El sindicato médico exige la dimisión de Echániz por sus insultos a los facultativos
15/04/2012 - 18:23
Este sindicato ha mantenido siempre el respeto debido a las autoridades sanitarias y en ningún caso ha hecho manifestaciones ofensivas hacia ninguno de los cargos del Gobierno de Castilla-La Mancha. Es por ello que nos resulta especialmente doloroso y fuera de lugar que el Sr. Echániz haya proferido tales exabruptos que son un serio agravio para los médicos de esta región, a quienes descalifica de manera genérica denotando una absoluta falta de capacidad política, e incluso de educación, que a un gestor de su nivel le deberían ser exigibles.
El Consejero dice que los médicos debemos "arrimar el hombro" y es curioso que diga eso un consejero que sabe que los médicos de España son los protagonistas, aunque no los únicos, de uno de los mejores sistemas públicos de salud del mundo y que por tanto no debe ser su trabajo tan escaso como da a entender, sobre todo teniendo en cuenta que perciben a cambio de esa magnífica labor una de las retribuciones proporcionalmente más bajas de la comunidad europea. Especialmente los médicos de esta región, que contribuyeron a colocar el sistema autonómico de salud en el segundo lugar del Estado, cuando antes ocupaba el octavo, acometiendo su tarea con el entusiasmo suficiente como para que los pacientes pudieran acogerse a la Ley de Garantías, que establecía plazos concretos para su atención.
Sin embargo el señor Echániz nos pide a los médicos que hagamos "huelga a la japonesa" cuando parece que es él quien la está haciendo con muy negativos efectos en su Consejería, cerrando consultorios, con despidos masivos de médicos, con la subida exponencial de las listas de espera etc...
El Consejero nos echa en cara que tengamos un puesto de trabajo, un puesto que hemos conseguido tras seis años de carrera, cuatro o cinco de especialidad, un examen MIR y mucho esfuerzo y sacrificio. Si tenemos ese puesto de trabajo es, en la mayor parte de los casos, porque hemos superado un proceso selectivo que por lo que sabemos no ha superado jamás el Sr.Echániz.
Quien como él dice, "se retratará ante la historia" es el propio Consejero por su gestión arrogante y precipitada, nefasta para los intereses de pacientes y facultativos.
Nos acusa de estar "fuera de contexto", mientras que quien puede que esté fuera de contexto es aquel que no ha atendido a un sólo paciente en su vida profesional, y de ahí sus declaraciones tan absurdas y gratuitas. Su actitud no es nueva pues no sólo ha mantenido esa postura chulesca con los médicos, sino con muchos otros colectivos de sanitarios y de usuarios, tanto en sus competencias de salud como de bienestar social.
Quienes son peligrosos para la sociedad no son los médicos, sino los gestores ineficaces y arrogantes en su incapacidad.
Por otra parte, si los médicos lloramos es por vernos regidos por políticos como él, que después de meses de gestión ni siquiera ha visto la cara a los representantes de los facultativos, y que está avocando a la sanidad autonómica a un callejón sin salida, aunque nos tememos que tal vez sea esa su última intención.
A los médicos no se nos puede achacar la mala gestión de estos ni de anteriores gestores pues nunca se nos ha permitido participar en dicha gestión, lo que venimos demandando desde hace tiempo.
La demagogia, o simplemente la falsedad, de atribuirnos a los médicos salarios astronómicos es simplemente deplorable, pues generaliza algo que no sabemos si ha existido pero que sería en todo caso algo absolutamente puntual. Por supuesto, el consejero no hace público su salario y el de sus cargos de confianza para que todos los conozcamos y podamos juzgar y opinar tan alegremente como él. Los salarios de los médicos llegan a ser mileuristas en el caso de los residentes y está en muchos casos en torno a los dos mil quinientos euros, cantidades muy lejanas con toda certeza de la retribución percibida por el señor Consejero.
