El Supremo rechaza el recurso contra la inyección letal
01/10/2010 - 09:45
Por: EUROPA PRESS
El Tribunal Supremo de Estados Unidos rechazó ayer el recurso presentado contra el uso de la solución compuesta por tres drogas mediante la cual se ejecuta desde hace 30 años a los condenados a muerte mediante inyección letal. Siete miembros del Supremo votaron a favor y dos votaron en contra de rechazar el recurso, presentado por dos presos de Kentucky condenados a la pena capital.
Ambos alegan que el método de la inyección letal viola la prohibición constitucional de castigar a una persona de forma cruel y excepcional inflingiéndole un dolor y un sufrimiento innecesarios.
El presidente del Tribunal Supremo, John Roberts, declaró: "Estamos de acuerdo en que los peticionarios no han demostrado que el riesgo de experimentar dolor a causa de la mala administración de un protocolo permitido para humanos en la inyección letal y el no adoptar otras alternativas que no se han probado aún constituyan un castigo cruel y extraordinario".Quienes rechazan la pena de muerte mantienen que el preso ejecutado puede sufrir un dolor insoportable y a la vez no ser capaz de gritar si se le administra una dosis demasiado pequeña de la anestesia. Los estados norteamericanos comenzaron a usar el método del compuesto de tres drogas en 1978 como una alternativa a las forma de ejecución tradicionales --mediante la silla eléctrica, la cámara de gas, la horca o un disparo--. Pero en los últimos años se han llevado a cabo ejecuciones mediante inyección letal calificadas de 'chapuceras' en Florida y California, en donde los presos tardaron hasta 30 minutos en morir. Las ejecuciones en Estados Unidos se redujeron el año pasado a un mínimo de 42, una cifra que no se había registrado desde hacía trece años, y además se suspendieron temporalmente a partir el pasado septiembre, cuando el Tribunal Supremo admitió el caso presentado por los dos reclusos de Kentucky. La sentencia dictada hoy permite la reanudación de las ejecuciones.
Pena de muerte
En 1977, también tras una paralización provisional, se reanudaron las ejecuciones, que estuvieron prohibidas temporalmente hasta que en 1976 el Tribunal Supremo puso fin a la prohibición.Desde entonces se han llevado a cabo 1.099 ejecuciones en el país. El año pasado fueron ejecutadas 42 personas en Estados Unidos, el número más bajo desde 1994, cuando la cifra se situó en 31.
El presidente del Tribunal Supremo, John Roberts, declaró: "Estamos de acuerdo en que los peticionarios no han demostrado que el riesgo de experimentar dolor a causa de la mala administración de un protocolo permitido para humanos en la inyección letal y el no adoptar otras alternativas que no se han probado aún constituyan un castigo cruel y extraordinario".Quienes rechazan la pena de muerte mantienen que el preso ejecutado puede sufrir un dolor insoportable y a la vez no ser capaz de gritar si se le administra una dosis demasiado pequeña de la anestesia. Los estados norteamericanos comenzaron a usar el método del compuesto de tres drogas en 1978 como una alternativa a las forma de ejecución tradicionales --mediante la silla eléctrica, la cámara de gas, la horca o un disparo--. Pero en los últimos años se han llevado a cabo ejecuciones mediante inyección letal calificadas de 'chapuceras' en Florida y California, en donde los presos tardaron hasta 30 minutos en morir. Las ejecuciones en Estados Unidos se redujeron el año pasado a un mínimo de 42, una cifra que no se había registrado desde hacía trece años, y además se suspendieron temporalmente a partir el pasado septiembre, cuando el Tribunal Supremo admitió el caso presentado por los dos reclusos de Kentucky. La sentencia dictada hoy permite la reanudación de las ejecuciones.
Pena de muerte
En 1977, también tras una paralización provisional, se reanudaron las ejecuciones, que estuvieron prohibidas temporalmente hasta que en 1976 el Tribunal Supremo puso fin a la prohibición.Desde entonces se han llevado a cabo 1.099 ejecuciones en el país. El año pasado fueron ejecutadas 42 personas en Estados Unidos, el número más bajo desde 1994, cuando la cifra se situó en 31.