El Papa llama a superar la cultura de la muerte en su bendición urbi et orbi
01/10/2010 - 09:45
Por: EUROPA PRESS
El Papa Benedicto XVI hizo un llamamiento durante la bendición urbi et orbi (a la ciudad y al mundo) para superar la cultura de la muerte que tiende a difundirse en la sociedad de hoy en día. Los apoyos al Santo Padre han sido contínuos en los últimos días tras las polémicas noticias de los abusos a menores dentro de la Iglesia. Ayer, el decano del colegio cardenalicio, Angelo Sodano, que aseguró al Papa que toda la Iglesia está con él y que el pueblo de Dios no se deja impresionar por las habladurías del momento.
Con motivo del Domingo de Resurrección, el Santo Padre se dirigió desde la Plaza de San Pedro a los fieles y afirmó que igual que el pueblo judío cuando huyó de Egipto, también en la actualidad la humanidad tiene necesidad de un éxodo, de una conversión espiritual y moral y necesita de la salvación del Evangelio para salir de una crisis profunda y como tal requiere cambios profundos, empezando por las conciencias.
En referencia a la crisis económica internacional, Benedicto XVI pidió que la Pascua dé luz y fuerza a los responsables de todas las naciones para que la actividad económica y financiera se asiente finalmente sobre criterios de verdad, justicia y ayuda fraterna. El Pontífice también rezó por los pobres y las personas en dificultad, empezando por Irak y Tierra Santa y sin olvidar a Latinoamérica y el Caribe, cuyos países experimentan un recrudecimiento de los crímenes ligados al narcotráfico, lamentó. En particular, mencionó a Haití y Chile, que en los últimos meses han sufrido la devastación provocada por sendos terremotos. También oró por África y las naciones de este continente que se hallan en guerra, así como los países golpeados por el terrorismo.
Dicho esto, el Pontífice felicitó la Pascua en 65 lenguas distintas ante los más de 100.000 fieles que en esos momentos llenaban la plaza de San Pedro y después les impartió su bendición especial. La misa del Domingo de Resurrección fue la última celebración de la Semana Santa. Por la tarde, el Papa se trasladó a la residencia pontificia de Castel Gandolfo, que está situada a unos 30 kilómetros de Roma, para pasar unos días de reposo.
Apoyo al Santo Padre
Durante toda la jornada han sido numerosas las muestras de apoyo al Pontífice, como la del decano del colegio cardenalicio, Angelo Sodano, que aseguró al Papa que toda la Iglesia está con él y que el pueblo de Dios no se deja impresionar por las habladurías del momento. Sodano hizo estas declaraciones al comienzo de la misa de Pascua en la Plaza San Pedro mientras felicitaba al Papa en nombre de toda la comunidad católica. Nosotros admiramos su gran amor y el modo en el que, con corazón de padre, hace propias las alegrías y esperanzas, las tristezas y las angustias de los hombres, especialmente de los pobres y los sufrientes, dijo. A través mío, toda la Iglesia desea desearle buena Pascua. La Iglesia está con usted, los cardenales, sus colaboradores en la Curia romana, sus hermanos obispos y particularmente, los 400.000 sacerdotes que sirven al pueblo de Dios en las parroquias, en los oratorios, en las escuelas, en los hospitales, en las fuerzas armadas y otros numerosos ambientes, como también en las misiones en las zonas más remotas del mundo, aseguró Sodano. Está con usted el pueblo de Dios, que no se deja impresionar por las habladurías del momento, por las pruebas que a veces golpean a la comunidad de los creyentes, añadió. Del mismo modo, el cardenal arzobispo de Barcelona, Lluís Martínez Sistach, lamentó la tendencia prevalente a distorsionar los hechos en relación con los casos de pederastia en la Iglesia católica, y criticó los ataques al Papa Benedicto XVI, a quien defendió por haber reaccionado con normas más severas ante estos casos condenables e inadmisibles. En una entrevista a La Vanguardia, Sistach reiteró que el Papa jamás ha prohibido denunciar a los curas pederastas, sino todo lo contrario, y afirmó que hay tendencia a distorsionar los hechos y forzar interpretaciones para atacar al Papa. Aseguró que el sufrimiento de Benedicto XVI y de todos los cristianos aumenta, a pesar de insistir en los criterios de transparencia, severidad y firmeza con los que actúa el Papa ante estos casos gravísimos. Sistach reiteró que, a pesar de la gravedad de estas denuncias sobre abusos sexuales por parte de eclesiásticos, suponen un porcentaje muy reducido frente al total de denuncias que se presentan.
Igualmente, el arzobispo de Santiago de Compostela, Julián Barrio, trasladó al Papa el apoyo incondicional frente al fuerte temporal antieclesial y anticlerical.
