Espeluznante: Villel de Mesa superó el metro y medio de agua
Villel de Mesa sufre graves inundaciones tras la DANA, con daños en comercios y edificios públicos. Vecinos y Diputación trabajan en la limpieza mientras señalan la falta de mantenimiento del río Mesa.
Lucía, vecina de Villel de Mesa, ha descrito en primera persona la difícil situación vivida en el municipio tras la fuerte riada causada por la DANA. Las intensas lluvias del martes por la noche provocaron el desbordamiento del río Mesa, que inundó la parte baja del pueblo, donde se encuentran la plaza, el ayuntamiento, la farmacia, el bar y varios comercios y espacios públicos.
“Amanecimos con el río bastante crecido, y conforme avanzaba la mañana, el caudal aumentó rápidamente hasta que el río se desbordó por completo”, explicó Lucía. La vecina detalló cómo el agua llegó a alcanzar "casi dos metros de altura" en esta zona, dejando totalmente anegados los vehículos aparcados en la plaza y causando daños significativos en negocios y espacios públicos. “El bar quedó completamente inundado, explotaron los congeladores de comida; la farmacia está destrozada; la biblioteca, que está en el ayuntamiento, se llenó de agua, y hay muchos libros que se perderán”, añadió.
A lo largo del miércoles, los habitantes de Villel de Mesa recibieron ayuda de la Guardia Civil, que llevó medicamentos a vecinos atrapados en sus viviendas, y más tarde llegó un camión de bomberos, aunque no pudo intervenir debido a la magnitud de la inundación. "Hoy, por suerte, el agua ha empezado a bajar, pero ha dejado un lodazal y múltiples daños", indicó Lucía.
Ante la devastación, los vecinos han comenzado a organizarse para limpiar la zona afectada. La Diputación Provincial también ha enviado un camión para ayudar en las labores de drenaje y limpieza. Lucía destacó que, aunque no es la primera vez que Villel de Mesa sufre una riada, “nunca se había visto una de estas características”.
La vecina también señaló que el río Mesa, que desemboca en el pantano de La Tranquera, en Nuévalos, pertenece a la vertiente del Ebro, lo que ha dificultado su mantenimiento. Según Lucía, “la Confederación Hidrográfica del Ebro no permite limpiar los ríos, y eso contribuye a que las riadas sean tan graves”.