Enrique Ponce y Cayetano Rivera triunfan en una plaza abarrotada

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

Por: JOSÉ L. ARCÁNGEL. GUADALAJARA
CORRIDA DE PRIMAVERA EN BRIHUEGA
La facilidad con la que Enrique Ponce hace el toreo sigue siendo inusitada veinte años después. Ya son veinte años desde aquella tarde tarde fallera del año 90 en que el torero de Chiva tomó la alternativa en Valencia. Ayer desmostró que sigue siendo el torero más inteligente del escalafón y se llevó una tarde en la que parecía el convidado de piedra. También Morante de la Puebla se gustó con su primero en unas series con la derecha enroscadas, relajadas y profundas como sólo el sevillano es capaz de dibujarlas. Cayetano Rivera era el atractivo más populista de la tarde y un año más en eso se quedó a pesar de salir en hombros.
Ficha de la corrida

? Seis toros de La Palmosilla (Procedencia Juan Pedro Domecq). El quinto como sobrero. Flojos aunque manejables. El sexto extraordinario.

? Enrique Ponce, estocada caída (oreja); estocada caída (dos orejas). Morante de la Puebla, estocada atravesada (oreja); media estocada (silencio). Cayetano Rivera, estocada tendida (oreja); estocada tendida (oreja).

? Plaza de toros de La Muralla. Lleno de “no hay billetes”. Morante de la Puebla debuta en el coso briocenses. Cayetano y Ponce abandonaron el coso en hombros.

La facilidad con la que Enrique Ponce hace el toreo sigue siendo inusitada veinte años después. Ya son veinte años desde aquella tarde tarde fallera del año 90 en que el torero de Chiva tomó la alternativa en Valencia. Ayer desmostró que sigue siendo el torero más inteligente del escalafón y se llevó una tarde en la que parecía el convidado de piedra. También Morante de la Puebla se gustó con su primero en unas series con la derecha enroscadas, relajadas y profundas como sólo el sevillano es capaz de dibujarlas. Cayetano Rivera era el atractivo más populista de la tarde y un año más en eso se quedó a pesar de salir en hombros.
La corrida gaditana de La Palmosilla fue manejable aunque muy flojita. Excepcional fue el sexto toro que fue a parar a las manos del menos inspirado de los tres diestros. Son los toros que piden a figuras y es el camino hacia el que está girando el mundo del toro. Sin embargo nadie se puede llevar a engaño en un festejo creado para el disfrute de toreros y toreristas. Para otros menesteres están Madrid, Bilbao o Pamplona.
Enrique Ponce saludó lidiador a su primer toro. El burel de La Palmosilla fue muy flojo desde la mitad de la faena de muleta en adelante aunque muy noble y sin un mal gesto. Tuvo que ejercer de enfermero Ponce cuidando mucho al toro. La primera serie con la diestra a media altura fue para acoplarse y en la segunda comenzó a gustarse. Al natural el toro no quería pelea pero logró una serie de uno en uno sin obligarle. Lo mejor llegó al final de la faena con una serie que transmitió mucho con la diestra forzando la embestida del toro. Dejó una estocada baja para llevarse su primera oreja de la tarde.
Lo mejor de Ponce llegaó en el que hacía cuarto. Después de lancear clásico con el capote comenzó doblándose con el astado la faena muleteril. Estuvo a gran altura con la diestra y sensacional en una serie de naturales rematada con un gran cambio de mano. Muy listo el levantino acabó con un circular invertido y dos de sus famosas poncinas que caldearon el ambiente. Otra estocada habilidosa sirvió para desorejar al toro.
Morante dejó destellos del toreo que atesora con el segundo de la tarde. No pudo estirarse a la verónica pero lo lidió por bajo muy torero ante la embestida codiciosa del burel. Inició la faena de muleta con ayudados por bajo con él toro antes de aprovechar los primeros arreones del toro, muy encajado con la diestra. La segunda fue mejor aguantando valiente los primeros parones del toro con gran técnica en los toques. El toro comenzó a acortar el viaje con la zurda. Asi decidió volver a la diestra para dejar una serie de alto nivel de uno en uno. Mató de una estocada atravesada para lograr tocar pelo.
El quinto fue devuelto pero antes Morante había dejado las mejores verónicas de la tarde. Sin embargo el sobrero no le sirvió a Morante para su toreo y optó por abreviar.
Cayetano llegó a Brihuega por Cuarto año consecutivo y sumó su segunda puerta grande seguida. El madrileño pechó con el peor burel del festejo, el tercero y con el mejor, el sexto. A su primero lo saludó bullidor con el capote. Luego con la muleta estuvo siempre muy despegado y con pocas ideas. A pesar de lo cual intentó no aburrirse y cortó una oreja por sus ganas.
Con el sensacional cuatreño que hizo sexto Cayetano descubrió sus muchas carencias y algunas de sus virtudes. No hizo nada destacable con la seda y llegó pronto la faena de muleta. Tuvo un buen inicio de faena con muletazos por alto y por bajo para llevar al toro al tercio. Lo citó de lejos después y se arrancó el toro con boyantía. El torero logró algún muletazo destacable pero no redondeó la serie.
Así sería toda la faena de ese toro. Cayetano llegó a dibujar sensacionales muletazos con ambas manos pero no fue capaz de ligar una sola serie rotunda. Los dos primeros muletazos si le dejó la muleta en la cara para tirar de él pero al tercero se quedaba descolocado y el conjunto perdía mucha fuerza. Una nuva estocada efectiva sirvió para completar su palmarés de orejas y salir en hombros de un abarrotado, un año más, coso de La Muralla.
Finalmente Ponce y Cayetano en hombros en una tarde que dejó las cosas claras.