El Ministro de Interior condena los actos violentos
01/10/2010 - 09:45
Por: EUROPA PRESS
El ministro del Interior de Italia, Roberto Maroni, calificó ayer como "injustificables" los actos de violencia contra los campamentos de gitanos rumanos registrados esta semana en Nápoles (sur) durante un acto en Roma con ocasión de la celebración de la Fiesta de la Policía, en el que también aseguró que no hará "expulsiones en masa" de inmigrantes.
"Ha llegado el momento de intervenir con firmeza para evitar que la rabia prevalezca por encima de las reglas de la convivencia civil y se puedan repetir episodios de injustificable violencia" como los de Nápoles, donde algunas comunidades de gitanos tuvieron que abandonar sus campamentos después de que desconocidos incendiaran diversas barracas con cócteles molotov.
Maroni, que juró el cargo como ministro de Interior la semana pasada, se propone reducir en el menor tiempo posible la delincuencia ciudadana vinculada a la inmigración clandestina. Para ello, está preparando un paquete de medidas que el Gobierno aprobará la semana que viene.
Según detallan los medios locales, Maroni quiere aumentar las penas previstas para los delitos que suelen crear más alarma ciudadana como las violaciones, los asaltos a las casas, los robos callejeros y el tráfico de drogas. Otra de las propuestas sería autorizar al Ejército para que vigile algunas partes de la ciudad por la noche y refuerce así la acción de la Policía.
Asimismo, Maroni estaría dispuesto a aumentar los poderes de los gobiernos locales, para que puedan aprobar medidas de seguridad concretas y adaptadas a su territorio.
Por el momento, en cambio, se excluye la propuesta avanzada hace unos días para definir la inmigración ilegal como un delito y que podría permitir el arresto de las personas que entren en Italia sin la documentación en regla.
Junto a la mano dura contra la delincuencia, Maroni está intentando limar asperezas con los países de origen de los inmigrantes más conflictivos y que ya han manifestado su preocupación por el modo con que el Gobierno de Silvio Berlusconi se propone afrontar el fenómeno de la inmigración.
Seguridad
Precisamente, la lucha contra la criminalidad fue uno de los pilares sobre el que la Liga Norte basó su campaña electoral. Ayer, ya como ministro, Maroni volvió a tomar este argumento, asegurando que las nuevas medidas darán respuesta al "ansia de seguridad" que sienten "tantos ciudadanos". Además de las agresiones de Nápoles, los campamentos de rumanos también han sido objeto de protestas y ataques en otras ciudades de Italia, como Génova o Milán.
Maroni, que juró el cargo como ministro de Interior la semana pasada, se propone reducir en el menor tiempo posible la delincuencia ciudadana vinculada a la inmigración clandestina. Para ello, está preparando un paquete de medidas que el Gobierno aprobará la semana que viene.
Según detallan los medios locales, Maroni quiere aumentar las penas previstas para los delitos que suelen crear más alarma ciudadana como las violaciones, los asaltos a las casas, los robos callejeros y el tráfico de drogas. Otra de las propuestas sería autorizar al Ejército para que vigile algunas partes de la ciudad por la noche y refuerce así la acción de la Policía.
Asimismo, Maroni estaría dispuesto a aumentar los poderes de los gobiernos locales, para que puedan aprobar medidas de seguridad concretas y adaptadas a su territorio.
Por el momento, en cambio, se excluye la propuesta avanzada hace unos días para definir la inmigración ilegal como un delito y que podría permitir el arresto de las personas que entren en Italia sin la documentación en regla.
Junto a la mano dura contra la delincuencia, Maroni está intentando limar asperezas con los países de origen de los inmigrantes más conflictivos y que ya han manifestado su preocupación por el modo con que el Gobierno de Silvio Berlusconi se propone afrontar el fenómeno de la inmigración.
Seguridad
Precisamente, la lucha contra la criminalidad fue uno de los pilares sobre el que la Liga Norte basó su campaña electoral. Ayer, ya como ministro, Maroni volvió a tomar este argumento, asegurando que las nuevas medidas darán respuesta al "ansia de seguridad" que sienten "tantos ciudadanos". Además de las agresiones de Nápoles, los campamentos de rumanos también han sido objeto de protestas y ataques en otras ciudades de Italia, como Génova o Milán.