Elías Querejeta reflexiona sobre la importancia del agua en un documental
01/10/2010 - 09:45
El agua y la naturaleza son imprescindibles en la vida. Bajo esta premisa Elías Querejeta ha producido su nueva película documental, El Agua de la Vida, un montaje que presentará el próximo 24 de octubre en la 53 edición de la Semana de Cine Internacional de Valladolid (Seminci) y en la que ha intervenido como productor y guionista, junto al director Chumilla Carbajosa. El veterano productor recibirá la Espiga de Oro en la edición de este año del festival cinematográfico.
Siempre me he sentido atraído por el tema del agua, aseguró Querejeta, quien resaltó que no es la primera vez que trata de recordar su importancia ya que en 1990 dirigió El viaje del agua, premiado con un Goya al mejor documental español. En su nuevo trabajo, el protagonista es un río que narra su historia y todas las sensaciones que tiene desde que nace en la montaña hasta su encuentro con el mar, donde muere para volver a nacer. En el camino, el propio río trata de concienciar al espectador sobre la importancia del agua y con tal objetivo habla de los cultivos en la huerta, de la extinción de los incendios o de su poder curativo en los balnearios. Asimismo explica cómo se siente ante la sequía o los desbordamientos a causa de las lluvias. Quise convertir al río en un elemento cercano, como una persona que habla y tiene sentimientos, explicó el productor.
Martín es otro de los protagonistas de la cinta, un anciano que creció a orillas del Segura, -río protagonista-, con el que establece una estrecha amistad. El actor Juan Margallo es el encargado de dar vida al único afortunado que puede escuchar la contundente voz del agua. La elección del Segura fue circunstancial ya que Carbajosa es de Murcia y yo también viví allí algunos años, son casualidades, aseguró Querejeta, uno de los clásicos del cine.
Sin pretensiones
El tema del agua se ha convertido en los últimos años en un punto débil de la política, uno de los principales conflictos; por este motivo el cineasta quiso dejar claro que no ha habido ni la más mínima pretensión de tomar parte en la polémica. Lejos de apoyar tesis políticas insistió en que su única intención es la de destacar la importancia de uno de los elementos sustanciales del ser humano. Elías Querejeta, es ya un clásico en los anuarios del cine español y sus múltiples premios lo confirman. En 1986 recibió el Premio Nacional de Cinematografía y en 1998 la Medalla de Oro de la Academia Española del Cine, además ha sido reconocido en el panorama internacional con premios como el Europa Cinema 87 de Rimini (Italia) o el Premio Hugo de Oro en el Festival Internacional de cine de Chicago en 1991.
El próximo 24 de octubre recibirá la Espiga de Honor en la Gala de Inauguración de la 53 edición de la Seminci, como reconocimiento a su labor en la industria cinematográfica.
Al experto en el séptimo arte no le gusta reconocer que es un homenajeado, pero apoya la idea de que la gente reconozca su historia como cineasta, un recorrido en el que sólo se ha encontrado con un impedimento terrible, la censura franquista.
En su currículum figuran trabajos cinematográficos tan populares como Los lunes al sol o La letra escarlata, ambas producidas por él-, entre otros cortometrajes y series.
Martín es otro de los protagonistas de la cinta, un anciano que creció a orillas del Segura, -río protagonista-, con el que establece una estrecha amistad. El actor Juan Margallo es el encargado de dar vida al único afortunado que puede escuchar la contundente voz del agua. La elección del Segura fue circunstancial ya que Carbajosa es de Murcia y yo también viví allí algunos años, son casualidades, aseguró Querejeta, uno de los clásicos del cine.
Sin pretensiones
El tema del agua se ha convertido en los últimos años en un punto débil de la política, uno de los principales conflictos; por este motivo el cineasta quiso dejar claro que no ha habido ni la más mínima pretensión de tomar parte en la polémica. Lejos de apoyar tesis políticas insistió en que su única intención es la de destacar la importancia de uno de los elementos sustanciales del ser humano. Elías Querejeta, es ya un clásico en los anuarios del cine español y sus múltiples premios lo confirman. En 1986 recibió el Premio Nacional de Cinematografía y en 1998 la Medalla de Oro de la Academia Española del Cine, además ha sido reconocido en el panorama internacional con premios como el Europa Cinema 87 de Rimini (Italia) o el Premio Hugo de Oro en el Festival Internacional de cine de Chicago en 1991.
El próximo 24 de octubre recibirá la Espiga de Honor en la Gala de Inauguración de la 53 edición de la Seminci, como reconocimiento a su labor en la industria cinematográfica.
Al experto en el séptimo arte no le gusta reconocer que es un homenajeado, pero apoya la idea de que la gente reconozca su historia como cineasta, un recorrido en el que sólo se ha encontrado con un impedimento terrible, la censura franquista.
En su currículum figuran trabajos cinematográficos tan populares como Los lunes al sol o La letra escarlata, ambas producidas por él-, entre otros cortometrajes y series.