El relevo generacional sí está garantizado en el Maratón de Cuentos
El 33 Maratón de los Cuentos, desarrollado a lo largo de este fin de semana, ha tenido un nivel difícilmente superable, según ha valorado la presidenta del Seminario de Literatura Infantil y Juvenil (SLIJ) de Guadalajara, Concha Carlavilla. Y todo ha sido gracias a los grupos y personas que han subido al escenario a título individual, de todas las edades, en total, nada menos que 1.446 que han narrado 780 cuentos. Además, Carlavilla no se olvida que también este nuevo éxito ha podido ser posible gracias “al gran trabajo de de los voluntarios”, más de 200 durante todo el fin de semana.
Ha habido cuentos por todos los lados de la ciudad, los vecinos han tenido la ocasión de presenciarlos en la cripta del Fuerte de San Francisco, en el Salón Chino del Palacio de la Cotilla, en la Capilla de Luis de Lucena, Palacio de Dávalos, etc. y pasacalles, a cargo de la Escuela de Folclore de Diputación… Música por doquier y cuentos.
Los narradores llevaron sus palabras viajeras a lugares donde residen personas que no pueden desplazarse a los lugares señalados: Centro de Atención a Personas con Discapacidad Física de Guadalajara, Hospital Universitario, Asociación de Familiares de Enfermos de Alzheimer; Residencias de Mayores de Los Olmos; Centro Ocupacional Las Encinas; Instituto de Enfermedades Neurológicas; Unidad Residencial y Rehabilitadora de Alcohete; Centro de Educación Especial Virgen del Amparo, y, en general, “a lugares que acogen a personas que en cualquier momento podemos ser nosotros; nunca nos olvidamos de ellos”, asevera Carlavilla.
Las distintas actividades, conciertos y miniconciertos, Batukada Ondina, Klandestinos, Coro Ciudad de Guadalajara, Banda de Música de Brihuega, el Turina Simphony Chorus, entre otras, han hecho de Guadalajara “una ciudad en la que palabra y música han participado de forma conjunta”.
Todos los espectáculos se han llenado de público, tanto en la calle, como en el escenario. “La iglesia de los Remedios estaba abarrotada de gente atendiendo al Coro Ciudad de Guadalajara, de la misma forma que Dávalos con Guadspel Choir”. Y es que –asegura satisfecha Carlavilla- “ha habido muchas ganas de maratón y se ha notado”.
Cuentos en familia, por asociaciones, todos trabajados con “mucho mimo, mucho cuidado en preparar la mejor historia posible”. Ha sido el año de los colectivos, entre ellos, los institutos de la ciudad, que han llevado a infinidad de alumnos que se han convertido en auténticos Guardianes del Alba, “que pusieron de relieve que el trabajo que hacemos en talleres de narración oral están dando resultado”. Se trata de los alumnos del IES Liceo Caracense, Aguas Vivas, Ana María Matute de Cabanillas y el Colegio Agustiniano, que han participado este curso en los Talleres de Narración organizados por el SLIJ. Ellos pusieron en práctica lo aprendido contando en el escenario principal en las primeras horas de las dos mañanas del Maratón.
Entre otros muchos, han narrado cuentos la alcaldesa, Ana Guarinos, en la apertura del acto, como es tradición lo abre el alcalde que esté en ese momento. “Lo contó con mucho cariño, con una mención especial para las personas con discapacidad auditiva” y con un guiño hacia ellos, ya que lo contó en algún fragmento en lenguaje de signos”.
Otras autoridades también se lanzaron al escenario de la fantasía del Infantado. El presidente de las Cortes de Castilla-La Mancha, Pablo Bellido; la consejera de Igualdad, Sara Simón; el edil capitalino, Ignacio de la Iglesia; “representantes públicos que contaron historias que se prepararon con mucho cariño”. A destacar por su cercanía, una vez más estuvo presente la Policía local que narró un cuento sobre seguridad vial.
Entre lo que más ha llamado la atención a Carlavilla ha sido el cuento relatado el sábado por un adolescente del Liceo Caracense, de 13 años. “Atrapó a toda la gente que estaba sentada en el Patio de los Leones del Palacio del Infantado”, comenta. Era La ciudad de la hormiga. “Había que estar allí para ver cómo lo interpretó; estábamos todos callados… cuando acabó le pregunté: ‘¿Cómo puedes contar así?’ y me contestó: ‘Voy a clase de contar cuentos’; ha estado en talleres del Liceo”. Asimismo no faltaron a su cita los Narradores de la Noche, que tradicionalmente mantienen la narración viva en el Palacio durante la noche del viernes al sábado.
“La ciudad cada vez hace más suya la fiesta de la palabra”, aplaude Carlavilla, “lo que pone de manifiesto que Guadalajara es una ciudad de cuentos y estamos empeñados en que sea para siempre”. Esta repercusión que la cita ha tenido entre los más jóvenes aporta una “enorme esperanza; estoy convencida de que va a haber relevo generacional”.
Un homenaje a Luis Morón, por su aportación como seminarista en el Maratón, “a quien se lo hemos dedicado por todo lo que dio y por la grandísima persona que era, además de amigo”, y otro, en el acto de clausura, por los 40 años de oficio narrativo de Estrella Ortiz, la Bruja Rotundifolia, completaron el programa. “La hemos cantado, homenajeado y aplaudido de forma unánime, antes del broche de oro de la Banda de Música de Diputación, que dio un concierto precioso”, alaba Carlavilla.
Se ha puesto fin a un evento fruto del trabajo intenso, con mucho cariño, durante meses, una labor en la que, como remarca, “cada vez hay mas personas implicadas, lo que garantiza el relevo generacional”.