueves arrancará la prueba testifical.
En su declaración, Alejandro B.M. ha negado cualquier implicación en la falsificación de documentación o borrado información en Layna y ha insistido en reiteradas ocasiones que su trabajo se limitaba a pesar lo que entraba y apuntar el nombre del conductor y la matrícula del vehículo y que no sabía nada de los residuos peligrosos que salían de la instalación porque no tenía que controlar nada. "Yo no estaba allí para pensar sino para pesar y hacer fotocopias", ha dicho.
Ha sido la octava jornada del juicio abierto en la Audiencia Provincial de Guadalajara a raíz del incendio registrado en la planta de Kuk Medioambiental en Chiloeches y la supuesta trama con respecto a la gestión de residuos peligrosos este acusado, donde ha declarado el encargado de la bascula de Layna y luego de Kuk en esta planta, para quien la Fiscalía ha pedido una pena de cuatro años y un día de cárcel por participación en grupo criminal y gestión peligrosa de residuos.
El miércoles finalizarán las declaraciones de los acusados en este complejo juicio en el que haya 21 investigados (18 personas físicas y tres jurídicas), pero a partir de ahí arrancarán las declaraciones de unos 165 testigos y peritos, con el fin de tratar de dilucidar la supuesta trama que hay detrás de la gestión de los residuos de la planta que ardió en agosto de 2016 y su posible gestión y traslado como residuos no peligrosos a otras plantas, con el fin de abaratar costes.
"Yo me limitaba a pesar. Ni dirigía ni mandaba a nadie", ha asegurado en su interrogatorio Alejandro B., quien ha reconocido que en el periodo que estuvo él como basculista contratado por Layna (2015-2016), entraban a diario a la instalación alquilada a Kuk entre 40 y 50 camiones con residuos peligrosos y no peligrosos pero que él no intervenía en su diferenciación de residuos sino que eran otras personas las que se encargaban de eso.
Una declaración en la que ha apuntado también que no tenía responsabilidad alguna en los residuos que entraban y salían y que, al igual, jamás obtuvo ingresos al margen de la nómina de unos 1.100 euros al mes y negó que él llevara a cabo algún tipo de falsificación de documentos como le ha involucrado el Ministerio Fiscal.
Desde que fue contratado por Layna en junio de 2015, ha apuntado que "jamás" ha visto que se mezclaran residuos en la planta ni tampoco ha realizado ninguna muestra de lo que entraba en la planta.
Un interrogatorio en el que ha habido bastantes contradicciones por parte del acusado con respecto a lo que dijo en su día en los juzgados y lo manifestado este lunes, que al ser preguntado sobre si había observado un incremento en el volumen de almacenamiento de residuos en la planta desde marzo de 2015 hasta marzo de 2016 --cuando termina el concierto entre Kuk y Layna--, ha señalado que entraban "muchísimos camiones" pero que no sabía si entraban más que salían porque "era constantemente pesar y pesar" pues "había colas desde las ocho de la mañana".
BAJADA DE CAMIONES
Tras finalizar su trabajo con Layna, Alejandro empezó a trabajar con Kuk, etapa en la que ha señalado que las entradas de camiones con residuos "bajaron mucho". "Entraban, pero no cantidades ingentes, como antes", ha apostillado.
También ha negado que cuando entrara en Kuk, tras finalizar su trabajo con Layna, se hubiera guardado en su coche documentación de la empresa en la que trabajó hasta ese momento. "Yo no he borrado nada", ha precisado.
A preguntas de su letrado, el acusado ha insistido en que la memoria que le pidieron de una empresa vinculada en esta supuesta trama se limitaba a meter datos. Además ha negado que hubiera tenido un forcejeo con uno de los propietarios de Layna, concretamente con Manuel Layna, porque se estuviera guardando documentación de la empresa en su coche.
Previamente ha prestado declaración Jesús M., administrador de otra empresa de residuos involucrada en esta trama, quien ha reconocido que ellos troceaban los documentos acreditativos del transporte de residuos hasta su destino final para que no les "puentearan", negando cualquier duplicidad de documentación. "Esto lo hacíamos para evitar que el destino final supiera quien era mi cliente y pudiese puentearnos", ha señalado tras reconocer que eran "transparentes para la Administración y parcos" para la competencia porque había mucha.
En todo caso, ha asegurado que ellos no han tenido nada que ver en esta trama y que Layna era tan solo un cliente.
El miércoles prestarán declaración M.S.L y R.P.C., jornada en la que se dará por finalizado el interrogatorio de los acusados.