El PSE promoverá el lunes las mociones de censura contra los alcaldes de ANV
01/10/2010 - 09:45
Por: AGENCIA. MADRID
Arriola señaló que su afán es constructivo y que, por eso mismo, todas las mociones irán acompañadas de una alternativa para ocupar las alcaldías. El PSE es la segunda fuerza política en los tres pueblos y aspira a colocar al frente de los consistorios a Francisco García Raya en Mondragón, Izaskun Gómez en Pasajes y José Ramón Chica en Hernani.
Entendemos que con esto el PSE cumple sus compromisos; el resto de grupos verán si cumplen o no con su responsabilidad, apuntó.
El dirigente socialista da por hecho el apoyo del PNV que, según dijo, tiene un compromiso claro al respecto. Aún así, dijo que dará un plazo de diez días a las restantes fuerzas políticas para que se pronuncien al respecto. Ha llegado el momento de dar el siguiente paso, apuntó tras admitir que el fracaso de las mociones éticas es un precedente poco halagüeño. Pero, agregó, mantener las cosas en el tiempo sine die sería mucho más irresponsable.
Retiran la placa de Pana
La madrugada de ayer, agentes de la Ertzaintza retiraron la placa y el monolito que recordaban al miembro de ETA José Manuel Aristimuño, alias Pana, de un parque de la localidad guipuzcoana de Hernani. Símbolos que homenajeaban al etarra desde 1982 y que fueron retirados en cumplimiento del auto dictado el pasado lunes por el juez de la Audiencia Nacional Fernando Grande-Marlaska en la que fue la primera decisión judicial de esta naturaleza. La retirada de los símbolos se produjo sin ningún tipo de incidentes.
Grande-Maskaska había dado orden para que la retirada tuviera lugar antes de las 12.00 horas de ayer, pero no hubo que esperar al último minuto y los símbolos que desde hace más de un cuarto de siglo rendían homenaje a un miembro de ETA desaparecieron de una zona de juegos infantiles de Hernani. Quiza para evitar un numerito de los proetarras, los agentes de la Policía Autónoma vasca procedieron a retirar el monolito y la placa en memoria este etarra -integrante del sanginario comando Araba que murió en un enfrentamiento con la policía a finales de marzo de 1981- bien entrada la madrugada.
En su auto, el juez titular del Juzgado número 3 de Instrucción afirmó que es indiscutible que poner el nombre de un parque a un miembro de la organización ETA supone necesariamente un acto de reconocimiento personal y, como tal, de validar el uso de la violencia para la consecución de fines supuestamente políticos y destaca que en 1982 el Ayuntamiento de Hernani, gobernado por Herri Batasuna puso el nombre de Pana al parque por iniciativa de KAS, un asociación declarada ilegal.
Así, además de ordenar la retirada del monolito y la placa conmemorativa del parque, Grande-Marlaska pedía que se adopten las medidas precisas para que no se restituyan en ninguna forma gráfica imaginable y, en el caso de que suceda, sean igualmente removidas.
El juez también advirtió a la alcaldesa del municipio Marian Beitialarrangoitia, de ANV, que si ignora este requerimiento su actuación será interpretada como un indicio racional de criminalidad. Beitialarrangoitia acudió el mismo lunes a prestar declaración, a raíz de una querella presentada por la asociación Dignidad y Justicia, acusada de enaltecimiento del terrorismo y humillación de las víctimas por mantener el nombre del etarra a ese parque y una plaza dedicada al soldado vasco.
Tenía 14 años
En su defensa, la alcaldesa, que quedó en libertad sin medidas cautelares y que también está imputada por otro delito de enaltecimiento del terrorismo al vitorear a los etarras Igor Portu y Martín Sarasola durante un mitin de ANV, alegó que cuando se puso el nombre al parque ella tenía tan sólo 14 años. También adujo en su descargo que desde entonces ningún grupo municipal había solicitado que se cambie su denominación a pesar de conocer la causa abierta contra ella.
En relación a la plaza que lleva el nombre de Gudarien Emparantza (Plaza del Soldado Vasco) la alcaldesa alegó que el nombre de la plaza de los Gudaris no homenajea a militantes de la organización terrorista ETA, sino que alude a los 200 vecinos del municipio que murieron durante la Guerra Civil. La denominación de esta plaza no se ha cambiado ya que el juez señala que su retirada es competencia de otras autoridades.
Absuelto un acusado de kale borroka
No solo los etarras se libran de la cárcel por falta de pruebas, también sus cachorros, su cantera dedicada a la kale borroka, pueden correr la misma suerte. La Audiencia Nacional ha absuelto a un joven acusado de un ataque contra una sucursal bancaria que tuvo lugar en Vitoria el 19 de mayo de 2007 al no poder acreditar que los restos de ADN que fueron encontrados en la bolsa en el que se habría transportado el artefacto se corresponda con su perfil genético. El fiscal Pedro Rubira solicitaba cinco años de cárcel, una multa de 24 meses y una inhabilitación absoluta por 13 años por un delito de daños terroristas contra la entidad bancaria, que se cuantificaron en 24.357,96 euros.
Pero el joven, de 28 años, eludió esta pena ya que, según el tribunal, la prueba pericial de ADN exhibida durante el juicio denota la existencia de unos restos biológicos que no pueden concluirse que sean del acusado, a lo que se añade la inexistencia de una segunda prueba que pueda compensar su valor probatorio y excluir completamente las dudas que presenta.
