El secretario de Estado, Mario Garcés, visita Proyecto Hombre en Guadalajara
El responsable de Servicios Sociales conoció de primera mano el trabajo desarrollado en la finca de Castillejos, donde se ubica la comunidad terapéutica.
El secretario de Estado de Servicios Sociales, Mario Garcés, visitó este martes las instalaciones de la comunidad terapéutica de Proyecto Hombre en Guadalajara. Allí, Garcés realizó una visita para conocer de primera mano el trabajo que se desarrolla, charlar con los trabajadores y residentes y salir, en sus propias palabras, “muy enriquecido”. El secretario de Estado indicó que sus impresiones, tras la visita, eran “absolutamente maravillosas. Es una experiencia que se puede replicar y es un ejemplo a seguir por parte de otros centros de España”.
Garcés se sorprendió del “espíritu de compromiso” tanto de residentes como de profesionales al “compartir con ellos sus experiencias, sus sentimientos, ver que entre ellos se enriquecen diariamente, ver que se sobreponen a las barreras y dificultades que han pasado o pasan algunos de ellos…”
Proyecto Hombre “es un centro de referencia en todas las políticas encaminadas a la rehabilitación de personas con drogodependencias. Desde hace mucho tiempo Proyecto Hombre es una referencia. Nosotros, en la medida de nuestras disponibilidades, y tenemos varias líneas de ayuda abiertas, vamos a seguir apoyando a Proyecto Hombre”.
Por parte de Modesto Salgado, director general de Proyecto Hombre, guió en su visita al secretario de Estado y le agradeció su interés por el trabajo desarrollado.
Elena Carrizo, directora de la comunidad terapéutica de Proyecto Hombre, cuenta que en la actualidad hay 50 residentes. Con ellos “el objetivo fundamental es un cambio a nivel personal en las personas con problemas de drogas. Nosotros entendemos que el problema no es tanto la droga, sino el motivo por el cual una persona consume droga”…. Cada uno de ellos recibe “un importante apoyo a nivel psicológico, relacional, de autoestima, de valores… etc. Entendemos que el consumo es una consecuencia de un vacío existencial y de unas formas de relación que no son sanas”, agrega Carrizo.
Proyecto Hombre cuenta con distintos programas en función del perfil de la persona. Por ejemplo, la comunidad terapeútica de Castillejos cuenta con un programa para alcohol, que suele coincidir con personas de mediana edad. Además, disponen de otro programa específico para politoxicómanos que suele coincidir con perfiles de menor edad. Existe otro programa ambulatorio para personas que consumen cocaína o alcohol pero que cuentan con una estructura familiar o laboral más estable. “Van a grupos de terapia una o dos veces por semana mientras continúan con su trabajo y su familia”, cuenta la directora. Otro programa especializado es el dirigido a madres con niños menores de tres años que pueden realizar el programa juntos. “Se consigue que la madre salga de la droga y que cambie el estilo de vida”, apunta.
En las instalaciones que Proyecto Hombre tiene en la calle Bolarque, de la capital, se desarrolla otro programa de menores con adicciones “con problemas de porros y de alcohol”. En este caso se trabaja también con los padres y, además, en centros educativos para realizar tareas de prevención.
Asimismo, cuentan con una comunidad intrapenitenciaria en la prisión de Herrera de la Mancha, donde los drogodependientes realizan también los grupos de terapia.
Para completar la atención integral que se proporciona en Proyecto Hombre se imparten regularmente cursos formativos para los pacientes. A día de hoy, por ejemplo, se está impartiendo uno de especialista en equinos y otro de jardinería con la intención de que salgan con más posibilidades de inserción laboral.
Los programas terapéuticos residenciales suelen durar aproximadamente un año y cuentan con unas altas tasas de rehabilitación. “Por aquí han pasado muchas personas de Castilla-La Mancha y muchos se han recuperado”, apunta la directora, quien explica que no se trata sólo de dejar las drogas “sino de hacer un cambio de vida”.