Guadalajara tiene otro telescopio y no es el de Yebes
El sol, con sus diferentes manchas solares, la luna, constelaciones, cometas, planetas y estrellas están al alcance de la mano a 50 kilómetros de Yebes. Con permiso de su radiotelescopio, el caso que os vamos a contar es singular, con un fin meramente didáctico, aunque los entendidos en el asunto aseguran que es semiprofesional.
A caballo entre la Sierra y la Vega se emplazan sus instalaciones, en un pequeño municipio de la Alcarria situado en la ribera del pantano de Entrepeñas y que dista 110 km de Madrid y 60 de Guadalajara capital. Los parajes naturales más representativos son la Ribera del río Tajo y la Unión de los valles del Tajo y del arroyo de la Solana.
Allí, situado a una altitud de 1.072 metros sobre el nivel del mar, muchas personas han mirado hacia arriba movidos por la curiosidad de las peculiaridades que se pueden encontrar en el firmamento. En Guadalajara, los que sienten la necesidad de conocer algo más sobre ello tienen como referente el observatorio astronómico de Yebes, pero en Mantiel también tienen una opción, a una escala mucho menor, pero muy interesante, de contemplar el espacio.
En tan sólo 15 minutos del pueblo se puede llegar al moderno observatorio astronómico instalado por el Ayuntamiento y disfrutar de los misterios del cielo. Desde allí se podrá observar las estrellas. Así mismo se puede utilizar el acceso rodado para llegar al observatorio.
Todo dio comienzo en 2005, cuando el alcalde de entonces, que lo ha sido hasta hace un año escaso, Julián Rebollo, decidió montar esta infraestructura destinada a promocionar el turismo en la zona, haciendo que se acerquen nuevos visitantes. Las visitas se hacen a primeras horas de la noche, con grupos de entre diez y quince personas. Dependiendo de cada noche y de la época del año en la se podrán observar unos u otros objetos
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Para ello cuentan con una cúpula en la parte superior en la que se encuentra un telescopio de diez pulgadas (25 centímetros) de apertura. Además dispone de diversos oculares para variar los aumentos dependiendo de lo que queramos ver (planetas, estrellas o cometas, entre otros). Está totalmente motorizado para que, una vez encendido, se le diga qué es lo que se quiere ver y el propio aparato lo busca.
La visita incluye una visualización fuera del observatorio, donde se explican las diferentes constelaciones y su disposición en el cielo.
Entre las personas que se acercan a conocer el firmamento en Mantiel se encuentran grupos de todo tipo. Principalmente son familias y colegios, pero también hay grupos de gente joven o inquilinos de las casas rurales de alrededor, que completan sus días en el campo con una visita al cosmos.
A raíz de esta infraestructura, por la zona de Mantiel parece haberse despertado un nuevo interés por la astronomía, funcionando mucho el boca a boca.