Frómista, la villa del milagro

14/11/2011 - 09:40 E.P.

En la provincia de Palencia encontramos Frómista, una pequeña localidad punto de referencia en el Camino de Santiago. Entre su dilatada oferta turística, de marcado perfil religioso, destaca por encima de todo la Iglesia de San Martín, monumento icónico del Románico Pleno hispánico. De época medieval, fue erigida durante la etapa dorada del municipio. Durante este tiempo de plenitud aparecen los tres motivos que más fama le han dado a Frómista: San Telmo, la comunidad judía, históricamente unida al pueblo y finalmente expulsada en el siglo XV, y el archiconocido Milagro. Un suceso singular que le da el sobrenombre a Frómista de "La villa del milagro".

Cuenta que un tal Pedro Fernández de Teresa pidió dinero prestado a un judío. Al no devolvérselo, el judío le denunció a la autoridad eclesiástica, que le excomulgó. Finalmente el hombre saldó su deuda con el judío, pero no se preocupó de confesarse. Más tarde Pedro Fernández cayó gravemente enfermo y pidió confesarse con el cura de San Martín, quien acudió a administrarle los últimos sacramentos.

Cuando el párroco quiso darle la Forma, ésta se hallaba adherida a la patena con tal fuerza que no pudo separarla. Pedro no recordaba que, tras pagar el préstamo, no se había confesado. Sólo tras contárselo al cura, éste pudo administrarle otra Sagrada Forma. La original jamás pudo despegarse, y la patena, aunque ya sin la Forma, se conserva aún en el museo parroquial de la Iglesia de San Martín.

Pasada esta etapa de bonanza, Frómista vive su decadencia durante los siglos XVI y XVII. La expulsión de los judíos, las pestes y otros desastres aceleraron en gran medida el declive de la villa. Hacia 1591, en tiempo de Felipe II, Frómista tenía 521 vecinos, la mitad, aproximadamente, de los que había tenido cien años antes. Un panorama desolador que comenzaría a cambiar a mediados del siglo XVIII, gracias en gran medida a la construcción del Canal de Castilla, una de las obras de ingeniería civil más importantes de la época, y elemento fundamental para animar la economía.

Ya en el XIX la población aumentó, estabilizándose en los 1500 habitantes, aunque en la actualidad ronda los 1000. El Camino de Santiago y el Canal son dos de los pilares fundamentales de esta localidad desde el punto de vista productivo y económico.

Merece la pena aportar algún dato más del monumento emblemático de Frómista. La Iglesia de San Martín, declarada Monumento Nacional en el año 1894 y Bien de Interés Cultural en el 1982, es uno de los monumentos más visitados de Palencia. Formaba parte del monasterio de San Martín, hoy desaparecido y cuya fecha de edificación no está del todo clara (en torno a los siglo XI-XII). Doña Mayor de Castilla, fundadora de la Iglesia, fue quien la mandó construir. Lo que más destaca de esta iglesia es su ornamentación, con elementos vegetales, animales e imágenes narrativas, y sus volúmenes perfectos.

A la sombra de San Martín encontramos otras iglesias que no desmerecen la visita. La Iglesia de San Pedro, actual parroquia de Frómista, es de estilo gótico, aunque su portada es renacentista, y su construcción data del siglo XV. En el interior se puede observar que el eje de la nave central está torcido. Esto se debe a que junto a la iglesia un arroyo discurre bajo el paseo central, lo que obligó a torcer la nave para que se construyese sobre terreno estable.

Dentro se encuentra el museo parroquial. Entre las piezas de mayor interés encontramos las 29 tablas que componían en retablo de la Iglesia de Santa María del Castillo y la patena del Milagro que ocurrió en Frómista.

La Iglesia de Santa María del Castillo está construida sobre lo que fue un castillo, y hoy en día alberga el montaje audiovisual "VESTIGIA, leyenda del Camino" un recorrido en tres dimensiones sobre los orígenes e historia de Frómista, así como un repaso por las leyendas más reseñables del Camino de Santiago.

La Ermita del Otero consta de una sola nave de trazado gótico, reformada en el siglo XVIII. En su interior tiene una Virgen escultural de la Virgen del Otero, románica, perteneciente al siglo XIII, y que ha sido sometida no hace mucho a restauración

Del folklore de esta pequeña localidad palentina encontramos el mayor exponente en los Danzantes de Paloteo, que ejecutan dos tipos de bailes, los "lazos" y los "pasacalles". La gastronomía es muy semejante a la que pude encontrarse en toda la provincia, destacando algunos productos como el queso puro de oveja y curación añeja (más de un año de curación), y una bebida exclusiva de Frómista, la esparceta, cuyo secreto de elaboración sólo conoce una familia de la localidad.