‘Farruquito’ consigue el tercer grado penitenciario

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

Por: CECILIA CUERDO. COLPISA
La Dirección General de Instituciones Penitenciarias ha concedido al bailador Juan Manuel Fernández Montoya, ‘Farruquito’, el tercer grado penitenciario, con lo que a partir de ahora sólo tendrá que regresar a la cárcel para pernoctar. Su salida de la prisión podría producirse a finales de este mismo mes.
El artista cumple una condena de tres años en el penal Sevilla II por el atropello mortal de un peatón, y, como es preceptivo para pasar al tercer grado, ya ha cumplido más de un tercio de su condena, dado que ingresó voluntariamente en la cárcel el 16 de enero de 2007. Fuentes de Instituciones Penitenciarias han explicado que la concesión del tercer grado se fundamenta en la propuesta realizada por la propia dirección de la cárcel ante su buen comportamiento durante el año que lleva internado y su integración en la vida en el penal, donde dedica buena parte del día a su preparación física y a practicar ejercicios de baile, además de participar en clases de informática.
Como cualquier otro preso en segundo grado, Farruquito tiene derecho a 36 días al año de permiso (18 días en cada semestre), y ha disfrutado ya de varios fines de semana en libertad sin ningún incidente, el último de ellos el pasado sábado. Ahora será la Junta de Tratamiento de la cárcel Sevilla II, que se reúne el próximo día 27, la que decida el horario que deberá cumplir el bailaor, quien a su vez deberá acreditar que tiene un trabajo para poder acogerse a este beneficio.

Conductor sin carné
El juzgado de lo Penal número 8 de Sevilla condenó a Farruquito en septiembre de 2005 por el atropello mortal de un peatón, Benjamín Olalla, ocurrido en septiembre de 2003 junto al polideportivo San Pablo de Sevilla, cuando conducía su coche BMW sin tener carné de conducir ni seguro, dándose posteriormente a la fuga sin auxiliar a su víctima.
Tras confirmarse la sentencia de condena en la Audiencia Provincial de Sevilla, Juan Manuel Fernández Montoya decidió ingresar voluntariamente en la prisión. El fallo establecía una pena de tres años de cárcel por delitos de homicidio imprudente y omisión del deber de socorro en concurso con un delito contra la seguridad del tráfico. Asimismo, fijaba sendas multas de doce meses cada una, con una cuota diaria de 100 euros, por un total de 72.000 euros, además de una indemnización de 102.483 euros a la viuda de la víctima y de 8.275 euros a cada uno de sus progenitores.
Una vez el artista logre el tercer grado, el siguiente paso sería la libertad condicional, que podría llegar cuando cumpla las dos terceras partes de su condena, es decir, a principios del próximo año.