Gordon Brown avanza su retirada para consolidar un pacto con liberales

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

Por: EUROPA PRESS
Gordon Brown tiene sus horas contadas como líder laborista. Así lo anunció él mismo frente al portón negro de Downing Street en un comunicado que tenía un doble objetivo, intentar atraerse el respaldo de los liberal demócratas y acallar a los descontentos de su partido, que le han acusado en los últimos días de atrincherarse en el poder. Brown es aún el primer ministro en funciones, pero las negociaciones entre conservadores y liberales lo han dejado en una posición cada vez más irrelevante y disparó las voces que piden su dimisión.
El primer ministro británico, Gordon Brown, anunció su intención de abandonar la primera línea política, tanto en el ámbito institucional como el liderazgo del Partido Laborista, pero se ofrece a continuar temporalmente en una virtual coalición con los liberaldemócratas hasta garantizar la consolidación de la recuperación económica y el inicio de un proceso de reformas políticas en el que se incluye la revisión del modelo electoral.
En una declaración sin preguntas en Downing Street, Brown avanzó que el líder de la tercera fuerza, Nick Clegg, le había trasladado su intención de aceptar formalmente la oferta de diálogo que le había planteado el pasado viernes, en caso de fracasar las negociaciones con los conservadores. Aunque éstas siguen en marca, los liberaldemócratas anunciaron ayer que necesitan “aclaraciones” y que están dispuestos a escuchar a los laboristas.
En consecuencia, Brown confirmó que los altos funcionarios del Estado ya han puesto en marcha los mecanismos oficiales para facilitar los contactos, como ya habían hecho el pasado viernes, cuando el líder conservador, David Cameron, expresó su oferta formal para sumar a los de Clegg a una colaboración en el futuro Gobierno.
Además, el ‘premier’ reconoció que la pérdida de la mayoría absoluta en las elecciones del 6 de mayo supuso también un “juicio” sobre su figura y, ya que el sistema británico es “parlamentario, no presidencialista”, consideró posible ceder el testigo, como ya había ocurrido en 2007, cuando Tony Blair le delegó la responsabilidad al frente del Gobierno.
De igual modo, confirmó que renuncia a continuar al frente del Partido Laborista y confió en que cuando éste celebre su congreso anual, el próximo otoño, él ya no esté al frente, puesto que ni se presentará a la reelección, ni apoyará a ninguno de los candidatos que aspiren a dirigir esta nueva fase.

Fase temporal
No obstante, de momento, continuará en el número 10, en cumplimiento del deber constitucional que tiene atribuido hasta asegurar la formación de un Gobierno “estable” y mientras las formaciones implicadas en este proceso de negociaciones, ya con la suya como interlocutor oficial, “siguen buscando opciones”. “El negocio de gobernar sigue”, recordó, y aludió a citas como la promovida en Europa para hacer frente a la crisis financiera y en la que participa el todavía ministro de Economía, Alistair Darling.
Además, recordó su compromiso inicial de garantizar una administración “estable y fuerte” y, aunque inicialmente los liberaldemócratas apostaron por los ‘tories’ como interlocutores, en base al principio democrático de ser los ganadores en votos y escaños, ahora están dispuestos a abrir un canal paralelo para un posible acuerdo con sus 258 diputados. “Creo que es sensible y responsable para el país que aceptemos este proceso formal”, confirmó.
Las materias prioritarias para este proceso de negociaciones, según avanzó, pasarán en el bando laborista por la promoción de un plan contra el déficit, especialmente ante la coincidencia de ambos partidos de “reconocer la necesidad de proteger los servicios” y reducir un agujero presupuestario inédito en las islas. Un objetivo que, según él, sólo puede quedar asegurado por lo que calificó como una “coalición progresista”, al igual que el desafío de promover una agenda de reforma política que dé respuesta a los cambios electorales “que los ciudadanos piden”.
Después de que la reforma en la materia se haya erigido como uno de los puntos de fricción entre los otros dos, Brown aprovechó para reivindicar los “compromisos” de los suyos para reformar el sistema de selección de la Cámara de los Comunes y de los Lores. “Mi posición en clara: si es en el interés nacional que haya esta coalición, creo que debe haber esa mayoría”, declaró, para, a continuación, subrayar que, por su parte no hay “deseo de estar más de lo necesario” hasta que la recuperación esté encaminada y la reforma política se ponga en marcha.