Fernández-Galiano: “Ahora pinto para divertirme, pinto como a mí me gusta”

“Se podría decir que estoy contento, pero la palabra más adecuada no es contento, sino más bien ilusionado”, aclara Emilio Fernández-Galiano ante las cuestiones acerca del triunfante momento profesional que vive. El artista, madrileño de nacimiento y seguntino de corazón, ha expuesto sus obras en países como Holanda o Bélgica y actualmente se encuentra en un momento de introspección, de una renovación personal de su pintura, y reconoce entusiasmarse con el descubrimiento de nuevas técnicas. “Tengo muchas cosas por hacer; todavía me queda lo mejor por dar”, avanza.

El próximo 11 de octubre se cerrará al público la segunda exposición en tierras alcarreñas de este pintor. Esta muestra se puede visitar en la sala de exposiciones del Colegio Oficial de Arquitectos de Castilla-La-Mancha en Guadalajara desde el inicio de las Ferias de la ciudad. “Fue la misma presidenta del Colegio de Arquitectos, Elena Guijarro, la que me propuso exponer”, explica Fernández-Galiano. “Fue un poco improvisado, pero no pude dejar de atender la petición de esta buena amiga”.

Esta exposición resulta ser un maremágnum de cuadros ya conocidos por el público, principalmente óleos, entre los que sobresalían algunas nuevas creaciones (“solo apuntes, bocetos”, aclara el artista con humildad) que constituyen una pequeña paleta del gran mural artístico en que el pintor parece querer convertir Nueva York. “Voy a hacer una exposición allí, en la primavera del 2015: una aventura, pero quiero hacerlo bien”, comenta.

El retratista repite incesantemente el nombre de esta ciudad con un deje de fascinación en la voz. “Nueva York es una ciudad que me apasiona: es una de las grandes cunas del arte. Es lo que yo siempre he llamado la gran alternativa a Europa”. Nueva York, confiesa, es ahora su gran inspiración y le está sirviendo para realizar una profunda introspección. “Me siento menos condicionado al pintar y pienso más en mí mismo; ahora pinto para divertirme, pinto como a mí gusta y no tanto como gusta a los demás”, explica.