El precio de recortar las emisiones un 30% será menor
01/10/2010 - 09:45
Por: EUROPA PRESS
UE
La Comisión Europea defendió este miércoles que mejorar el compromiso europeo de reducción de emisiones contaminantes para 2020 de un 20 a un 30% con respecto a los niveles de 1990 tendrá un coste menor de lo previsto inicialmente, pero evitó hacer recomendaciones y dejó claro que se trata de una decisión política en manos de los líderes de la Unión Europea.
La comisaria de Acción por el Clima, Connie Hedegaard, presentó este miércoles un informe que revisa la evaluación de hace dos años del impacto económico de la reducción de emisiones de dióxido de carbono (CO2) en la Unión Europea y fija en 81.000 millones de euros anuales el coste de un recorte del 30%.
Según los nuevos cálculos, el coste de 70.000 millones de euros anuales estimado para reducir al 20% las emisiones contaminantes serviría en realidad para llegar a un objetivo del 25%, porque el precio del 20% se ha reducido a 48.000 millones por año de aquí a 2020. La crisis económica ha favorecido la reducción de las emisiones de CO2 en la Unión Europea y la caída de los precios del carbón, explicó la comisaria.
Así las cosas, con 11.000 millones adicionales al año respecto a las cuentas iniciales, la Unión Europea podría asumir el reto de reducir las emisiones en un 30%, una oferta que por el momento mantiene condicionada a que otros socios internacionales asuman metas equivalentes. Hedegaard matizó que se deben producir las condiciones para dar ese paso y que en su opinión aún es prematuro tomar una decisión y desvelar las cartas de los 27 antes de avanzar en las negociaciones internacionales y conocer las ofertas de otros países industrializados y economías emergentes como Estados Unidos, Brasil o China. Si me preguntan si es el momento adecuado, la respuesta es no, zanjó la comisaria en respuesta a quienes plantean que Bruselas ha dado marcha atrás en su defensa del 30% por presiones de la industria y de países como Francia y Alemania. Serán los Estados miembros quienes decidirán cómo y cuándo pasar al compromiso del 30%, insistió.
Hedegaard dejó claro que corresponde a los líderes europeos, que se reunirán en Bruselas el próximo 17 de junio, decidir, pero confió en que este estudio ofrezca una base sólida para iniciar el debate. Unos días antes, el viernes 11, los ministros de Medio Ambiente abordarán por primera vez este informe.
NO DAR MARCHA ATRÁS
Destacó igualmente que la Unión Europea ha reducido en la actualidad sus emisiones de CO2 en un 14% con respecto a 1990 y que se está muy lejos de los objetivos de recortar entre un 80 y un 95% las emisiones de los países industrializados para 2050.
En esta línea advirtió de que será mucho más costoso retrasar la lucha contra el calentamiento global puesto que, según datos de la Agencia Internacional de la Energía, cada año de retraso supondrá una inversión añadida de entre 300.000 y 400.000 millones anuales.
Todos tenemos que esforzarnos mucho más para cumplir los compromisos adquiridos, pero eso no sucederá si nadie se mueve en la mesa de negociación internacional, dijo la comisaria antes de dejar claro que la Unión Europea no puede dar marcha atrás en sus ambiciones.
Según los nuevos cálculos, el coste de 70.000 millones de euros anuales estimado para reducir al 20% las emisiones contaminantes serviría en realidad para llegar a un objetivo del 25%, porque el precio del 20% se ha reducido a 48.000 millones por año de aquí a 2020. La crisis económica ha favorecido la reducción de las emisiones de CO2 en la Unión Europea y la caída de los precios del carbón, explicó la comisaria.
Así las cosas, con 11.000 millones adicionales al año respecto a las cuentas iniciales, la Unión Europea podría asumir el reto de reducir las emisiones en un 30%, una oferta que por el momento mantiene condicionada a que otros socios internacionales asuman metas equivalentes. Hedegaard matizó que se deben producir las condiciones para dar ese paso y que en su opinión aún es prematuro tomar una decisión y desvelar las cartas de los 27 antes de avanzar en las negociaciones internacionales y conocer las ofertas de otros países industrializados y economías emergentes como Estados Unidos, Brasil o China. Si me preguntan si es el momento adecuado, la respuesta es no, zanjó la comisaria en respuesta a quienes plantean que Bruselas ha dado marcha atrás en su defensa del 30% por presiones de la industria y de países como Francia y Alemania. Serán los Estados miembros quienes decidirán cómo y cuándo pasar al compromiso del 30%, insistió.
Hedegaard dejó claro que corresponde a los líderes europeos, que se reunirán en Bruselas el próximo 17 de junio, decidir, pero confió en que este estudio ofrezca una base sólida para iniciar el debate. Unos días antes, el viernes 11, los ministros de Medio Ambiente abordarán por primera vez este informe.
NO DAR MARCHA ATRÁS
Destacó igualmente que la Unión Europea ha reducido en la actualidad sus emisiones de CO2 en un 14% con respecto a 1990 y que se está muy lejos de los objetivos de recortar entre un 80 y un 95% las emisiones de los países industrializados para 2050.
En esta línea advirtió de que será mucho más costoso retrasar la lucha contra el calentamiento global puesto que, según datos de la Agencia Internacional de la Energía, cada año de retraso supondrá una inversión añadida de entre 300.000 y 400.000 millones anuales.
Todos tenemos que esforzarnos mucho más para cumplir los compromisos adquiridos, pero eso no sucederá si nadie se mueve en la mesa de negociación internacional, dijo la comisaria antes de dejar claro que la Unión Europea no puede dar marcha atrás en sus ambiciones.