El Museo Abierto de Hombrados pone en valor su patrimonio industrial y etnográfico

Un viaje a un pasado no del todo lejano es el que el Museo Abierto de Hombrados ofrece al visitante. A lo largo de todo el núcleo urbano de la localidad, es posible encontrarse con aventadoras -utilizadas para separar el grano y la paja tras el trillado y que ahora han sido reemplazadas por tractores y cosechadoras-, con un tamizador de harina que llegaba a conseguir tres tipos de harina, en función de su grosor; cultivadores, alforjas, hachas, yugos, horcas, básculas de ganado, cubas de vino, tinajas o, incluso, cocinas antiguas.
“El Museo ya está abierto, la gente puede venir a ver la maquinaria y probarla; pueden pesarse y medirse incluso”, declara el promotor de la Asociación Cultural Medioambiental y Tecnológica de Hombrados, Miguel Ángel Casado Saéz.

De cara a la finalización del proyecto, a finales del próximo mes de julio, se están llevando a cabo las últimas actuaciones, enfocadas en trabajos de señalización, con el fin de informar al visitante sobre el valor de los elementos mostrados, a través de marquesinas, paneles y murales, o en la construcción de soportes de hormigón, que sirvan para anclar las piezas al suelo y eviten su deterioro y posible oxidación. “Tenemos que terminar dos techos y una marquesina”, explica Casado, añadiendo que “la idea es, una vez acometidas las actuaciones necesarias, preparar un pequeño acto simbólico de inauguración”. 

El Museo Abierto de Hombrados nació con la idea de dinamizar el tejido productivo, cultural y etnográfico de la zona a través de una parte de su rico patrimonio industrial y ha visto la luz en forma de exposición al aire libre de numerosas -¡y curiosas!-piezas de maquinaria, aperos y útiles, mayoritariamente agrícolas. Ahora bien, desde la Asociación Cultural reconocen que si el Museo Abierto de Hombrados ha conseguido salir adelante ha sido, fundamentalmente, gracias a la ayuda concedida por parte de la Asociación de Desarrollo Rural  Molina de Aragón-Alto Tajo, con una cuantía de casi 12.200 euros; de una inversión total de casi 17.000 euros -con un porcentaje de un 72%-. “Sino hubiera habido este tipo de subvención yo no me lo hubiera planteado”, reconoce el también alcalde de la localidad. Todo ello sin olvidar la colaboración en el proyecto del Geoparque Molina de Aragón-Alto Tajo y la Asociación de Amigos del Museo de Molina y, por supuesto, la “increíble implicación de los vecinos”, reconoce Casado. “Se han volcado muchísimo”, afirma el regidor con orgullo. 

El propio Casado recuerda la utilización de parte de la maquinaria expuesta en las labores del campo, ahora ya en desuso. “Lo más curioso  que tenemos es una seleccionadora, que da origen a la cosechadora de hoy en día. Yo la he llegado a utilizar con mi padre”, recuerda con cariño el alcalde, destacando que se trata de “una máquina muy vieja pero muy compleja”. 
El paso de los años y la paralela evolución de las nuevas tecnologías quedan reflejadas en las calles de Hombrados, a través de toda su maquinaria. “Ha habido mucho cambio en muy poco tiempo, en cuestión de entre 100 y 150 años”, reconoce Casado. Iniciativas como éstas permiten un profundo aprendizaje de los usos y costumbres de antaño, en esencia, de las raíces. Para facilitar el aprendizaje a las nuevas generaciones los códigos Bidi permitirán aprender acerca del funcionamiento de la maquinaria agrícola mediante vídeos explicativos. Mientras tanto, son muchos los abuelos que acuden con sus nietos a pasear por el Museo; donde el momento más especial es en el que “ves la cara de felicidad de los niños” escuchando embelesados a sus mayores hablando de las faenas del campo, afirma Casado. 

Esta labor pedagógica y cultural del proyecto se engloba dentro de un objetivo mayor, como es el desarrollo y dinamización no sólo de Hombrados, con especial relevancia del turismo. La cercanía al Castillo de Zafra  -sumamente popular por su aparición en la serie Juego de Tronos-, el Museo de Molina y, ahora también, el Museo Abierto de Hombrados hacen de ésta una ruta magnífica para conocer la tierra y las gentes de la comarca. 
 La dedicación y el esfuerzo que realizan desde la Asociación Cultural también ha dado sus frutos a la hora de conseguir mejoras para el pueblo, como la conexión WiFi, y por ende, en un aumento de su población, atraída por el encanto del mundo rural y la puesta en valor de su patrimonio.