El Papa anima a Estados Unidos a aceptar la diversidad de los inmigrantes
01/10/2010 - 09:45
Por: COLPISA
Primero, los abusos sexuales. Luego, la guera de Irak. Y ayer, la inmigración. Uno a uno, el Papa Benedicto XVI ha ido tocando todos lo temas espinosos del horizonte estadounidense salvo la pena de muerte-. En su primera misa de masas, celebrada en el estadio de béisbol de los Nationals, ante más de 45.000 personas que empezaron a llegar a las 5 de la madrugada, el Santo Padre pidió a EE UU que acepte la diversidad de los inmigrantes de acuerdo a su tradición.
El catolicismo no es la fe predominante de EE UU pero gracias al flujo continuo de inmigrantes que cruza la frontera del Río Bravo en busca del sueño americano el país se ha convertido en el tercer país con más católicos del mundo, después de Brasil y México. Benedicto XVI calificó el crecimiento de la Iglesia en EE UU como el capítulo más grande de la expansión de la Iglesia después de la venida del Espíritu Santo en Pentecostés.
Tras recordar la creación de la primera diócesis católica en Baltimor, el líder de la iglesia católica aseguró que doscientos años después la Iglesia en EE UU tiene buenos motivos para alabar la capacidad de las generaciones pasadas para aglutinar grupos de inmigrantes muy diferentes, agradeció.
Al mismo tiempo, la comunidad católica de este país, consciente de su rica multiplicidad, ha apreciado cada vez más plenamente la importancia de que cada individuo y grupo aporte su propio don particular al conjunto. Ahora la Iglesia en EE UU está llamada al futuro, advirtió.
El jefe del Vaticano ya habló de la situación de los católicos que llegan a EE UU con el presidente George W. Bush durante la conversación que ambos sostuvieron en privado el miércoles en la Casa Blanca. Allí le expresó su preocupación por la ruptura de las familias que se ven separadas cuando uno de los progenitores es expulsado del país, dejando atrás a los hijos nacidos en EE UU.
Tras recordar la creación de la primera diócesis católica en Baltimor, el líder de la iglesia católica aseguró que doscientos años después la Iglesia en EE UU tiene buenos motivos para alabar la capacidad de las generaciones pasadas para aglutinar grupos de inmigrantes muy diferentes, agradeció.
Al mismo tiempo, la comunidad católica de este país, consciente de su rica multiplicidad, ha apreciado cada vez más plenamente la importancia de que cada individuo y grupo aporte su propio don particular al conjunto. Ahora la Iglesia en EE UU está llamada al futuro, advirtió.
El jefe del Vaticano ya habló de la situación de los católicos que llegan a EE UU con el presidente George W. Bush durante la conversación que ambos sostuvieron en privado el miércoles en la Casa Blanca. Allí le expresó su preocupación por la ruptura de las familias que se ven separadas cuando uno de los progenitores es expulsado del país, dejando atrás a los hijos nacidos en EE UU.