El órgano de tubos de Morillejo le pone la banda sonora al Julio Cultural trillano
Cerca de 150 personas se dieron cita en la iglesia parroquial de Morillejo para escuchar el concierto de órgano y guitarra que interpretó el Dúo Ráfaga, que lidera el músico y musicólogo santanderino Luis Mazorra Incera (organista), acompañado por el maestro libanés de origen armenio Astur Kirichian. En la iglesia se palpaba la ilusión, revivida año tras año, que tienen los morillejanos por escuchar el sonido que los músicos extraen sabiamente de esta joya musical del barroco en un concierto que forma parte tradicionalmente del Julio Cultural trillano.
Para este momento tan especial Mazorra eligió con detalle una efeméride musical en torno a la cual articuló el programa del concierto. Hace unos días se cumplieron cien años de la celebración en Madrid del XXII Congreso Eucarístico Internacional, celebrado del 25 al 30 de junio de 1911, y cuyo himno fue la famosa canción litúrgica Cantemos al amor de los amores. Congreso e himno forman parte de un periodo de la música sacra que inició en el año 1903 el Papa San Pío X. El Pontífice era un gran aficionado a la música, siendo uno de los documentos más importantes que escribió su Motu propio Tra le sollecitudini, con el que pretendía ordenar la Música Sacra atendiendo a criterios profesionales. Uno de los líderes de la ramificación española de este movimiento europeo iniciado por Pío X fue un padre jesuita de nombre Nemesio Otaño, cuya figura también fue homenajeada el sábado en el concierto.
Teniendo en cuenta todo este cúmulo de circunstancias temporales y musicológicas, el programa de la audición recorrió suites de piezas litúrgicas para órgano seleccionadas de diversos autores, el propio Otaño entre ellos, maestros de capilla y organistas de catedrales españolas, según secuencia completa de partes instrumentales de la Misa (Preludio, Entrada, Intermedio entre lecturas, Ofertorio, Elevación, Comunión, Himno y Salida) en tiempo, espíritu y estética del Motu proprio Tra le sollecitudini.
La segunda parte del concierto estuvo centrada en la música profana. En este caso el programa recorrió composiciones de los siglos XIX y XX, obras para guitarra y órgano, a solo y a dúo, pertenecientes a autores de la nutrida y exitosa generación romántica española que regeneró el puesto internacional de nuestra música y cultura en el contexto occidental, apadrinada inicialmente por Felipe Pedrell, alter ego musical de Otaño, como Albéniz o Tárrega.
Las obras interpretadas fueron adaptadas a las condiciones especiales del órgano de Morillejo. "El instrumento tiene un periodo estético que le corresponde, que son los siglos XVII y XVIII. Si te sales de él, tienes que adaptar musicalmente las partituras al órgano", comentaba Mazorra después del concierto. El organista lleva seis años deleitando a los vecinos con el sonido del órgano. La complicidad del Dúo Ráfaga con la pedanía trillana es tremenda. "Culturalmente es fantástico que Iglesia y Ayuntamiento colaboren en que el órgano siga sonando lleno de vida", opina el músico. Por su parte el guitarrista Kirichian comentaba la preparación previa que necesita un concierto de estas características: "También la guitarra se tiene que adaptar a la afinación específica del órgano. Tenemos que adecuar las obras a la guitarra y el órgano para que encaje a la perfección. Necesita muchas horas de ensayo".
Acompañando a los morillejanos en el concierto, que forma parte del Julio Cultural trillano, estuvieron la concejala de Cultura, Mayte Blanco, y el concejal de Pedanías Teófilo Benito.