Por supuesto que el médico sabe donde se puede ahorrar, aunque nunca se le haya preguntado, y aunque probablemente al señor Echániz no le gustaría que se lo dijéramos, pues el mejor ahorro que puede tener el sistema autonómico de salud es el de su propio sueldo, el sueldo de un consejero que por insultar a los médicos debería dimitir inmediatamente o ser cesado si el gobierno de Castilla-La Mancha no quiere llevar al sistema a la catástrofe absoluta.
El Consejero dice que los médicos debemos "arrimar el hombro" y es curioso que diga eso un consejero que sabe que los médicos de España son los protagonistas, aunque no los únicos, de uno de los mejores sistemas públicos de salud del mundo y que por tanto no debe ser su trabajo tan escaso como da a entender, sobre todo teniendo en cuenta que perciben a cambio de esa magnífica labor una de las retribuciones proporcionalmente más bajas de la comunidad europea. Especialmente los médicos de esta región, que contribuyeron a colocar el sistema autonómico de salud en el segundo lugar del Estado, cuando antes ocupaba el octavo, acometiendo su tarea con el entusiasmo suficiente como para que los pacientes pudieran acogerse a la Ley de Garantías, que establecía plazos concretos para su atención.
Sin embargo el señor Echániz nos pide a los médicos que hagamos "huelga a la japonesa" cuando parece que es él quien la está haciendo con muy negativos efectos en su Consejería, cerrando consultorios, con despidos masivos de médicos, con la subida exponencial de las listas de espera etc...
El Consejero nos echa en cara que tengamos un puesto de trabajo, un puesto que hemos conseguido tras seis años de carrera, cuatro o cinco de especialidad, un examen MIR y mucho esfuerzo y sacrificio. Si tenemos ese puesto de trabajo es, en la mayor parte de los casos, porque hemos superado un proceso selectivo que por lo que sabemos no ha superado jamás el Sr.Echániz.
Quien como él dice, "se retratará ante la historia" es el propio Consejero por su gestión arrogante y precipitada, nefasta para los intereses de pacientes y facultativos.
Nos acusa de estar "fuera de contexto", mientras que quien puede que esté fuera de contexto es aquel que no ha atendido a un sólo paciente en su vida profesional, y de ahí sus declaraciones tan absurdas y gratuitas. Su actitud no es nueva pues no sólo ha mantenido esa postura chulesca con los médicos, sino con muchos otros colectivos de sanitarios y de usuarios, tanto en sus competencias de salud como de bienestar social.
Quienes son peligrosos para la sociedad no son los médicos, sino los gestores ineficaces y arrogantes en su incapacidad.
Por otra parte, si los médicos lloramos es por vernos regidos por políticos como él, que después de meses de gestión ni siquiera ha visto la cara a los representantes de los facultativos, y que está avocando a la sanidad autonómica a un callejón sin salida, aunque nos tememos que tal vez sea esa su última intención.
A los médicos no se nos puede achacar la mala gestión de estos ni de anteriores gestores pues nunca se nos ha permitido participar en dicha gestión, lo que venimos demandando desde hace tiempo.
La demagogia, o simplemente la falsedad, de atribuirnos a los médicos salarios astronómicos es simplemente deplorable, pues generaliza algo que no sabemos si ha existido pero que sería en todo caso algo absolutamente puntual. Por supuesto, el consejero no hace público su salario y el de sus cargos de confianza para que todos los conozcamos y podamos juzgar y opinar tan alegremente como él. Los salarios de los médicos llegan a ser mileuristas en el caso de los residentes y está en muchos casos en torno a los dos mil quinientos euros, cantidades muy lejanas con toda certeza de la retribución percibida por el señor Consejero.
Por supuesto que el médico sabe donde se puede ahorrar, aunque nunca se le haya preguntado, y aunque probablemente al señor Echániz no le gustaría que se lo dijéramos, pues el mejor ahorro que puede tener el sistema autonómico de salud es el de su propio sueldo, el sueldo de un consejero que por insultar a los médicos debería dimitir inmediatamente o ser cesado si el gobierno de Castilla-La Mancha no quiere llevar al sistema a la catástrofe absoluta.