En este Domingo de la Resurrección del Señor, en nombre de la Diócesis, de los peregrinos que nos acompañáis y en el mío propio, quiero hacer llegar nuestra felicitación pascual y nuestro apoyo incondicional con nuestra oración al Papa, dijo el arzobispo compostelano durante la homilía del Domingo de Pascua. Además, Barrio incidió en que el Papa en esta singladura de fuerte temporal antieclesial y anticlerical está conduciendo la barca de Pedro con la finura espiritual, la hondura intelectual y la firmeza que le son propias y que le llevan a hacer un diagnóstico preciso de la realidad y a ofrecer el tratamiento adecuado para la purificación y renovación de los hijos de la Iglesia.
En referencia a la crisis económica internacional, Benedicto XVI pidió que la Pascua dé luz y fuerza a los responsables de todas las naciones para que la actividad económica y financiera se asiente finalmente sobre criterios de verdad, justicia y ayuda fraterna. El Pontífice también rezó por los pobres y las personas en dificultad, empezando por Irak y Tierra Santa y sin olvidar a Latinoamérica y el Caribe, cuyos países experimentan un recrudecimiento de los crímenes ligados al narcotráfico, lamentó. En particular, mencionó a Haití y Chile, que en los últimos meses han sufrido la devastación provocada por sendos terremotos. También oró por África y las naciones de este continente que se hallan en guerra, así como los países golpeados por el terrorismo.
Dicho esto, el Pontífice felicitó la Pascua en 65 lenguas distintas ante los más de 100.000 fieles que en esos momentos llenaban la plaza de San Pedro y después les impartió su bendición especial. La misa del Domingo de Resurrección fue la última celebración de la Semana Santa. Por la tarde, el Papa se trasladó a la residencia pontificia de Castel Gandolfo, que está situada a unos 30 kilómetros de Roma, para pasar unos días de reposo.
Apoyo al Santo Padre
Durante toda la jornada han sido numerosas las muestras de apoyo al Pontífice, como la del decano del colegio cardenalicio, Angelo Sodano, que aseguró al Papa que toda la Iglesia está con él y que el pueblo de Dios no se deja impresionar por las habladurías del momento. Sodano hizo estas declaraciones al comienzo de la misa de Pascua en la Plaza San Pedro mientras felicitaba al Papa en nombre de toda la comunidad católica. Nosotros admiramos su gran amor y el modo en el que, con corazón de padre, hace propias las alegrías y esperanzas, las tristezas y las angustias de los hombres, especialmente de los pobres y los sufrientes, dijo. A través mío, toda la Iglesia desea desearle buena Pascua. La Iglesia está con usted, los cardenales, sus colaboradores en la Curia romana, sus hermanos obispos y particularmente, los 400.000 sacerdotes que sirven al pueblo de Dios en las parroquias, en los oratorios, en las escuelas, en los hospitales, en las fuerzas armadas y otros numerosos ambientes, como también en las misiones en las zonas más remotas del mundo, aseguró Sodano. Está con usted el pueblo de Dios, que no se deja impresionar por las habladurías del momento, por las pruebas que a veces golpean a la comunidad de los creyentes, añadió. Del mismo modo, el cardenal arzobispo de Barcelona, Lluís Martínez Sistach, lamentó la tendencia prevalente a distorsionar los hechos en relación con los casos de pederastia en la Iglesia católica, y criticó los ataques al Papa Benedicto XVI, a quien defendió por haber reaccionado con normas más severas ante estos casos condenables e inadmisibles. En una entrevista a La Vanguardia, Sistach reiteró que el Papa jamás ha prohibido denunciar a los curas pederastas, sino todo lo contrario, y afirmó que hay tendencia a distorsionar los hechos y forzar interpretaciones para atacar al Papa. Aseguró que el sufrimiento de Benedicto XVI y de todos los cristianos aumenta, a pesar de insistir en los criterios de transparencia, severidad y firmeza con los que actúa el Papa ante estos casos gravísimos. Sistach reiteró que, a pesar de la gravedad de estas denuncias sobre abusos sexuales por parte de eclesiásticos, suponen un porcentaje muy reducido frente al total de denuncias que se presentan.
Igualmente, el arzobispo de Santiago de Compostela, Julián Barrio, trasladó al Papa el apoyo incondicional frente al fuerte temporal antieclesial y anticlerical.
En este Domingo de la Resurrección del Señor, en nombre de la Diócesis, de los peregrinos que nos acompañáis y en el mío propio, quiero hacer llegar nuestra felicitación pascual y nuestro apoyo incondicional con nuestra oración al Papa, dijo el arzobispo compostelano durante la homilía del Domingo de Pascua. Además, Barrio incidió en que el Papa en esta singladura de fuerte temporal antieclesial y anticlerical está conduciendo la barca de Pedro con la finura espiritual, la hondura intelectual y la firmeza que le son propias y que le llevan a hacer un diagnóstico preciso de la realidad y a ofrecer el tratamiento adecuado para la purificación y renovación de los hijos de la Iglesia.