ETA reaparece en Andalucía, seis años después, con una bomba en Torremolinos

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

ETA reapareció la madrugada de ayer en Andalucía seis años después de su última acción en esta comunidad. Los terroristas colocaron un artefacto de escasa potencia en una playa de la localidad malagueña de Torremolinos que no causó daños personales ni desperfectos.
Horas antes, un chatarrero había encontrado en una escombrera cercana material para confeccionar bombas y una pistola. El Ministerio del Interior, a pesar de asegurar que no hay pruebas de la banda tenga infraestructura en Andalucía, puso en alerta a todos los efectivos ante una ofensiva en la Costa del Sol en los próximos días.

El artefacto estalló a las 0.20 horas de la madrugada sin que mediara la habitual llamada de aviso de los terroristas durante la campaña de verano. La bomba, de no más de un kilo de explosivo, estaba situada bajo un pequeño puente peatonal que salva un arroyo, en el paseo marítimo de La Carihuela, un barrio de las afueras de Torremolinos, justo en el límite con Benalmádena. El estallido sólo provocó un cráter de un metro de diámetro y apenas 40 centímetros de profundidad.
Ni siquiera los cristales de un chiringuito que se encuentra ubicado a diez metros del puente se rompieron. Sin embargo, el estruendo se oyó con claridad en toda La Carihuela y una gran humareda llenó el lugar, según los testigos presenciales. Un turista que se encontraba en las inmediaciones tuvo que ser atendido debido al aturdimiento y se vivieron escenas de nerviosismo entre los huéspedes del hotel Sol Aloha Puerto, situado a 300 metros del foco de la explosión.
De inmediato la zona fue acordonada por efectivos municipales y de la Policía Nacional. Durante la noche, especialistas de los Tedax de la Policía Nacional recogieron restos del explosivo para su análisis. A las 3:30 horas se levantó el cordón de seguridad y con las primeras horas del día la zona volvió la normalidad y los turistas volvieron a llenar la popular playa de La Carihuela.

Entrega o abandono
Desde un principio los servicios de Información de la Policía atribuyeron el atentado a ETA, a pesar de que no había llamada en nombre de la banda. Horas antes de la explosión, a última hora de la tarde del lunes, un chatarrero había encontrado en una escombrera cercana, ubicada en las inmediaciones de las obras de la carretera de circunvalación y de la autovía que une Málaga con Algeciras, una mochila, una bolsa y una riñonera.
En el interior había una pistola Smith & Wesson, procedente de la partida de 350 armas robadas en Vauvert en octubre de 2006 e idéntica a la encontrada en poder del ‘liberado’ del ‘complejo Vizcaya’ Arkaitz Goikoetxea. Además, se encontraron dos cargadores de 9 milímetros parabellum, un temporizador, un reloj-detonador, tarteras de plástico, dos pilas de petaca, un carnet militar listo para ser falsificado y un papel con breves instrucciones en euskera para la manipulación de explosivos. El chatarrero llevó las armas y los cargadores a la Policía Municipal, quien dio aviso a las fuerzas de seguridad. Los servicios de Información de la Policía Nacional trabajan con dos hipótesis. La primera, menos probable, que las armas y el material para fabricar explosivos fueran parte de una entrega al comando que cometió el atentado de La Carihuela. La segunda, que gana peso conforme pasan las horas, es que los terroristas se deshicieran apresuradamente de los efectos que pudieran relacionarles con ETA tras abandonar la bomba de Torremolinos, ya temporizada.
El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, explicó que, a pesar de este atentado, no hay indicios de que la banda terrorista tenga una infraestructura en Andalucía. Pese a ello, los mandos de la lucha antiterrorista temen una ofensiva en los próximos días y no descartan que el ‘talde’ de Torremolinos haya dejado temporizados otros artefactos antes de abandonar el material sobrante en la escombrera.

Temor por su seguridad
Los responsables de Información recuerdan que nunca un comando viaja en campaña de verano al Mediterráneo para colocar un único artefacto, aunque también apuntan la posibilidad de que el grupo, tras conocer la reciente desarticulación del ‘complejo Vizcaya’ y sus planes de atentar en Andalucía, haya temido por su seguridad y haya desistido tras un primer ataque de poca entidad en las costas del sur.

Interior, que el pasado 24 de junio movilizó a 6.000 agentes para patrullar las zonas turísticas, ha dado órdenes en las últimas horas de reforzar los efectivos en la Costa del Sol y en otros puntos ‘calientes’ de Andalucía.

El atentado de Torremolinos se produce sólo dos días después de conocerse que el desarticulado ‘complejo Vizcaya’ tenía intención de llevar a cabo una campaña de atentados en Andalucía. El jefe del comando, Arkaitz Goikoetxea, y el futuro ‘liberado’ Asier Borrero (todavía huido) tenían una cita de seguridad el próximo 15 de agosto en Granada con un terrorista desconocido, a fin de comenzar una oleada de ataques contra centros comerciales y hoteles. Las fuerzas de seguridad todavía ignoran si Goikoetxea y Borrero iban a tener algún contacto con los terroristas que atacaron en Torremolinos.