El tribunal también destaca el valor de las declaraciones exculpatorias que realizaron durante el juicio la compañera sentimental del acusado y el propietario del bar en el que trabajaba, que testificaron que en el día de autos se encontraba en el establecimiento.
El dirigente socialista da por hecho el apoyo del PNV que, según dijo, tiene un compromiso claro al respecto. Aún así, dijo que dará un plazo de diez días a las restantes fuerzas políticas para que se pronuncien al respecto. Ha llegado el momento de dar el siguiente paso, apuntó tras admitir que el fracaso de las mociones éticas es un precedente poco halagüeño. Pero, agregó, mantener las cosas en el tiempo sine die sería mucho más irresponsable.
Retiran la placa de Pana
La madrugada de ayer, agentes de la Ertzaintza retiraron la placa y el monolito que recordaban al miembro de ETA José Manuel Aristimuño, alias Pana, de un parque de la localidad guipuzcoana de Hernani. Símbolos que homenajeaban al etarra desde 1982 y que fueron retirados en cumplimiento del auto dictado el pasado lunes por el juez de la Audiencia Nacional Fernando Grande-Marlaska en la que fue la primera decisión judicial de esta naturaleza. La retirada de los símbolos se produjo sin ningún tipo de incidentes.
Grande-Maskaska había dado orden para que la retirada tuviera lugar antes de las 12.00 horas de ayer, pero no hubo que esperar al último minuto y los símbolos que desde hace más de un cuarto de siglo rendían homenaje a un miembro de ETA desaparecieron de una zona de juegos infantiles de Hernani. Quiza para evitar un numerito de los proetarras, los agentes de la Policía Autónoma vasca procedieron a retirar el monolito y la placa en memoria este etarra -integrante del sanginario comando Araba que murió en un enfrentamiento con la policía a finales de marzo de 1981- bien entrada la madrugada.
En su auto, el juez titular del Juzgado número 3 de Instrucción afirmó que es indiscutible que poner el nombre de un parque a un miembro de la organización ETA supone necesariamente un acto de reconocimiento personal y, como tal, de validar el uso de la violencia para la consecución de fines supuestamente políticos y destaca que en 1982 el Ayuntamiento de Hernani, gobernado por Herri Batasuna puso el nombre de Pana al parque por iniciativa de KAS, un asociación declarada ilegal.
Así, además de ordenar la retirada del monolito y la placa conmemorativa del parque, Grande-Marlaska pedía que se adopten las medidas precisas para que no se restituyan en ninguna forma gráfica imaginable y, en el caso de que suceda, sean igualmente removidas.
El juez también advirtió a la alcaldesa del municipio Marian Beitialarrangoitia, de ANV, que si ignora este requerimiento su actuación será interpretada como un indicio racional de criminalidad. Beitialarrangoitia acudió el mismo lunes a prestar declaración, a raíz de una querella presentada por la asociación Dignidad y Justicia, acusada de enaltecimiento del terrorismo y humillación de las víctimas por mantener el nombre del etarra a ese parque y una plaza dedicada al soldado vasco.
Tenía 14 años
En su defensa, la alcaldesa, que quedó en libertad sin medidas cautelares y que también está imputada por otro delito de enaltecimiento del terrorismo al vitorear a los etarras Igor Portu y Martín Sarasola durante un mitin de ANV, alegó que cuando se puso el nombre al parque ella tenía tan sólo 14 años. También adujo en su descargo que desde entonces ningún grupo municipal había solicitado que se cambie su denominación a pesar de conocer la causa abierta contra ella.
En relación a la plaza que lleva el nombre de Gudarien Emparantza (Plaza del Soldado Vasco) la alcaldesa alegó que el nombre de la plaza de los Gudaris no homenajea a militantes de la organización terrorista ETA, sino que alude a los 200 vecinos del municipio que murieron durante la Guerra Civil. La denominación de esta plaza no se ha cambiado ya que el juez señala que su retirada es competencia de otras autoridades.
Absuelto un acusado de kale borroka
No solo los etarras se libran de la cárcel por falta de pruebas, también sus cachorros, su cantera dedicada a la kale borroka, pueden correr la misma suerte. La Audiencia Nacional ha absuelto a un joven acusado de un ataque contra una sucursal bancaria que tuvo lugar en Vitoria el 19 de mayo de 2007 al no poder acreditar que los restos de ADN que fueron encontrados en la bolsa en el que se habría transportado el artefacto se corresponda con su perfil genético. El fiscal Pedro Rubira solicitaba cinco años de cárcel, una multa de 24 meses y una inhabilitación absoluta por 13 años por un delito de daños terroristas contra la entidad bancaria, que se cuantificaron en 24.357,96 euros.
Pero el joven, de 28 años, eludió esta pena ya que, según el tribunal, la prueba pericial de ADN exhibida durante el juicio denota la existencia de unos restos biológicos que no pueden concluirse que sean del acusado, a lo que se añade la inexistencia de una segunda prueba que pueda compensar su valor probatorio y excluir completamente las dudas que presenta.
El tribunal también destaca el valor de las declaraciones exculpatorias que realizaron durante el juicio la compañera sentimental del acusado y el propietario del bar en el que trabajaba, que testificaron que en el día de autos se encontraba en el establecimiento.